Capítulo uno

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Buenas! Os dejo el primer capítulo de la primera historia que escribo sobre Loki. La parte cursiva sería el presente y la que no está en cursiva son los recuerdos de Loki. ¡Espero que os guste! :*

Fandral, su mejor y único amigo, a quien le conocía desde la universidad, le había dicho que ya había hecho lo más difícil; y eso era pedir cita a un psicólogo e ir hasta allí.

Se encontraba en la entrada de la consulta con un picor en las manos que no se iba. Tenía terror a travesar la puerta porque para él no era entrar en una habitación sino entrar dentro de él. Escucharse por primera vez en años y eso le daba mucho pavor. Tomó aire y llamó a la puerta de la consulta.

Detrás apareció un hombre con una gran sonrisa amistosa en sus labios. Era más bajo que él y tenía el pelo de color castaño y unos ojos azules como el cielo. Se podía respirar simpatía por todos sus poros.

-Usted debe ser el señor Laufeyson ¿no?- el hombre extendió su mano- Charles Xavier- Loki le correspondió su mano- Pase.

El interior de la consulta era muy acogedor. Había un escritorio al fondo de madera oscura, y en medio de la sala había dos sillones enfrentados, en medio había una mesita de café. Todo tenía colores cálidos y estaba perfectamente ordenado, dando tranquilidad.

-Siéntese por favor.- le pidió. Loki hizo caso.

El sillón era cómodo, cruzó una pierna sobre la otra y junto sus manos en su regazo, jugueteando sus dedos entre sí por el nerviosismo.

-¿Le importa que le tutee? Puede tutearme también- Loki negó lentamente.- Bien, Loki. Quiero que sepa que esto es un lugar seguro y que no se te va juzgar por nada. Te voy a guiar para que puedas gestionar el problema por el que estás aquí pero realmente el trabajo es tuyo. No hay un camino definido, cada persona tiene el suyo propio- su voz era calmada y amable.

-Está bien- habló por fin.

-Bien ¿De qué quiere hablar?

Loki miró la mesita de café e intentó ordenar sus pensamientos.- Estoy aquí porque me gusta hacer daño a los demás- confesó.

Si a Charles le pareció una locura o una barbaridad no dio señales de ello. Mantuvo su amable gesto en el rostro.- ¿Y cómo exactamente les hace daño?

-Salgo con personas que tienen parejas y cuando me canso le mando las evidencias a sus parejas- dijo rápidamente. Cruzó miradas con su psicólogo pero éste no parecía alterarse ante lo que le acababa de decir.- Creo que el problema es que no puedo dejar de hacerlo.

-¿Qué sientes cuando lo haces?- cuestionó

-Como si fuera capaz de hacer lo que me proponga, de burlar la moral y salir impune- hizo una pausa- de sentirme querido.- murmuró.

-¿Y por qué has decidido cambiar esto?

-Por Thor.

-¿Quién es Thor?


Había sido un largo y ajetreado. Estaba cansado de tratar con tantos lectores en la feria del libro. Tenía ganas de llegar a casa, servirme un buen vino y hablar con mi amigo. Por lo que tras despedirme de mi editora, Darcy, saqué mi móvil y llamé a Tony Stark, mi última aventura, a quien tenía comiendo de mi mano. Me había prometido que me iría a recoger y llevarme a casa y puede que cayera uno rápido en la limusina. El teléfono dio varios pitidos hasta que por fin cogió el teléfono.

-¡Loki!- su voz sonaba animada.

-Oye ¿por dónde vas? Está empezando a refrescar- comentó mientras miraba de un lado hacia el otro en la calle.

El amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora