[8] [Mentiras de un joven enamorado]

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Dentro del cuarto de hotel estaban los cinco cantantes reunidos después del ajetreado concierto. Escuchando al representante y manager sobre los cambios que habrían para la próxima gira, los horarios de viaje y el tiempo que deberían llegar a cada uno de ellos. Todos atentos asintiendo.

Bueno, cuatro de ellos lo hacían pues Yeonjun tenía puesta toda su atención en otra parte de su mente que no era la discusión con los demás.

—El ensayo será a las siete de la mañana. Recuerden llegar a tiempo para poder preveer o hacer cambios de ser necesario. El equipo de vestuario estará allí para que se midan los trajes y hacer ajustes si lo requiere —el hombre mayor se levantó con una sonrisa, mirando a los cinco jóvenes que también le siguieron respetuosamente—: gracias a todos por su esfuerzo.

Cada uno hizo una reverencia al representante. El manager se despidió de ellos, saliendo de la habitación después de decirles que la cena será entregada por el servicio dentro de una hora. Luego de ese aviso, los dejaron solos.

—Haré vlive, el staff ya colocó el equipo — anunció el menor de todos, recogiendo sus cosas necesarias para ir a su habitación.

—¿Puedo integrarme? Tengo tiempo en lo que llega nuestros pedidos— preguntó Beomgyu a Kai quien sonrió alegre por la compañía brindada de su mayor.

—Claro, hyung. ¿Ustedes vienen?

—Yo sí —Taehyun habló desde la otra punta del cuarto mientras miraba su celular. Elevando su mano al dar su respuesta.

Kai asintió afirmativo. Beomgyu desvío su mirada de su propio teléfono para preguntar a los dos que no habían hablado desde que acabó su concierto o desde que entraron a la habitación.

— ¿Qué hay de ustedes dos? —los miró. A diferencia de Kai y Taehyun quienes miraron a ambos mayores con ojos levemente preocupados por distintas razones. Beomgyu no parecía estar en la misma sintonía que ellos porque se sorprendió al escuchar ambas respuestas.

—Iré a ducharme, quizás después —respondió sereno Soobin, viendo su celular en la otra mano como si fuera todo lo interesante en la pequeña sala.

—Entonces no te importa que nos comamos tu parte de tattebokki —Beom sonrió malicioso. Soobin rodó los ojos y suspiró.

—Para mi suerte, pido dos raciones porque sé que eres un bocazas y que te vas a comer mi parte. Entonces pueden comer ese —miró de reojo al mayor quien seguía pensando en silencio. Soobin tragó—: yo comeré ramyeon con Yeonjun hyung.

—¿Uh?

Desde hace unos días antes de la gira, Soobin andaba con una actitud levemente indiferente. A la vista de todos, esa actitud lo relacionaban a que como prontamente tendrían su primera gira y como líder la presión que llevaba debía ser mucha. Considerando que su relación con Arin no andaba muy bien. Soobin no estaba en condiciones óptimas.

Beomgyu se dió cuenta de que la actitud de Soobin no es que fuera indiferente en totalidad, sino, distraída. Ese semblante serio cambió hace apenas unas horas.

Al finalizar el concierto normalmente el líder iría con Kai y él a comprar comida juntos. Harían bromas entre los dos como siempre acerca de porqué Beomgyu debería llamar a Soobin su hyung, o si ambos eran solamente dos tontos que les gustaba competir en bastantes cosas sin sentido. Soobin se reiría de las estupideces que el menor de los tres saque a la luz por sus ocurrencias sin fin y cantaría bobadas con Beomgyu mientras Kai ríe y toma fotos de estos momentos.

Pero esa noche, no fue así. Soobin ni siquiera le dirigió la palabra y eso ocasionó en Beomgyu cierto sentimiento de abandono cuando en lugar de ir con él —como todos los días— fue tras Yeonjun. Dejando sus planes atrás.

EL PRECIO DE LA FAMA | SOOJUN ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora