Capítulo Quince

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MESES ATRÁS...

Guardé mis cuadernos en el casillero de color gris, cerré la pequeña puerta y recargué mi frente en ella. Cerré los ojos tratando de encontrar las palabras correctas para decirle a mi madre que estaba a punto de reprobar una materia. Tenía una presión en mi pecho por los nervios que sentía, jamás había estado en está situación. 

Unas inmensas ganas de llorar se hicieron presentes, sabía perfectamente que estaba en problemas y que mi madre se decepcionaría de mi. Es decir yo también estoy decepcionada de mi, pero es diferente saber que tú madre se decepciona de ti, sabiendo que ella confía en ti.

Sentí que una mano se posó en mi hombro derecho, así que de inmediato abrí los ojos y me giré hacia aquella dirección. Era Madi.

—¿Estás bien? — preguntó aún con su mano en mi hombro —

—Si, solo que no se como decirle a mi madre —

—Solo sé directa, entre más rápido mejor — sonrió — Lisa nos invitó a su fiesta, ¿Pasas por mi? —

Mordí mi labio pensando en todas las tareas pendientes que tenía que hacer, pero aún sabiéndolo acepte ir.

—Si, ¿Te parece a las siete? — Sonreí —

—Estaré lista a esa hora, por cierto ve muy guapa, te presentaré a alguien — me sonrió para después marcharse — 

Suspiré pensando en lo que iba a hacer para no reprobar la materia, pero eliminé aquellos pensamiento negativos y me apresuré a caminar. 

Al llegar a la fiesta, — como de costumbre —  Madi me dejó sola para irse con algún chico. Por mi parte, exploraba la casa.

Me dirigí hacia el patio trasero en busca de aire libre, ya que adentro olía a demasiado alcohol y siendo sincera no me agrada demasiado el alcohol, además olía como si trescientas personas hubieran corrido un maratón.  

Tomé la decisión de volver adentro ya que comenzaba a bajar la temperatura. Al darme la vuelta para volver adentro, venía Madi hacía mi con un chico muy apuesto.

—Por fin te encontré — habló Madi — el es Diego, Diego ella es Kaylee —

—Un gusto kaylee — extendió su mano —

Entre abrí los labios y lo miré fijamente hacia los ojos, dios mío, el es tan guapo. Una gran ola de nervios recorrió mi cuerpo, además las típicas mariposas hicieron lo suyo. Moví la cabeza y estreché su mano con la mía.

—Un gusto — sonreí aún mirándolo hacia sus ojos —

El también sonrió y miró nuestras manos, enseguida solté su mano y avergonzada me rasqué mi cuello.

—Bueno, yo los dejaré solos para que se conozcan — Madi me guiño el ojo y se fue — 

—Te he visto en muchas fiestas — habló el —

Yo levanté mi rostro, y nerviosa respondí.

—¿De verdad? — lo miré —

—Si,  Madi me dijo que te gustan demasiado —

Desvíe mi mirada al darme cuenta que Madi no sabía lo que de verdad me gustaba.

—Si, me encanta ir de fiesta — mentí —

—Que bien, tenemos algo en común — sonrió — ¿Quieres ir por un trago? — preguntó —

—No gracias, ya bebí demasiado — volví a mentir. El asintió —

¿Promesa Cumplida? - (Cancelada Temporalmente) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora