[4] [Estancados]

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—🥀

—¿Bueno?

Creí que me llamarías cuando llegaras.

—Oh...—lamió sus labios pues había olvidado sus propias palabras—, lo siento. Se me pasó el tiempo viendo los detalles para el comeback de mi grupo, arreglar el horario de las entrevistas con mi manager y... —talló su frente con la palma de la mano, suspirando pesadamente— esto es una mierda —pensó. En su lugar dijo— lo siento Arin, seré más atento la próxima vez.

¿Estás bien? Te oyes angustiado. ¿Pasa algo Soobin-ssi?

—¿Eh? No, no me pasa nada —se aseguró de no hacer ruido para que sus menores durmieran.

Volteó a aquella puerta que pertenecía a Kai, de la segundos antes fue a supervisar para ver las condiciones de su menor y luego de estar seguro de que estaba bien, fue directamente a su habitación.

Siguiendo con la llamada, Soobin se recostó en la cama boca arriba. Extendiendo su brazo desocupado mientras sostenía el teléfono con su otra mano, pensando en todo y en nada.

El cuerpo le pesaba drásticamente por las prácticas, sus hombros se sentían tensos y la cabeza le dolía.

Mañana apenas iniciaban las promociones para su grupo. Necesitaba reponerse. Como sea pero pronto, dicho eso, se levantó y del cajón sacó una pastilla la cual tragó sin más, acostumbrado totalmente por lo que un vaso de agua no fue necesario.

Volvió a acostarse.

El silencio emergido ponía más agotado a sus ojos que querían cerrarse pero al primer pestañeo de sueño, recordó que estaba en llamada. La voz de Arin lo hizo acordarse.

¿Qué haremos, Soobin-ssi? —Arin calló unos segundos y suavizando su voz, dijo— los medios de comunicación se vuelven insistentes. Tienen fotos de mí y de ti, juntos. ¿No importa? Honestamente, a mí no, ¿Y a ti? Sin importar las consecuencias o lo que decidas, te seguiré amando, Soobin.

El hombre quien estaba mirando al techo se quedó mudo. Escuchando su propia respiración y la de la chica por la vía telefónica.

"¿Qué haremos?"

¿Qué debe responder? ¿Que tampoco le importaba que esas fotos fueran expuestas? ¿Que haría algo al respecto? ¿Que la seguiría amando también?

Pero...

—No sé...—dijo, casi en un murmullo.

¿Estaría bien decir algo que no estaba seguro del todo de cumplir? ¿Porqué de repente esta inseguridad lo atacaba? ¿Se supone que debía decirle a Arin que estaría para ella aún si decirle eso es como estar enterrando una mentira por alguna razón? ¿Porqué las promesas entre ellos se volvían cada día más difíciles de cumplir?

"¿Qué hago?"

Soobin. ¿Cuál es tu respuesta? 

—Uh, yo...—el aire se volvió escaso tan de repente—, no lo sé...yo...—el sudor bajó de su frente. Tragó en seco, dos veces— dame tiempo. ¿Sí? Justo ahora, debo pensar.

¿Más... tiempo?

—Sí, porfavor, yo de verdad ahora. Debo pensarlo.

La castaña mofo un sonido de entendimiento.

Ninguno dijo nada.

Soobin se enderezó, pensando en las cosas que debía cumplir a Arin como pareja. 

EL PRECIO DE LA FAMA | SOOJUN ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora