Aún recuerdo un poco de aquella noche. Peter y yo nos levantábamos como de costumbre a mitad de la noche por golosinas y uno que otro juguete, era como nuestra pequeña travesura, cómplices.
Éramos unos niños, no sabíamos que pasaba, no sabia el porque papá estaba tan desesperado buscando cosas y haciendo un desastre a su paso. Recuerdo salir a esa misma hora en el coche a toda velocidad junto a Peter y mamá mientras que papá conducía como si los altos no existieran. Puedo jurar que no era la única preocupada por aquella situación, todo pasaba muy rápido.
Fue cuando supe que algo andaba mal, cuando llegamos con la tía May y el tío Ben. Vi como bajaban a Peter con un montón de maletas, mi madre dijo que esperara en el carro mientras lo ayudaban. Nada de esto me daba buena espina, no sentía la confianza que mis padres me hacían sentir generalmente. Baje del auto y corrí hasta la casa, una vez dentro fui directo a Peter. Él era como mi lugar seguro, me ayudaba en todo, es mi hermano claro que sentía la necesidad de ir corriendo hacia donde estaba.
—¿Qué esta pasando?
—No lo sé, fueron a hablar a la cocina. —Peter me respondía mientras que trataba de asomar su cabeza en busca de respuestas.
Tal vez saldrán de viaje por el fin de semana, eso si era costumbre, siempre pasamos el fin con los tíos.
—Ten —estira su mano, con ella la pulsera de ligas que había hecho en la escuela el viernes pasado por tarea de artes.
Solo le sonreí. Él me la había quitado hace un par de días por pura maldad, sin motivo. Me enoje y le di un jalón en el cabello. Con mas razón no me la devolvió.
Volvimos a escuchar ruido de nuevo, quería regresar al auto pero ya era tarde, vieron que estaba ahí, mi única reacción fue soltar una risa nerviosa. Luego la risa se fue desvaneciendo al ver como abrazaban a Peter, mamá lloraba y a su mismo tiempo le daba besos en toda la cara. Sentí un jalón por parte de mi padre, quería que saliera de la casa, yo claro que trate de zafarme, quería estar con Peter, no quería irme. Fue imposible, todo termino en pataleos y en una mirada confusa entre los dos.
Las horas habían pasado y seguía sin verlo, dejarlo tan repentinamente en las manos de tía May no me hacia sentir bien. Todo el camino estaba haciendo montones y montones de preguntas, ninguna fue contestada.
Para hacer la historia menos larga, subimos a un avión vacío. Solo éramos nosotros tres y él, aquel maldito 'piloto'.
Papá solo trataba de tranquilizar a mamá, le decía que todo estaría bien, que todo era por mi seguridad y por la de Peter. Que yo era peligrosa, Norman Osborn nunca debía de encontrarme, no dejaba de repetirme eso.
Esas fueron sus ultimas palabras antes de que el sujeto con el que viajaba le disparara, él y a mi madre murieron a sangre fría ese día, dejándome sola. Después de eso no recuerdo nada.
8 años después.
18 años recién cumplidos. Trabajando como maldita para poder salir de este horrible pueblo con Eda, mi mejor amiga de la misma edad. Dos sueños que perseguir, New York y la universidad.
Cada día que despertaba miraba la pulsera, ocho años sin quitármela. Seguía pensando en ese día en el avión. Amanecí en el hospital con miles de dólares a mi cuenta, magia.
Ya ni siquiera quiero recordar el pasado, me tiene destruida. No puedo dejar de pensar si Peter me busca como yo a él. Las esperanzas solo se van con cada día que pasa.
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Secretos peligrosos
RandomTantos años tratando de buscar a Peter Parker, mi hermano. Tantas cosas que pase y él solo me está viendo con una sonrisa en la cara burlándose de mí. Pude entender que es un chico más de esos tantos, roto, descarado y despreciable. Harry Osborn.