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Narra T/N

Mis ojos se abrieron de manera rápida, mi mente poco a poco comenzaba a recordar mis últimos momentos antes de quedar inconsciente frente a la extraña figura que creí imaginarme.

Intenté subir mi mano para colocarla en mi rostro pero la gruesa soga que estaba alrededor de mi cuerpo me lo impedía, di varios jalones con mi cuerpo solo para poder salir de ese enredo. Una, dos, tres, cuatro..... Era imposible y comenzaba a desesperarme. No estaba todavía lo suficientemente consciente para tener la fuerza de quitarme de ahí.

Levanté mi rostro, observando aquel lugar con un vacío interminable, no tenía algún tipo de conocimiento de donde me encontraba, solamente estaba yo postrada en una silla, amarrada tal cual como si fuera algún rehén. Moría de frío por el viento que podría visualizarse desde lejos en unos árboles que eran iluminados por la luz de la luna.

Quería salir de aquí ya. Moría de frío, hambre y solo estaba yo, una silla, una soga y mi mente jugando un truco muy malo. Solo para sentir desesperación dentro de mí. Sin contar la sangre helada qué tal vez tenía tiempo saliendo por mis fosas nasales.


Comencé a escuchar pasos entre las ramas que se observaban lejos de mí, mis pensamientos se llenaron en pedir auxilio rápidamente.



—AYÚDENME! POR FAVOR!.—



Los pasos pararon en seco ante mi grito de desesperación, respiré, intentando visualizar de lejos una sombra completamente negra. Grité de nuevo, pensando que probablemente quería saber de dónde provenía el grito solo para encontrarme.






—POR FAVOR! Necesito salir de aquí!.....—



Mis lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, solo deseaba ver a Silco de nuevo, estas en sus brazos, antes de simplemente y probablemente morir.

Comencé a escuchar más pasos cerca de mí, observando una gran figura por la poca luz, acercándose.
Intenté calmar las emociones que brotaban en mi, solo para estar en completo silencio mientras esperaba lo mejor o lo peor.



De pronto y sin previo aviso, observé cómo la gran figura se levantó en dos patas, visualicé su piel pero no lo era, era su propio pelaje. Me miraba lleno de resentimiento desde lo más lejos. Mis lágrimas dejaron de salir, estaba boquiabierta, no podía creer lo que estaba sucediendo.








Era él.







Warwick.















Se acercó lentamente a mí, mientras yo mantenía mis ojos cerrados ante un posible sueño, para mi mala suerte no lo era, esto era la realidad.



—No es necesario Gritar, Nadie te escuchará.—






Abrí mis ojos, sorprendida por escucharlo hablar, era aquel especio tipo lobo pero al mismo tiempo era lo más humanizado posible, transmitía miedo, terror.




—¿Quién eres? ¿Porqué estoy aquí?.— Pregunté.










—No me reconoces.....Te vi, tú estabas ahí. Permitiste que aquel, a quien llamaste padre, me convirtiera en lo que soy...... Ahora Todos Van a Pagar, Incluyendo a Silco.—

𝘔𝘢𝘯𝘪𝘢𝘵𝘪𝘤 | Silco (Arcane)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora