H2O sirenas del mar, un mundo nuevo.(3 Spin-Off)

Cap 16 somos una familia

Había dejado que mis emociones tomarán una decisión en lugar de que mi razonamiento decidiera, Noah se dirigía hacia a mi un poco más en la esquina y el fondo de la piscina, si tuviera piernas en ese instante, estarían mis piernas haciendo fuerza hacia mi pecho y mis brazos abrazándolas, probablemente con la cabeza mirando hacia abajo, sin embargo era una cola la que me acompañaba, el me vio de nuevo y abrió la boca en forma de "o", sus lindas cejas se abrieron como un arco, estaba sorprendido claramente, debió tragar agua, por que casi escupía y subió a la superficie a tomar aire, en menos de 20 segundos volvió, se acerco nadando moviendo sus piernas y abrazos, tratando de empujar el agua hacia atrás, me pareció gracioso, hace mucho no veía a una persona nadar, lo normal para mi era como nadábamos las sirenas, eso era yo, distinta a el.

Llego hasta a mi de nuevo, tomo mi mano y de alguna forma pensó que me podría empujar hasta la superficie, no tenía en cuenta el peso de mi cola, empezaba a apreciar lo diferente que era a él y a las demás personas, lo seguí nadando y llegamos a la superficie, el tomo un gran bocado de aire mientras yo salí sin ningún esfuerzo, extrañando sentir mi cabeza bajo en agua.

— Eres genial —me dijo sonriendo.

— Lo sé dije mientras con mi mano hacía crecer de la piscina cuatro corrientes de agua  hacia arriba que nos rodeaban y caían luego como cascadas, se acerco un poco más a mi, frente a frente yo sentía que ene el agua esta segura pero el me hacía dudar de donde estaba parado o en donde flotaba, tomo con su mano derecha mi mejilla.

— ¿Puedo? —se lamio los labios.

— Puedes — dije mientras le sacaba delantera y le daba un pico en los labios, el no me dejo separarme, siguió robándome los labios por unos segundos más mientras ahora soltaba sus gafas y me acariciaba la otra mejilla, fue ese día en que nos dimos nuestro primer beso y eso era para mi una magia igual de fuerte a la que me ataba a mi nueva vida, ahora debía decirle a las chicas.

Salí de su casa y me fui hacia la playa de pesca, salte del muelle con un alto y largo clavado, luego nade hacia la isla Mako, no tuve que llegar, me encontré a Eli en una parte del mar llena de rocas, me vio y subimos a la superficie.

— ¿Cómo te fue? —me preguntó.

— Genial, tengo que contarles algo a todas —me lamí los labios— ¿Cómo va la búsqueda de la quinta sirena? —pregunté.

—Vamos realmente mal, no hemos logrado ver  a la quinta —me respondió Eli.

— Bueno la cuarta viene a ayudarles, ¿Qué tanto han recorrido la isla?

— Lo suficientemente bien para saber que no esta, quizá está tierra —dijo Eli.

— Es cierto, ¿vamos a la piscina lunar? —le pregunte.

— ¡Carrera! —gritó Eli y  sonrió casi malvadamente, sumergió su cabeza, nado rápidamente, Alison se nos unió, yo iba detrás de Saralí, acaba de llegar también, el orden era, Elizabeth, Sárali, Alison y yo, no iba a quedar de ultimas, así que jugué con mis manos y la empuje con una torre de agua que controlaba, ella me hizo gestos de enojo y me atrapo en un slime en el agua, al final llego primero que yo.

— Nada que la encontramos —dijo Sárali seguido de un quejido.

— Sí, es muy triste —la acompaño Alison.

— Bueno, Lisa tiene algo que decir, cuéntanos —dijo Eli mirándome.

— Chicas, he revelado nuestro secreto.

— ¿Qué? —dijo Eli.

— ¿A quién? —la acompaño Sárali.

— Yo... yo se lo dije a Noah, lo siento, pero es que en realidad me gusta siento que puedo confiar en él, no sabe de ustedes, solo de mi.

— Si sabe de ti, intuirá que nosotras también somos sirenas, —dijo Sárali.

— Bueno, entonces sabrá que si se mete contigo, se mete con todas, esta bien Lisa, Noah es un buen chico y siempre ha gustado de ti —dijo Alison jugando a solidificar el agua que alzaba Lisa de la piscina lunar.

Las tres terminaron apoyándome, pensé que serían más duras conmigo, pero somos una familia y la familia se apoya, nos devolvimos a Costa Dorada, caminábamos por la playa para ir a casa y vimos a esas cuatro chicas de nuevo, las que Saralí comento que nos seguían, desde la llegada de Eli, las mismas que estaban en la escuela diciendo que nos parecíamos a ellas.

— Tengan cuidado con la luna, dijo una de ellas que se acercaba hacia nosotras.