El sendero de la luz 2

1 0 0
                                    

–  Lucí está aprendiendo a utilizar sus poderes de esa forma cuando regrese, seremos más fuertes. – agrega Kevin.
–  Debe aprender controlar más la proyección No duro lo suficiente con nosotros, me quito fuerzas para volver. – comenta  Kevin.
–  Necesitaremos sangre de minotauro y lágrimas de bestia. –  objeta Kevin.
– ¿De cualquier bestia?. – inquiere la señora Ramos.
–  Claro, hasta de un hombre. –  menciona Kevin levantándose  un poco mareado y se marcha dejando a Sara con el habla en la boca.

La Sra. Ramos se mantuvo leyendo libros sobre  la daga de miguel. Kevin había salido del alba en búsqueda del minotauro, ¿pero dónde lo hallara?

El Erudio atraviesa el velo y se traslada a Cradux, la dimensión de los Místicos. Los ángeles retornan a la montaña, cerca del pico donde Sara y Axel buscaban a Sael. –  Hermano. ¿Cómo conseguiremos esa piedra?–  increpa Daniel. –  Dex usa la  luz para descubrir cualquier cosa oculta, y ve la aguja en la palma de su mano que se mueve como brújula señalando a muchos lugares.
Dex pliega sus  alas trasparentes, que resplandecen y suelta un brillo enceguecedor, esa luz esparce como el oxígeno y  se disipa, dejando al descubierto la figura encapuchada  de un hombre ante ellos, Los ángeles  junto con el cazador se alistan para atacar. – Es un arcano. – espeta Dex bajando la guardia. – No lo sé, su esencia es distinta. – repica Axel salvajemente. – revélate Arcano. –  ordena Daniel. – Otro cazador. – responde el desconocido. – ¿otro? y ¿dónde  se supone están los demás? El único cazador que ves soy yo. – objeta Axel  presumido, adelantándose para atacar, Daniel lo detiene tomándolo por los hombros. El ignoto suelta una risa burlona, Axel no se controla más, aquella sensación de matar nubla su juicio, el chico se lanza  sobre él desconocido, aquel hombre  esquiva a Ax saltando sobre los árboles, luego aparece a su espalda, Ax se impresiona por la velocidad del desconocido, ambos luchan entre ellos, los golpes son  fuertes, los Ángeles observan. – ¿Los detenemos?– duda Daniel. – no… tengo un buen presentimiento de esto. – responde Dex.

Mientras aquellos están Revolcados en la tierra del bosque, se lanzan uno contra el otro, parecen invencibles con la misma fuerza,  Axel blande su espada de ángel, que se proyecta  en la mano, el extraño  revela el rostro arrojando el Habito a un lado, blandiendo una espada con la hoja roja  y el mango de diamante Azul eléctrico, Axel se atemoriza al momento, jamás ha visto tal arma,  sostenida por un hombre joven, robusto y musculoso usando ropa deportiva, cabello oscuro,  su mirada es como el anuncio del fin de los tiempos, Ambos se confrontan, Axel logra clavar la espada en el pecho del hombre y lo empuja hasta incrustarlo en uno de los árboles, el desconocido gime un poco. Axel le da la espalda y lo deja morir, su mirada a cambiado, no parece el mismo, se acerca  donde sus hermanos.  – ya lo tengo. – farfulle con voz crédula, Daniel y Dex no pensaron que su hermano fuera a matar a un arcano. – no es un arcano, ellos no pelean con armas.– menciona Axel, los ángeles dan un leve paso atrás, y señalan a la espalda de Axel, el cual voltea y es tomado por el cuello,  el mismo chico con la espada clavada en su dorso como si no sintiera dolor alguno, el extraño suelta su arma y extrae la que yace en su pecho, Axel ya no puede respirar, el joven presiona el arma del Cazador en el mango y la misma se hace polvo,  sorprendiendo a Axel y compañía, acto seguido el extraño suelta a su contrincante dejándolo caer y arrastrarse  tomando oxígeno, el ignoto no parece importarle mucho la pelea, solo se sonríe de medio lado diciéndole a Ax.  – Manchaste mi sudadera, la agujereaste. –  Axel se levanta y mira a sus hermanos aproximarse.

Bajo el Velo - Al borde del AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora