Un elfo como yo

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El Grinch miraba al pequeño elfo sentado en el sillón de la biblioteca. Max estaba recostado en su banqueta.

-¿Me estás diciendo que tu misión es hacer que yo, el Grinch, crea en la magia navideña y el amor y los regalos?

-Así es

Max y el Grinch se miraron y ambos soltaron una larga carcajada. El Grinch se quitó una lágrima de risa y suspiró

-No me había reído tanto desde.. pues nunca. Eres hilarante, pequeño

-Pero es la verdad

-Ay, ya detente antes de que me duela el estómago de la risa

-Santa quiere que todos sientan el espíritu navideño, que todos sean felices

-Pues dile a santa que este Grinch no caerá en esas tonterías. Jamás

-Pero..-

-¡Jamás!

El Grinch dio la vuelta y se encaminó a la salida

-Pero no podré irme de aquí hasta que complete mi misión

El mas alto detuvo sus pasos y giró lentamente, un tic apareció en su ojo. Se acercó lentamente al elfo con las manos cerrándose en puños

-¿Quieres decir que te quedarás aquí hasta que suceda un milagro imposible de Navidad? ¿Aquí en mi cueva?

-Si

-¡Noo! ¡No,no,no,no,no! ¡Apenas puedo soportar tu nauseabundo olor a caramelos! ¡¿Crees que pueda también aguantar tu ridículamente adorable presencia para siempre?!

-Para siempre es mucho tiempo

-JAMAS volveré a creer en la Navidad. Jamás. Y tú volverás a la nieve. ¡Max! Enséñale la salida

El Grinch dejó la biblioteca furioso. Max dejó salir un gemido triste y bajó de su banquito, le hizo una seña con la cabeza a Bernard para que lo siguiera y dejó la biblioteca. Bernard soltó un suspiro triste, se rascó la cabeza y dio los primero pasos hacia la salida, pero entonces se detuvo

-¿Volver a creer? Eso significa que en algún momento fue un creyente de la Navidad. En algún momento..fue felíz

Bernard salió corriendo de la biblioteca y bajó las escaleras toda velocidad. Se coló delante del Grinch y detuvo sus pasos

-¡Espera!

-¿Qué haces? Dije que te largues

-No es imposible, puedo hacer que creas de nuevo en la Navidad

-Pero no quiero hacerlo

-En.. Entonces me quedaré aquí. Estarás atrapado conmigo y mi.. mi adorable presencia

El Grinch lo miró fijo, alzó una ceja y lo empujó por el borde de las escaleras. Su grito se desvaneció en la nada debido a la profundidad de la cueva, el Grinch suspiró

-Silencio al fin. Max, al área de música

Bajó los escalones y se movió por la cueva hasta el cuarto músical donde estaba su querido órgano. Tomó asiento en el banquillo, tronó sus dedos, la espalda, el cuello y estuvo a centímetros de tocar las teclas cuando una voz lo interrumpió

-Eso no fue nada amable

-Oh, genial. Sigues vivo

Max ladró y fue a saludar al elfo lamiendo su cara. El Grinch giró en su asiento y se apoyó en las teclas provocando un lúgubre sonido en el órgano.

-¿Por qué no te rindes? ¿Tanto deseas regresar al Polo Norte?

-Santa me encomendó está misión precisamente a mí, no puedo defraudarlo. Y si lo logro tal vez pueda al fin formar parte del equipo de grandes inventores, los que hacen la magia de la Navidad realidad

El Grinch frunció los labios y miró atento al elfo. Regordete, torpe, insistente, algo ingenuo, despistado. Formó una sonrisa espeluznante y cruzó una pierna sobre la otra.

-No tienes un rango muy alto, ¿verdad?

-¿Qué quieres decir?

-Suenas tan desesperado por ese posible ascenso. Dime, ¿eres un simple elfo de taller?

-No

-¿Trabajas cerca de Santa? ¿En sus oficinas? ¿Su casa?

-No precisamente

El Grinch miró a Max, se llevaba muy bien con Bernard, y no era solo porque es amable. Entonces lo entendió

-Eres bueno con los animales. Trabajas en los establos, ¿no es cierto?

-Así es

-Dime, ¿por qué crees que Santa enviaría a un simple cuidador de renos en una misión tan importante como lo es evitar que yo arruine la Navidad?

-Santa cree en mí

-¡Error! Tú confías demasiado en Santa. Dime, ¿te has metido en problemas con él alguna vez?

-Tal vez se molestó cuando tomé uno de sus inventos

-Ah,eso tiene sentido. Ahora lo entiendo todo

-¿Qué es lo que entiendes?

-Mm, no sé si debería decírtelo. Podría dañar tu corazón de gelatina

-¿Qué es?

El Grinch volvió a sonreír y fingió una mueca triste

-Bernard. Santa no te envío en esta misión porque confía en ti, sino para mantenerte lejos

-¿Qué?

-Seguro está cansado de que un simple elfo de establo ande husmeando en su taller y acosando sus ventanas con la esperanza de trabajar allí algún día. Incluso Santa tiene esos sentimientos, ¿sabes? No todo es leche y galletas

-No..No puede ser

-Lo siento, pequeño. Pero tal vez esa es la verdad. Es decir, ¿tú, un pequeño elfo que limpia heces, contra mí, un genio malvado? Piénsalo, nunca tuviste oportunidad de completar esta misión y él lo sabe

Bernard bajó la cabeza y sus ojos se llenaron de lágrimas. El Grinch cambió su mueca por una sonrisa victoriosa y se levantó.

-¿Por qué no te vas a recostar un rato mientras yo preparo mi trineo personalmente para ti así vuelves a casa?

-Si.. Gracias

-No me agradezcas. Cualquier cosa por una gomita navideña como tú

El Grinch sacó la lengua asqueado por sus palabras y se dirigió a la salida del cuarto músical. Pero nuevamente fue detenido

-Aunque...bien podría quedarme aquí

-¡¿Qué?!

-Si no me quieren en el Polo Norte, ¿entonces para qué volver? Me quedaré aquí en la montaña contigo

-Eso no es...Es una pésima idea

-Te ayudaré con tus inventos

-Terrible. En serio

-Y cuidaré de Max si estás muy ocupado

-Eso...de echo suena muy bien. Pero, uh, creo que estarías mucho mejor allá abajo en Villa Quien

-¿Villa Quien?

-Villa Quien. Todos son muy alegres y aman la Navidad. Te llevarás de maravilla con ellos, serás como familia

-¿En serio?

-Si, claro. Y yo personalmente te daré un aventón hasta allí

-¿De veras?

-Si, de veras. ¡Max! ¡El trineo, ahora! Me dará un dolor de cabeza

Una verde Navidad (Freebatch/Grinard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora