Segunda Parte de Forbidden Love...
Trunks un joven de 22 años, es hijo del famoso arquitecto Vegeta Ouji y de la famosa científica Bulma Briefs, no tiene novia, porque no le gustan los "compromisos"...
Hasta que un día una doméstica llamada Mai, va...
Trunks y yo nos miramos, pensé que Vegeta no vendría a almorzar, pero como le dije a mi hijo voy a ayudarlo, solo porque defendió a Marron de un patán como Ubb y además ya tendrá suficiente con el castigo que le di.
-Hola cariño, no esperaba que estuvieras aquí tan temprano- me pongo de pie y camino hacia el para plantarle un corto beso en los labios
-Hola nena, tuve la oportunidad porque el inversionista cubano me cancelo la junta a última hora, porque se le presento una emergencia- me responde dándome otro beso
-Y no has respondido mi pregunta Trunks, no has dicho ni pío desde que llegué- el se pone nervioso y yo igual
-Te seré sincero papá, me peleé en la escuela con Ubb, pero no fue por pura diversión, recuerdas que te había dicho que el estaba empezando a cambiar, el caso es que hoy trato mal a Marron, ella es una persona importante para mí y no iba a permitir que le dijera cosas malas- le responde mirándolo fijamente, pero se que por dentro tiene algo de miedo por su reacción
-Hmm y dejame adivinar, te suspendieron, por cuánto tiempo será?- le pregunto algo serio
-Por dos días-
-Perfecto, pero no te quedaras de holgazán...- lo interrumpo
-Ya le di un castigo a nuestro hijo, no te preocupes por eso cariño- el me mira y asiente
-Eso espero, solo almorzare y tendré que regresar, tengo muchas juntas el día de hoy- dice cambiando de tema, eso me sorprende un poco, pero no decimos nada
Katherine entra a la cocina, saluda a Vegeta y le sirve la comida, se sienta a nuestro lado y nos disponemos a comer.
*************
Ha llegado la noche, tal y como lo dijo Vegeta comió, se despidió de nosotros y se fue a la empresa, me lleve a Trunks al laboratorio para que me ayudara a cargar unas cosas y con unos proyectos que tenía pendientes con su ayuda pude terminar más rápido.
Termino de hacer mi rutina de skincare, mientras que Vegeta está sentado en la cama atendiendo un par de llamadas, me doy la vuelta y me siento a su lado, el me sonríe y coloca una mano en mi cintura, después de unos segundos termina su llamada, deja su celular en la mesa que está a lado de la cama.
-Pense que regañarías a Trunks-
-Ya tiene más de 18 años, ya sabe lo que está bien y mal, no voy a estar detrás de el como si fuera un niño, porque el afectado será el y no yo- me dice serio mientras se va quitando su ropa
Yo me quedo embobada mirandolo, sus pectorales tan fuertes, su piel canela, sus brazos que me arropan cada noche, se quita su pantalón quedando únicamente en bóxer, pasó con lentitud mi saliva por la garganta, es que acaso este hombre jamás dejará de ser tan sexy?
-Cierra esa boquita nena o bueno al menos por el momento, ni creas que he olvidado que dejamos algo pendiente en la mañana- su varonil voz me saca de mi trance, me sonrojo y miro hacia otro lado
-Kami, eres insaciable- le reprochó y el se ríe
-Mira quien lo dice, la que en la mañana quería que la azotará más fuerte- me dice en un tono lleno de lujuria, a pesar de los años, este hombre siempre me hace sonrojar y lo digo en todos los aspectos
-Ay ya, pero no voy a negar que lo disfrute, así que te tengo una sorpresa, solo dame unos minutos iré al baño- le digo al mismo tiempo que tomo una bolsa que compre en una sex shop
-Mmm, déjame adivinar, un nuevo juguete o un conjunto de ropa de encaje- me dice mientras se sienta en la cama
-No comas ansias cariño, solo espera un poco- le doy un beso y entro al baño para cambiarme
Me quito toda mi ropa, hasta quedar desnuda, hace unos días fui a la sex shop por unos juguetes sexuales y unos conjuntos muy sexys, además compré unos condones de sabores, he tenido ganas de probarlos, como practicamos casi a diario el sexo oral, quiero probar algo distinto.
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Me colocó el conjunto y me acerco al espejo, saco mi brillo labial sabor cereza, el que le encanta a Vegeta, me lo aplicó y tomo la caja de condones, porque se que vamos a usar demasiados, ambos somos insaciables, algunas personas decían que con el paso del tiempo el deseo y amor hacia sus parejas desaparecía, pero conmigo y Vegeta no es el caso, cada día nos amamos más y del deseo ni hablamos.
Agarro mi bata de seda transparente y me la colocó, pero no me la amarró, abro la puerta del baño. Choco con la mirada cargada de deseo de Vegeta, su boca se abre en una perfecta "o", sonrío y camino lentamente hacia el hasta quedar a unos cuantos pasos de el, su mirada me recorre por completo, colocó mis dos manos en la bata para quitarmela por completo y está cae al suelo.
El en un abrir y cerrar de ojos me toma con firmeza de la cintura y besa mis labios con pasión, se que no será delicado y eso me vuelve loca.
-Te ves tan deliciosa con ese conjunto, pero lastima, tendré que quitarlo-
Procede a dar mordidas y besos húmedos en mi cuello, mientras sus manos se dirigen a la parte trasera de mi bra, pero antes de que pueda quitarlo, quito sus manos y lo aviento con suavidad a la cama, mientras el me mira atónito y con deseo.
-Esta vez las cosas serán a mi manera Ouji- le digo al mismo tiempo que me siento encima de su prominente erección
Se me hace agua a la boca de tan solo verlo, empiezo a moverme en círculos y está se hace aún más grande, ahora lo hago de atrás hacia delante, estoy empezando a humedecerme, sin dejar de hacer el vaivén, le doy un corto beso y hago un recorrido con mis labios hasta su cuello, doy una ligera mordidas y el gruñe.
-Oh, me encantas Vegeta, no te contengas, demuéstrame todo ese placer que sientes al tenerme expuesta ante ti-
Beso sus pectorales, para ir bajando, como el solo se encuentra en bóxer, los bajo con rapidez, dejando expuesto su exquisito pene, al hacer eso, este golpea mi cara, ambos gemimos extasiados ante esto, el lo toma con su mano izquierda y vuelve a repetirlo, mientras yo cierro mis ojos y abro mi boca, sacando mi lengua para lamerlo un poco, puedo sentir su salado sabor y eso me encanta.
-Chupamela toda nena, quiero sentirla al fondo de tu garganta- me pide cegado por el deseo y yo suelto un jadeo
El sonido del celular se hace presente en la habitación, nos detenemos, pero sin cambiar de posición, nos miramos, pensando en si deberíamos de responder o no, tal vez sea una emergencia.