36

1.2K 91 25
                                    

*Narra T/N*












—SEVIKA LÁRGATE— Grita Silco.







—Me voy solo unos días y los encuentro follando en la oficina—




Tenía la cara completamente roja, no podía creer que nos acaban de interrumpir nuestro momento.

Maldecía en voz baja mientras cubría mis pechos con mis brazos, dejándome abrazar por Silco.

Silco me tenía en sus brazos y sentía su respiración, era tan agitada, no sabía realmente si era por el susto que habíamos tenido o por el coraje que tenía con Sevika por arruinar nuestro momento.

No podía dejar de mirar la cara de Silco, debido a la vergüenza que sentía si volteaba a mirar a Sevika.




—Silco, hay un problema, tienes que venir de inmediato—




Silco respiró profundo y conectó su mirada con la mía

¿Ahora que había pasado?

Era una pregunta que no me permitía pensar en otra cosa.







Escuché el sonido de la puerta cerrarse, Sevika se había ido de la oficina, dejándonos solos a mí y a Silco.

No tardé en separarme de los brazos de Silco y bajarme su regazo lentamente, con mis ojos buscaba donde había quedado mi vestido pero por alguna extraña razón no lo encontraba.

Miré a Silco, estaba observándome semi desnuda mientras estaba buscando mi vestido, lo observé frunciendo el ceño.


—Silco, ¿Donde dejaste mi vestido?—




—Te diré solo si me convences—



En nuestras caras se pintó una sonrisa de forma simultánea, quería jugar conmigo.

Me acerqué, poniéndome de rodillas frente a él, estaba dispuesta a jugar el mismo juego que él, a pesar de que Sevika había entrado, él todavía seguía excitado ante la situación.


Observé como se puso más recto en su silla, acercando una mano a mi cara y acariciándome la mejilla.





Antes de hablar, quité con una mano el cabello que tapaba mis pechos, dándole esa vista solamente para el, observaba como constantemente bajaba la mirada de mis pechos a mis ojos.







Papi, ¿Puedes decirme dónde está mi vestido? Por favor—




Estábamos tan cerca que nuestras narices rozaban, pequeños centímetros nos separaban de nuestros labios y él me miraba deseando estar dentro de mí.

Yo miraba sus ojos pero al mismo tiempo no podía evitar mirar hacia abajo, especialmente en su gran bulto.




—A papi le gusta más verte desnuda frente a él—




Mi mirada volvió a concentrarse en él, hace rato que tenía que irse pero seguía jugando conmigo, él quería estar conmigo.



𝘔𝘢𝘯𝘪𝘢𝘵𝘪𝘤 | Silco (Arcane)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora