Casi que quería llorar. Habían logrado sacar a Toni de prisión huyendo en el helicóptero, ahora estaban en la orilla del mar.
─ ven y dame un abrazo, viejo bellaco ─dijo Toni para abrazar al chino.
Así fue con cada uno, con Raúl, Carlo y Fedor. Con ________ fue diferente, se lanzó a sus brazos en un fuerte abrazo para luego besarle.
─ te eché de menos, mi niño ─confiesa acariciándole las mejillas con sua pulgares.
─ yo también te extrañé, Toni. ─
Todos miraban con una sonrisa a aquella pareja, menos el Gambino menor. Nuevamente esa sensación le inundó.
No quería hacer una "escena" ahí mismo frente a ellos. No valía la pena. Además, tal vez ________ simplemente se sentía muy emocionado y tranquilo de ahora tener al de ojos bicolores con ellos. Él también estaba feliz de haber rescatado a su hermano, claro que sí, es su hermano y por él todo.
Sin embargo, le notó diferente a como entró a la cárcel. Quién sabe que le pudo haber pasado ahí.
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Ambos Gambino tenían que ir a recoger su mercancía y dinero a sus almacenes. Gómez decidió ir con el resto a la mansión de Hai a esperarlos.
Estaba un tanto emocionado, por fin iba a irse de ese lugar. Lo único malo era que Raúl ya había decidido quedarse para hacer frente a la ley y cumplir su condena.
No iba a insistir, conocía bastante bien a Salinas, y sabía que iba a negarse una vez tras otra. Si él tenía ya decidido su destino, así iba a hacerse. Porque así de terco es y será siempre Raúl Salinas.
Luego de un par de horas hubo contacto con Toni a través del radio.
─ he matado a un agente del FBI ─dice como si nada.
─ ah, maravilloso. ─
─ ¿cómo? ─preguntaron a la vez los mexicanos.
¿El FBI estaba involucrado en todo esto? ¿Qué mierda estaba pasando?
Prácticamente estaban jodidos si de verdad el FBI ya estaba en España.
Al cabo de poco, el rubio llegó a la mansión donde todos le esperaban a él y su hermano. Carlo aún no llegaba.
─ ¿y Carlo? ─preguntó apenas notar su ausencia.
─ aún no ha llegado. ─
─ joder ─sacó su móvil para marcarle al del Gambino menor.
Después de varios intentos, no recibía ninguna respuesta. Estaba empezando a frustrarse.
Si era verdad lo que Gustabo le había dicho de que un tal Horacio iba a por su hermano...
No, no sería tan sencillo pillar a Carlo, lo conocía bien. Pero a como estaban las cosas, no sabía ni que mierda podía pasar.
