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Narrador omnisciente

Quetzalcoatl se impulso velozmente hacia Mictlantecuhtli, y usando su cuerpo comenzó a enrollarlo.

Quetzalcoatl: ¡Deja este lugar en paz!

Mictlantecuhtli: ¡NUNCA!

El Dios de la muerte desgarro la piel de la serpiente, la cual aflojó su agarre permitiéndole escapar.

Quetzalcoatl: ¡Xolopiti! (¡Imbécil!)

Mictlantecuhtli: ¡Todos ustedes son inferiores a mi! ¡Aceptalo de una vez Quetzalcoatl, nunca podrás contra mí!

Quetzalcoatl: ¡No eres rival para mí!

La serpiente se lanzó contra la calaca y al llegar a él, lo tomo con la mandíbula y lo arrastró por todo el lugar.

Mictlantecuhtli: ¡SUÉLTAME!

Quetzalcoatl ignoro el grito del otro y continuo con su recorrido, hasta que Mictlantecuhtli golpeó su rostro ocasionando que lo soltará, luego lo tomó de la cabeza y derribo a la serpiente.

Quetzalcoatl: ¡Agh!... ¡Te regresaré al Infierno, pedazo de mierda!

Mictlantecuhtli: ¡Quiero verte intentarlo!

El de cuerpo esquelético tomó su macuahuitl y cortó una de las alas del quetzal, quien siseó de dolor.

Quetzalcoatl: ¡Te mataré!

Quetzalcoatl por fin había mostrado los colmillos, lo que significaba que estaba verdaderamente molesto.

Se acercó a una gran velocidad y mordió la huesuda mano del otro, ocasionando que este soltará su arma.

Mictlantecuhtli: ¡No creas que por haberme mordido ganarás! ¡JAJA Tu estúpido veneno no puede hacerme nada!

Quetzalcoatl: ¡¿Quien dijo que te inyecte mi veneno?!

Esto lo dijo con una voz burlona, para después revelar la mano completamente desecha del otro.

Mictlantecuhtli estaba impactado, pero sin esfuerzo alguno regeneró su brazo, así siguió el quetzal quien con su saliva tóxica deshacía los huesos del otro, una y otra vez cansando cada vez más a la calavera.

Quetzalcoatl: ¡Que sucede idiota, ¿Te cansaste tan rápido?!

Mictlantecuhtli: ¡M-maldito....! ¡Voy a arrancarte esas estúpidas plumas!

Se lanzaron de nuevo a la lucha, Quetzalcoatl acestaba mordida trás mordida rompiendo los huesos del otro, pero en un descuido una mano atravesó su emplumado pecho.

Quetzalcoatl: ¡¿C-cómo?!...

Mictlantecuhtli:.... Eres igual de predecible que esa perra... Y esta vez nadie vendrá a salvarte~

La sangre escurría de su pecho, pero una lanza lo alejo de la serpiente.

Mictlantecuhtli:..... ¡Cómo es que sigues viva!

Mictecacihuatl: Te lo dije.... ¡Protegere el Mictlan con mi vida!

La Diosa volvió a la batalla, mientras Quetzalcoatl se recuperaba.
.
.

Coatlicue: ¡Te encuentras bien!

Quetzalcoatl: Mierda... Lo subestimé...

Coatlicue: Tienes que ayudarla... Ella no podrá sola...

Quetzalcoatl: Aunque me cueste admitirlo, necesitamos a los demás.... Es demasiado fuerte

Iduna: ¿Quieres que traiga a los demás dioses?

 ♰ÐłФSΞS♰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora