Todos los días Axel escribe en su alcoba cartas y las quemas en una flama morada, el fuego es astral, intenta comunicarse con Lucí, así como sus hermanos lo hicieron con él hace siglos cuando estaba muerto. Pero, el no recibe respuestas de la chica, es como si no existiera.
***
Aunque aún sigo confundida con las mujeres heridas que trajeron de la batalla, ambas son idénticas a Lucí, me dicen que la joven inconsciente en el cuarto-prisión no es la verdadera, que la auténtica está en su habitación protegida, Es ilógico, Como pueden haber dos Lucís.
Entro en el cuarto -negro donde está la Erudio y veo a la chica abrir sus ojos, así que aprovecho a charlar con ella.
–despertaste, ¿Cómo estás? – me aproximo hasta la silla junto a la cama, me siento mirando a Lucí, parece confundida por el entorno que la rodea.
– Algo aturdido. – responde al poco tiempo. – ¿quién soy? – inquiere la joven Sentándose, detallando su rostro con el tacto.
– ¿Lo olvidaste? Eres Lucí. – respondo. – ¿no me recuerdas? –
– Te me haces familiar ¿te llamas Sara? – duda. Mirándome de arriba abajo.
– Si, me recuerdas. – asiento, segura de que esta chica es mi Lulú.
– en realidad, solo se algunas cosas. – dice Lucí cambiando la expresión, frunce el ceño levemente.
La Erudio intenta pararse y siente el ardor en su pecho, entonces se detiene, levanta su blusa, distinguiendo la Gasa que la rodea bajo el busto cubriendo la Herida.
– esto duele. – se queja.
– Al menos has despertado, han pasado algunos días desde la batalla con la muerte. – le informo.
– ¿Porque hay un grillete en mi tobillo? – formula la joven, tirando de la cadena atada a la cama.
– Es que… los muchachos me contaron algo que me hizo dudar. Pero ahora sé que ellos estaban errados. – respondo nerviosa, <<ella es mi familia>> pienso, abro el grillete liberando a Lucí. Se levanta observando sus manos y mirando su reflejo, por un instante, se sonríe a si misma simpáticamente
– Este lugar es extraño, nunca había sentido esta sensación. – expresa la joven y salé del cuarto acompañada por Sara.
– ¿Cómo? Antes Dijiste que te gustaba estar aquí, es el Alba.
– ¿Dije eso? Lo siento… es que mi memoria esta desordenada. ¿Porque no recuerdo nada? – espeta detallando el pasillo saliendo de la biblioteca, distinguiendo las antorchas con fuego celestial, las habitaciones a cada lado.
Axel salé de su alcoba y mira a la joven caminando pasito a pasito aguantada de mi antebrazo, Se aproxima veloz a nosotras sermoneando. – ¿estás loca? Te he dicho que no la dejaras Salir. –
– ¿Axel? – duda Lucí al verlo
– ¿Sí?... que te ocurre. – habla el chico, con un ligero sentimiento al ver a la extraña de pie con la forma de su amada.
– Has cambiado… – señala la Erudio.
– A que te refieres, él está igual. – corrige Sara confundida.
– Claro que no. Su cabello es plateado. – espeta la joven y se queda atónita por un segundo, en ese momento Axel ve un cambio rotundo de expresión en la mujer.
– Sí. Siempre lo ha sido, desde el primer día. – Contesta el cazador titubeante.
– No. yo te recuerdo con cabello canela, radiante y hermoso. – dice la chica apartándose de Sara, se acerca al hombre a acariciar su cabello, Axel por un momento se siente a gusto con la sensación de su tacto.
De pronto Lucí deja de tocar el cabello del muchacho para acariciarle la oreja, intentando contener la risa, Este se aparta de inmediato, Sara la toma del hombro, esta chica se ríe de medio lado, mientras que Dex se aproxima percatándose de los tres individuos reunidos, Sara está sosteniendo a Lucí y Axel atontado.
– ¿que acabas de hacer? – reprocha el cazador rememorando a la persona que le hacia esas caricias.
– Bueno… solo digamos que recordé quien soy. – responde cínica, toma la mano de Sara y la acerca bruscamente, la mujer se alarma, Lucí no pierde tiempo y golpea a Sara en la tráquea, la joven tía de Brian cae al suelo asfixiándose, Dex se aproxima rápidamente a salvarla, Axel la sostiene entre sus piernas y ambos ven escapar a la impostora.
– esa no es Lucí. – comenta Dex con sus manos sanadoras sobre el cuello de Sara. Viendo en el horizonte, el celaje de la desconocida.
–no. Definitivamente no lo es, esa que acaba de huir es Claire.
– ¿Cómo es eso posible?
– No lo sé.
ESTÁS LEYENDO
Bajo el Velo - Al borde del Abismo
General FictionLos Ángeles han seguido en la tierra durante mucho tiempo, luchando con los demonios para mantenerlos al margen. El Erudio la única raza intermediaria entre ambos mundos, intenta sostenerse con vida, de ella depende el velo que los separa, Luci...