Es sábado por la mañana y ya había terminado todos mis pendientes de la universidad, solo queda mi pendiente de ahora en la noche, la cita con Evan. Le conté todo a Eda sobre él, estoy segura de que esta más emocionada que yo, es mi primera vez saliendo con un chico.
Terminaba de tomar un batido de frutas, quiero tener una mañana más saludable, diferente a todas las otras desde que llegue aquí. Sali del departamento a eso de las 8, pensaba correr un rato y de paso ir a comprar el regalo de Eda aprovechando que esta trabajando.
Me acomode los audífonos poniendo música y solo soy yo corriendo. Después de media hora comencé a sentir una sensación insegura, es como si alguien me estuviera siguiendo. Recordé el otro día del maniático y la araña humana así que me asuste un poco. Elegí la opción de ir por una calle que estuviera con más gente, tal vez me podría escabullir.
Para ser sincera no es la primera vez que siento esto, un par de ojos, zapatos detrás de mi se escuchan desde hace días. No le he tomado importancia, ¿por qué? No tengo idea. Puedo decir también que no me he sentido bien físicamente, mentalmente un poco menos. Hay veces que estoy en el salón de clases y comienzo a sentir mareos de repente, dolores de cabeza y sudoración nocturna. Pensé que era normal porque acabo de llegar a una nueva ciudad, nueva escuela y todo eso, ahora paso el limite, iré al doctor.
Después de un rato deje de sentir la sensación extraña. Fui al centro comercial y compre el vinilo para Eda, me regrese en cuanto termine.
La noche había caído ya, en ella faltaban menos horas para ver a Evan. Eda acababa de llegar del trabajo cuando yo me estaba duchando, justo a tiempo para que me ayudara a elegir mi ropa.
—¿Quieres algo atrevido? —alzo una ceja, viéndome con un tono pícaro.
—Iré a comer pizza, seré todo menos atractiva.
Ella río para después seguir buscando que ponerme. Al final decidí por un vestido corto color blanco, con una chaqueta negra y botas negras. Cabello despeinado, un poco de maquillaje, de accesorio nunca falta la pulsera de ligas que me devolvió Peter, y estaba lista por fin.
Ya eran casi las 8 y media, más el trafico de seguro llegaría muy tarde. Estaba a punto de salir cuando olvide que no llevaba mi celular.
—Eda, ¿has visto mi teléfono? —dije gritándole desde mi habitación.
—Si aquí esta. —contesto desde la sala.
Rápido camine hacia allá, encontrándome con ella en el sofá comiendo cereal.
—Gracias. —lo tome rápidamente.
—¿No te vas a despedir? —me miro de reojo, acto siguiente metiéndose una gran cucharada a la boca.
—¿Vas a salir? —le pregunte, para después darle un beso en la cabeza. Algo de pronto llamo mi atención, dos cosas sorpresivas, Eda mirando el noticiero en sábado por la noche, y Osborn en la pantalla.
—¿Qué es eso? —señale el televisor.
—Oh si, es Harry Osborn dando su fiesta de bienvenida a la compañía. Es muy exclusiva, solo míralo, su traje de seguro cuesta más que toda mi ropa. Por cierto, si saldré.
—Si esta bien. —dije viendo el televisor, un poco boba viéndolo a él. Supe que me había desconcentrado así que me despedí, Eda igual.
Sali disparada a buscar un taxi, empezando por el problema de que casualmente ninguno pasaba. Cuando por fin me pude subir a uno, me lleve la maravillosa sorpresa del trafico, nótese el sarcasmo. Sin bromear, seguramente llevo más de 40 minutos aquí en el taxi, sentada sola esperando que avance esta fila imposible. Decidí bajar del taxi en medio del trafico y caminar, Evan ya llevaría casi dos horas ahí, todo por mi culpa de no salir tempano de casa.
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Secretos peligrosos
RandomTantos años tratando de buscar a Peter Parker, mi hermano. Tantas cosas que pase y él solo me está viendo con una sonrisa en la cara burlándose de mí. Pude entender que es un chico más de esos tantos, roto, descarado y despreciable. Harry Osborn.