Opciones que matan 2

4 0 0
                                    

El ángel sorprendido   pasa por un lado y sale de la biblioteca, Sara aparece de entre unos de los libreros del rededor.
– ¿nos vamos? – pregunta mientras se acerca. –
Sí. Toma, colócate estos. – ordena Axel Entregándole  a la mujer unos pequeños aretes hechos de  roca blanca.
– ¿Qué son ?– pregunta. – Fueron hechos por Takum, con cenizas de cuerno de unicornios y sangre de ángel. – orienta.  La chica sin poderlo  creer, algo tan antiguo, proveniente  del primer Erudio “la luz”, fuera del cuarto de las armas.

Brian continua con Logan, siguiendo algunas pistas sobre el paradero de Ana.

Tantos indígenas lo hacen sentir agobiado, aun aprende a controlar  sus poderes o como le llaman los ángeles  “abrir las alas”.  Logan  se culpa por no detener a Ana, ella solo salió de la cabaña, parecía sonámbula y  lo encerró con polvo de azabache.

– ¿estará  bien? – duda Logan preocupado.
–Sí. Debe estarlo.  no la encontraremos  aquí. – le asegura  Brian.
– Basta de decir eso, el rastro que Denis  nos dio es este,  amazonas . – refute Log.
– Sí.  Pero es ilógico ella se ha extraviado en Aragua. – responde Brian. Viendo a los indígenas pasar de un lado a otro al igual que las moto taxis.

Ambos se observan,  Brian guarda silencio mientras visualizan el panorama, aquel lugar es espléndido, la plaza del Indio, las calles llenas de personas, los indios bajo sus carpas alrededor, vendiendo sus artesanías, pescas y animales.
– aquí están. – dice una voz familiar a sus espaldas.
– ¿Qué haces aquí? – suelta Brian al ver aquel hombre vestido con chaqueta de cuero, chemise y jeans.
– Axel  me ha enviado,  necesitan ayuda para buscar a la novicia. – contesta el recién llegado.
Logan abrasa a Dex amistosamente, Brian con expresión difusa,  el ángel saca un objeto de su fondillo diciendo presumidamente.
– Con esto la encontraremos. – El chico ve el aparato.
– ¿un reloj de bolsillo? – señala  el Nefilin.
– Algo similar. –responde Dex. La aguja inmóvil marcando las doce, no tiene números el artefacto.
– ¿qué es? – inquiere Brian interesado. Logan lo observa y sonríe crédulamente. 
– Aun tienes mucho que aprender. – responde Log tomando el objeto de  las manos de Dex alarmando al ángel que intenta recuperar el utensilio.


– ¡ No, no, no! –replica el ángel abalanzándose  tras la mano del Encanto,  el celeste intenta protegerlo de los efectos del  Instrumento, pero  el brazo con el que  Logan sostiene la pieza  comienza a arder en llamas. El Encanto la arroja, Dex se mueve de un lado a otro para intentar atraparlo, el Nefilin se lanza al suelo justo a tiempo y sostiene el arma antes que se destruya. Logan mueve con  desespero el brazo, intentando  apagar la flama, que se extingue lentamente.
– ¿Qué sucedió? – interroga el Nefilin confuso viendo la  periferia.
– Los demonios no pueden tocar los objetos  sagrados. – informa Dex
– Sí. Me olvide que soy un Encanto. – agrega Logan aproximándose, con la manga de la camisa quemada y el brazo hecho hueso, sanando.
– Ya veo que lo olvidaste. –  refute Dex mirando al Demonio. –  Entonces te creíste ¿una mística creatura del campo?– menciona  sarcástico. Ve la  expresión de confusión en el rostro de Brian y emblanquece los ojos harto de tanta ignorancia.
– Los objetos sagrados son todas las armas celestiales o que fueron creadas por Erudios. – recalca Dex en tono molesto.

El joven mira a las personas observarlos y  hace señas a Dex,  los indígenas estaban impresionados por aquel espectáculo, al igual que los turistas.

Bajo el Velo - Al borde del AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora