Cap 25 Instinto

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— No he visto en todo el día a Alison y tampoco a Sara — comenta moviendo su cabello dorado hacia su espalda.

— Sí Eli, yo tampoco las he visto, qué extraño —hice una mueca y levanté levemente los hombros— bueno, ¿vamos a almorzar?

— ¡Sí! tendremos que ir a la cafetería y hacer fila —Se pica la oreja— porque esta vez no está Sara para calentar los almuerzos, así que apresurémonos.

Lisa y yo caminamos hacia la cafetería que era una especie de plazoleta de comidas como en los centros comerciales, con bancas y mesas plásticas de colores verde, amarillo, rojo y azul atornilladas al suelo en la mitad del lugar que no te permitían moverlas, eran tan incomodo, por eso preferíamos comer afuera, la cafetería también contenía pequeñas tiendas o stands de comida en los extremos, no era que la comida no fuese rica, pero era mejor traer el almuerzo porque nos evitábamos hacer fila para comprar y para reclamar. Justo en la mitad de la tienda de pastas y ensaladas vegetarianas se encontraba un pequeño pasillo de tres metros que dirigía a un gran salón donde había una larga fila de aproximadamente treinta estudiantes que querían calentar sus almuerzos en los microondas, cabían entre dos o tres tazones de almuerzo en cada uno y el tiempo estimado para calentar era de tres o dos minutos incluso existían personas que ponían cinco minutos de tiempo como si planearan cocinar comida cruda. Se localizaban sobre el mesón blanco cuatro microondas, seguramente solo serían unos quince minutos de espera mientras los que ya se estaban acababan y pasaban los demás pero... ¿por qué habríamos de esperar? mire a los ojos a Lisa y ella entendió mi intención rápidamente, me señalo que diera unos pasos hacia atrás, seguido a eso jugueteo con sus manos y en menos de diez segundos los termos de bebida de los estudiantes de adelante estallaron, salpicándolos, estropeando su ropa, dejándola con manchas de bebidas. Sitúe la mitad de mi mano sobre mi boca tapando mi risa, las personas hacían gestos de disgusto y desagrado, movían sus manos para escurrir el líquido, mientras se miraban así mismos, como esperábamos caminaban de prisa hacia la salida, seguramente iban al baño a secarse e intentar limpiarse, le di unos pequeños golpes en la espalda a Lisa mientras le sonreía de medio lado orgullosa.

— ¡Me las vas a pagar Noah! — dijo Ryan que empujaba de hombro a Noah que venía corriendo hacia nosotras, disgustado por su camiseta blanca llena de manchas de Coca-Cola.

— Pero yo no hice nada.

— Es cierto, pero esto te divierte y a mí me molesta —dijo Ryan que era el último en salir con Eric.

— Chicas no pueden hacer esto —dijo mientras se giraba dándonos la espalda—se están exponiendo— extendía sus manos y cerraba las puertas— ¿No ven la gravedad? — ponía por último el pasador que inhabilitaba que alguien abriera las puertas.

— ¿Por qué venias corriendo? —pregunté inclinando mi cabeza un poco de lada hacia abajo.

— Las he estado buscando, vengo de una reunión con mi jefe y dijo que hoy están retomando la construcción del parque en Mako —traga saliva.

Lisa y yo nos miramos de inmediato boquiabiertas, camino hacia la salida asomo mi mano a la puerta justo después de que el mencionara a Mako, quito el pasador y Lisa abre de par en par las puertas, corremos con velocidad por el pasillo, saltando de dos en dos las baldosas, cruzamos por la plazoleta y los restaurantes saliendo de la cafetería.

— Chicas mi lancha está en el muelle, yo las llevo —comenta agitado y sin aire Noah que estaba al lado de Lisa.

— ¿De qué hablas? ¡Somos más rápidas nadando! —lo mira incrédula, torciendo los ojos.

Al salir del instituto se sentía sobre mi espalda un gran peso, me sentía agotada, con dolor de cabeza y con una inmensa preocupación por la isla, Lisa no decía nada y Noah solo le indicaba al conductor por donde debía ir para llegar a la casa de Sara que era más cerca que la de Alison, El taxista era un señor viejo lleno de arrugas en el rostro y con la cara permanentemente tensa, se notaba que era un cascarrabias. Estábamos a un par de cuadras de la casa de Sara, después del parque eran contadas las casas que debíamos pasar, asomaba mi cabeza por la ventana que tenia el vidrio unos pocos centímetros de altura unos cinco aproximadamente, me tomo la molestia de bajar más el vidrio moviendo la manivela en círculos.

— ¡Sara! —grita con fuerza Noah por la ventana del copiloto, a lo que el señor se queja.

— Ushhh.

Al escuchar a Noah gira su cabeza al auto y nos ve de reojo, sorprendida camina hacia el auto amarillo, detrás de ella viene su perro que lucía un sedoso pelaje negro, el blanco rodeaba su pecho como sus cuatro patas y cola, una mancha café se posicionaba sobre el hocico y parte de la piel de sus ojos, tenía demasiadas manchas negras y cafés en el rostro, era demasiado lindo, cargaba en su boca una pelota roja.

— ¿Qué están haciendo acá?

— Te vinimos a buscar, es Mako — comente desde el fondo del auto.

Sara perpleja, abre el auto y se sube al lado de Lisa, da unos pequeños golpes sobre sus piernas indicándole a Jam que subiera, se rompe mi concentración en el perro y me fijo como el conductor levanta su mano derecha señalando con el movimiento del índice que el perro no podía subir, me enojo e inconscientemente gruño sacando los dientes, el anciano se levanta un poco y gira la cabeza hacia atrás y nota como mis dos amigas hacen los mismo que yo, mostrando unos colmillos de aproximadamente tres o cuatro centímetros. Noah se queda por unos tres segundos mirándonos, parpadea fuertemente y rompe el silencio.

— Por favor siga derecho hasta retomar la vía principal, allí giramos Y

— No, llévenos hasta el muelle, tú ve y busca a Alison no hay tiempo para perder — Interrumpe Sara mientras le masajeaba la oreja a Jam.

Así fue, nos dejó en el muelle y Noah siguió la ruta con el anciano hasta la casa de Alison con el perro de Sara que no paraba de aullar cuando se bajó del auto.

— Tranquilo amigo no te dejare solo —Le susurra Noah a Jam mientras le da unos pequeños toquecitos en la cabeza.

Sara se queda por unos minutos dándole indicaciones a Noah de cómo cuidar su perro y le entrega la correa y pelota amenazándolo con no perderla. Finalmente todas nosotras nos lanzamos con fuerza en clavado hacia el mar, arrasando con las olas que venían del lado contrario, un poco más en lo profundo surfeábamos sobre el agua a unos 300 kilómetros por ahora y en cuestión de minutos llegamos a la isla, nadando hacia arriba en ondas y con nuestro brazo derecho extendido sacamos nuestras cabeza viendo como los arboles eran talados y arrancados con brutalidad del suelo, como encerraban en jaulas a las serpientes, monos, pájaros y cuanto animal veían, Desangrando sin pudor la isla.

— ¿Listas? —pregunté y las demás asintieron, seguidamente comenzamos a cantar al unisonó el cantico con el que intentamos a ahogar aquella noche de luna llena a Noah.

Oh oh oh oh oh
Oh oh oh oh oh
I'll seek you out

Deténganse, esto no puede acabar así.

Flay you alive
One more word and you won't survive.

H2O sirenas del mar, un mundo nuevo.(3 Spin-Off)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora