El vuelvo se me había hecho eterno aunque haya dormido en todo el camino. Para ser la primera vez desde el traumático suceso no estuvo mal.
Habíamos llegado después de muchas horas por fin. Todo era como fantasía. Estoy a punto de cumplir mi sueño y eso me hace tener varias emociones. Tengo una gran ventaja y una desventaja al mismo tiempo, si es que se les puede llamar así. Siento mucho, vivo los sentimientos al limite y eso es bueno en el sentido de que puedo sentir la emoción y la alegría de una forma maravillosa y energética, la adrenalina y la vida al limite es una parte extraordinaria. Por otra parte, el enojo, la frustración y la tristeza se viven de la misma manera, al limite.
Tomamos un taxi para ir directamente al departamento, ahí nos esperaba la dueña para entregarnos las llaves. Podía notar la emoción de Eda, su vibra es contagiosa, su sonrisa de oreja a oreja viendo por la ventana del coche todos los grandes edificios. Me sentía verdaderamente feliz de que lo logre, entre a una buena universidad a pesar de todo, estoy aquí a pesar de todo y siempre me sentiré orgullosa de mí.
Después del trafico de media hora, llegamos. Era mas sencillo de lo que creíamos con respecto al manejo del equipaje, aprovechamos para hacer la rutina de abdominales con la maleta de maquillaje de las dos juntas. Subimos por el elevador para así poder llegar mas rápido, piso 7, fácil.
—Hola soy Margot, tomen. —estiro su mano para entregarnos a cada una la copia de la llave.
—Graci- —rápidamente fue interrumpida por la señora.
—Dos habitaciones, comedor, sala de estar, cocina, dos baños, escaleras, ¿cierto? —decía mirando un par de hojas que traía en mano.
—Si. —me limite a contestar.
Margot asintió y se fue.
—La gente newyorkina es algo simpática. —dijo Eda con el sarcasmo en todo su resplandor.
Solté una leve risa para así después abrir la puerta. Fue algo corta la bienvenida, no es como que la dueña nos tenga que recibir con flores pero...puede que tenga cosas que hacer, en esta ciudad todo es rápido.
Entramos al departamento y no supe que decir, hubo un silencio intenso por varios segundos. Como si nos estuviéramos llamando mentalmente Eda y yo nos vimos de repente. La siguiente escena es de nosotras dando gritos y saltos de alegría. El departamento era simplemente un poco de todo lo bueno que nos esperaba.
Horas y horas desempacando, gracias al ser universal que este departamento esta amueblado, el closet es lindo. Quise empezar por esto yo, Eda mientras fue a comprar el primer super, quedamos de acuerdo que seriamos unas jóvenes adultas responsables. Encargos de comida máximo dos días por semana, nada mas, nada menos.
Me gusta el orden, quiero que mi cómoda cama tenga las sabanas limpias que merece, las fundas, los adornos, los pocos de libros que tengo, todo debe de quedar este mismo día si no me volveré loca. La única persona desordena que puedo aceptar es Eda, yo seré como su mamá en esta aventura universitaria.
La noche cayo, por fin había terminado de arreglar las cosas de mi habitación y eso hizo sentirme más calmada y realizada. Decidimos encargar una pizza para cenar, es el primer día, se puede pasar por los hechos.
—Fue la mejor decisión este departamento, todo está limpio y ordenado, no tenemos que comprar esas plantas de plástico para que se mire bonito. —soltó Eda para después darle una gran mordida a la rebanada de pizza.
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Secretos peligrosos
RandomTantos años tratando de buscar a Peter Parker, mi hermano. Tantas cosas que pase y él solo me está viendo con una sonrisa en la cara burlándose de mí. Pude entender que es un chico más de esos tantos, roto, descarado y despreciable. Harry Osborn.