Cap 24 Ahora ruégame

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— ¿Escuchaste eso?

— Fue el perro, tranquila —responde mamá mientras agarra la cobija y la sube hasta su cuello acostándose de medio lado— debe estar triste por no poder dormir con nosotras en esta noche tan fría — gira su cuerpo de nuevo mirando hacia el techo dejando al descubierto sus pies los cuales flexiona y extiende dos veces antes de cubrirlos con las cobijas devuelta.

— No, suenan como golpes en la entrada —menciono sentándome y quitándome las cobijas— voy a mirar.

— ¡Abran esa perra puerta! —gritaba mi papá, inmediatamente me comenzaron a temblar las manos, estaba un poco asustada, ya llevaban semanas que él no llegaba a casa borracho, la última vez no hizo tanto escándalo, me apresure y salí de la habitación descalza— Sí señor, ya voy —busqué las llaves de la casa para abrir la puerta mire por el comedor y no estaban las llaves.

— MIERDA SÁRALI TE VOY A ROMPER LA CABEZA SI NO ABRES ESA MALDITA PUERTA YA —continúo gritando.

— Mira aquí están las llaves —me dijo mamá que llevaba puesta una sandalia roja en el pie derecho que era mía y otra rosada en la izquierda de ella, introduzco la llave en la chapa de la puerta, la giro rápidamente hacia la derecha, la retiro y quito el pasador. Abro la puerta tragando saliva, del otro lado mi papa empuja la puerta, me gana su fuerza y me resbalo cayendo de cola al piso.

Mamá se agacha y toma mi mano halándome hacia arriba, me levanto y veo como papa entra con brusquedad por la casa gritando.

— CUANDO YO LE DIGA ALGO MALDITA SEA, TIENE QUE HACERME CASO —grita mientras arroja una botella de whisky al piso la cual rápidamente reventó al caer, dejando la entrada de la casa llena de cristales y pedazos de vidrio.

— Lo... Lo siento —susurró mirando con cuidado el suelo.

— Y USTED ¿DÓNDE ANDABA?, LA MUJER TIENE QUE ESTAR CON EL MARIDO —grita y da un portazo a la puerta.

Mamá me susurró al oído que iría a la cocina a calentar algo de sal para que mi papa comiera y se le pasara la borrachera y mientras tanto que yo lo dejara en el cuarto y cuando se calmara barriéramos los vidrios —Tranquilo papá vamos al cuarto —no obstante, al dar un corto paso y ejercer presión sobre el piso siento un pedazo de vidrio en mi pie derecho.

— AY —exclame, comienzo a saltar lentamente con el pie izquierdo, sin embargo, siento unas pequeñas gotas de sangre recorriendo la planta de mis pies —"¿La sangre tiene agua?" —reflexiono por un segundo, suelto de los brazos a papá y comienzo a caminar con cuidado, pero ágilmente hacia el cuarto más cercano que es el de mis papas, esquivo pedazos de vidrio grandes pero no me es posible evitar los pequeños charcos del licor derramado me apresuro dos baldosas más y cierro la puerta con seguro, me tiro sobre la cama destendida y como era de esperarse aparece en la mitad inferior de mi cuerpo mi cola de sirena.

— Ah —gimo, procedo a extender mi brazo y mano realizando una calefacción instantánea.

— ¡RECOJAN ESTA BASURA YA! — grita de nuevo.

— Unos segundos más y ya esta —hablo para mí misma, me concentro en secarme.

— ¡Sárali ayúdame! —gritaba mamá desde lejos, me puse rápidamente dos sandalias en los pies una rosada en el pie derecho y una roja en el izquierdo, quito el seguro de la manija y la giro empujando la puerta hacia mí, salgo y camino por la entrada de la casa, me dirijo hacia la cocina veo a mi papá parado en frente de mi mamá gritando haciendo un ademán de pegarle en la cara mientras golpeaba las cuatro paredes con su voz.

— ¡RESPETEME! ¡USTED DEBE HACER LO QUE YO DIGA!

— Papá detente, cálmate —me aproximo situándome en medio de los dos extendiendo mis dos manos hacia su pecho intentando empujarlo hacia atrás — "Dios, ¿por qué tiene que pasar esto siempre?"

— USTED ES UNA CUALQUIERA, YO NO SÉ POR QUE ME LA PASO TRABAJANDO POR ESTA —Señala a mamá— EL DÍA EN QUE USTED SE MUERA YO VOY A HACER LA FIESTA MÁS GRANDE DEL MUNDO.

Mamá que se encuentra detrás de mí, acorralada entre la estufa y mi cuerpo que se pone delante de ella comienza a sollozar, inhala y exhala con fuerza, comienzan a brotar de sus ojos lágrimas, de espaldas puedo notar como esconde su cara con sus brazos y como habla con debilidad intentando defenderse.

— Yo no voy a tolerar más esto, estoy candada, ¡ESTOY HARTA! — extiendo mi pierna derecha hacia el frente y bajo mi brazo un poco —DE PEQUEÑA NO PODÍA HACER MUCHO PERO ESTA ES LA ÚLTIMA VEZ QUE LE HABLAS ASÍ A MI MAMÁ —dirijo la palma de mi mano que es presionada por mis dedos al frente de él, todo mi cuerpo esta tenso, rígido, el calor recorre mi cuerpo como si fuese una corriente del río que se mueve con fuerza, desemboca del talón a la planta y dedos de mis pies, sube y recorre las rodillas, fémur, muslos, continua por mi abdomen, costillas, avanza hacia los hombros luego sube hasta la parte superior de mi cabeza justo en el hueso parietal, siento fuego por todo mi cuerpo.

— "Al parecer mis manos no son las únicas que emiten calor todo mi cuerpo tiene esa habilidad" —pienso, él comienza a rascarse el cuerpo, se quita el abrigo negro que tenía puesto.

— Mamá sal de ahí, ve y calma a Jam ¿sí? —Le extiendo mi otra mano y le sonrió sin mostrar los dientes, mientras ella da un paso al lado de mi papá que se encuentra estático, con la otra mano se frota los ojos llorosos, sale de la cocina y da un par de pasos hacia el la puerta patio, de lejos la escucho saludar al perro. Cierro la puerta de la cocina y observo a mi padre, me deleito con su incomodidad, presiono más fuerte mis manos.

— Sárali sírveme algo de tomar no me estoy sintiendo bien — dice en voz baja por primera vez desde que llego, le respondo con más calor.

— Ayúdame estoy muy mal — susurra.

— Prométeme que esto no va a volver a pasar, que no tratarás mal a mi mamá y que serás un buen esposo el resto de tu vida, tose y débilmente balbucea que cambiara.

— Ahora ruégame, por tu vida — le digo mientras lo veo caer al piso como si se tratará de un desmayo.

— Te lo ruego... por favor — susurra mientras cierra los ojos débilmente, abro mi mano totalmente, bajo mi brazo, me dirijo al lavaplatos saco un vaso sucio del fregadero, lo lleno de agua y se lo tiro a la cara sonriendo.

En el instituto

— Hola Li, ¿Cómo estás? —saluda con pico en la mejilla.
— Bien, ¿Noah y tú? —sonríe.
— Bien, ¿Qué hicieron ayer?
— Le dimos un pequeño susto a Harry, estaba acosando a Alison — Lisa se sienta sobre la acera del pasillo, coloca su maleta negra al lado derecho a la altura de unos botines negros también y le cuenta a detalle lo ocurrido.
— ¡Le congelaron los pies! Pudo haberse muerto, cómo hicieron eso —dijo mientras se ajustaba las gafas y colocaba su mano derecha en la frente mirando de un lado a otro.
— Se lo merecía, molestaba a Lisa, así que nos molestaba a las otras tres.
— Lisa tú no serias capaz de matar a una persona, eres buena te conozco.
— Te dejo Noah, tengo clase —comenta lisa cortando la conversación mientras toma su maleta y camina rápidamente por el pasillo.

H2O sirenas del mar, un mundo nuevo.(3 Spin-Off)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora