#4: Viejos tiempos.

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Niall.

– ¿Vienes? –Pregunté mientras sostenía mi mochila en las manos.

–No puedo, tengo que ir al gimnasio a juntarme con unas amigas y luego de compras–Dijo, mientras se levantaba de la silla para tomar su bolso–Vámonos juntos.

Al fin.

Había esperado tanto para que me dijera que hiciéramos algo juntos (al menos, besarnos) aunque no fuera por un tramo tan largo al menos estaríamos el uno al lado del otro.

Ambos caminamos hacia la puerta, nos subimos al ascensor y marcamos el primero piso.

–Oh, toma, se me olvidaba–De su bolso saca una barra de chocolate de leche con una cinta de regalo. Me lo entrega y yo miro el paquete con incredulidad. No puede estar haciendo esto.

–Es para Theo–Agrega–Para que sus dos años sean realmente dulces.

–Cumple tres.

–Es lo mismo.

Miro la barra dándole vueltas y vueltas para ver si es un tipo de broma. Theo es intolerante a la lactosa, y lo primero que se le ocurre a Jane es regalarle un chocolate de leche. Ella lo sabía, quizás estaba demasiado encerrada en sí misma para acordarse y comprar otra cosa.

–Esta vez te pasaste Jane.

– ¿Qué? Es un regalo, no tuve tiempo para comprar otra cosa, además a todos los niños les gusta el chocolate.

–Theo es intolerante a la lactosa, maldita sea Jane, te pasaste, ¿Qué dirías si te regalaran algo que no puedes usar o comer?

–Lo lamento, duh. Solo quería entregar un detalle.

–Mejor no entregues nada si lo haces por protocolo en vez de hacerlo por corazón–Comenté–Estas tan encerrada en tu mierda para darte cuenta de lo que te rodea.

Las puertas del ascensor se abrieron justo a tiempo. Molesto, salí del cubículo de metal dando grandes zancadas hasta llegar a mi auto, donde aceleré sin mirar atrás.

Debía relajarme y olvidar lo mal que estaba mi vida amorosa. Hoy era el día de mi grandioso y rubio sobrino el cual tanto adoraba, mi compañero de juegos, mi pequeño yo. Ese niño alegraba tu día con una simple sonrisa, tenía ese don que yo necesitaba en los últimos días.

(...)

–Hola Denise–Le di un beso en la mejilla mientras sonreía. Entré a la casa ya vestido como un mago. A Theo le encantaba la magia y los magos, había estado practicando semanas a través de un par de amigos y por YouTube para su cumpleaños. Enserio le debía demasiadas cosas a ese niño.

–Hola, que bueno que llegaste, Theo estaba preguntando por ti.

–Ese pequeño, ¿Dónde está?

–En el patio con sus amigos, jugando.

–Vamos para allá entonces.

Acomodé mi gorro y los trucos que tenia bajo la manga. Guardé algunas cosas en mi mochila y caminé al patio con mi regalo entre las manos, antes de salir ya se veían las decoraciones en los árboles, la mesa de cumpleaños y un montón de globos repartidos en el piso. Los niños corrían de un lado a otro sin descanso.

– ¡Llegó el mago, llegó el mago!

En menos de cinco segundos tenía un montón de niños a mí alrededor, entre ellos Theo. Sonreí mientras lo tomaba en brazos, sin querer, mi gorro se cayó y el regalo también, pero no importaba porque tenía a mi sobrino en los brazos.

I Wish » Secuela de I Want » Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora