Capítulo Díez

117 10 2
                                    

Suspiré y cerré el libro de golpe, miré fijamente el lápiz que se encontraba a un lado de aquel libro tan aburrido, por cierto. Pasé mis manos por mi rostro y traté de relajarme.

Miré el reloj de mesa y abrí los ojos como platos, estuve más de dos horas buscando un misterio sobre la historia, que divertido. El aburrimiento me estaba consumiendo, y el cansancio se estaba haciendo presente, bostecé y me quedé por cinco minutos mirando mi libro.

Cuando reaccioné me paré de mi asiento y me dirigí hacía la salida de mi habitación, abrí la puerta y miré fijamente la habitación de Sophia, cerré la puerta y fui directo hacia la habitación de mi hermana. Di dos golpes suaves y esperé a que ella contestara.

— Adelante — dijo ella con un hilo de voz —

— ¿Estás bien? — pregunté preocupada ya que no se escuchaba que estuviera bien —

— Shh! —

— ¿Qué? —

— Shh! Cállate estoy viendo una película, es sobre… —

Pero dejé de escucharla ya que empecé a inspeccionar su habitación, su ropa estaba tirada por todos los lados, su escritorio estaba lleno de envolturas de dulces y vasos, era un completo desorden.

— ¿Me estás escuchando? — mi mirada se dirigió hacía ella, pude ver que aún tenía puesta la pijama y tenía entre sus manos un plato de cereal — 

— ¿Porqué tienes la pijama, si ya son las cuatro de la tarde? — pregunté confundida —

— No critiques, es malo criticar Kaylee — se llevó una cucharada de cereal a la boca — y tú odias a las personas que critican — habló con la boca llena —

— Deberías de recoger tu habitación —

— Debería, pero no lo haré — volvió a ver la televisión y habló — y si solos vienes a decirme cómo arreglar mi vida, puedes irte —

— Si, si me iré pero — tomé aire — mañana nos vamos a levantar temprano y aremos limpieza, la casa es un total desorden — dije y me marché, pude escuchar como se quejaba y una sonrisa triunfante se formó en mis labios —

Bajé las escaleras y fui directo hacia la cocina,  busqué con la mirada que podía comer. Después de un rato de estar mirando fijamente toda la comida, opté por hacerme un sándwich.

Fui hacia la sala y di un pequeño brinco al ver a papá, que estaba concentrado viendo su laptop fijamente.

— Hola — dije y me senté en el sofá que estaba al frente de el, el levantó su rostro lentamente y cuando me vio sonrió —

— Hola — bostezó — ¿Cómo te fue ayer con tus amigos? — el recuerdo con Jake hizo que me sonrojara al instante —

— Bien — al parecer papá se dio cuenta que me sonroje pero no dijo nada, el asintió —
— Quiero hablar con ustedes —

— ¿Sobre qué? — le di un mordisco a mi sandwich —

— Espera a que venga Sophia — suspiré pesadamente —

— ¡SOPHIA! — gritó —

— ¿QUÉ? — está vez gritó Sophia —

— ¡BAJA! — volvió a gritar papá —

Unos cuantos segundos se escuchó que Sophia bajaba las escaleras.

— O sea si saben que estoy viendo una película, ¿No? — se sentó a lado mío — ¿Qué? — le preguntó a papá ya que el la veía —

— ¿Porqué aún estás en pijama — habló con una sonrisa de burla —

— Porque tengo flojera —

— Siempre — bromeé —

— ¿Qué te pasa?, Tú también prefieres quedarte acostada antes que hacer algo productivo —

— Eso no es cierto — me defendí —

— Claro que sí —

Mi pequeña broma se convirtió en una pelea .

— Por lo menos yo si tengo ordenada mi habitación —

— Por lo menos yo si tengo ordenada mi habitación — me imitó —

— Me imitas porque sabes que es verdad —

— Me imitas porque sabes que es verdad — volvió a imitarme —

Papá soltó una carcajada y las dos lo volteamos a ver.

— ¿De que querías hablar? — pregunté —

— Esto no les va a gustar a ninguna de las dos, en especial a ti Sophia —

Sophia y yo hicimos contacto visual y como si fuera magia la dos supimos de lo que se trataba.

— Es de mamá, ¿No? — ella preguntó —

— Si —

— ¿Qué es lo que quiere? — volvió a preguntar Sophia —

— Ella vendrá dentro de dos semanas — rodé los ojos — y se quedará un par de meses — yo suspiré, mientras que Sophia soltó un quejido de disgusto —

— ¿Para que vendrá? — está vez pregunté yo —

— Para verlas — dijo papá con obviedad —

— Debió preguntarnos si la queríamos ver — habló Sophia con su mirada perdida —

— Sé que su no fue la mejor mamá que ustedes querían que fuera — suspiró — pero ella las quiere demasiado —

— Si de verdad nos quisiera nos hubiera apoyado en lo que más amábamos —

La mirada de Sophia era fulminante, y la mía solamente miraba un punto fijo sin decir nada. Odiaba que pelearán, siempre me traía recuerdos de mi pasado.

— Kaylee dejó de leer porque mamá la obligó, no porque a ella ya no le gustara — papá soltó un suspiro — y se que a Kaylee aún le encanta leer —

— Ella quiere venir porque quiere llevarse mejor con ustedes — habló el — y yo la voy a aceptar —

— No entiendo cómo la sigues perdonando después de todo lo que te hizo — Sophia se levantó del sofá y se fue a su habitación —

— Ya es muy tarde para que ella quiera arreglar las cosas — dije y me fui hacia mi habitación con mi sandwich en la mano  —

Entré a mi habitación, y suspiré pesadamente al ver mis cuadernos en mi escritorio.

¿Promesa Cumplida? - (Cancelada Temporalmente) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora