- Creo que mejor me consigo otras prendas de ropa -menciono Anne al verse en el espejo, no sabía si había sido una buena idea haber hecho a Marcy acompañarla, pero necesitaba su opinión.
Marcy estaba a punto de preguntar el por qué, pero al ver a Anne lo comprendió, necesitaba tallas un poco más grandes, y era más para futuro, lo podía entender, así que sin más fue a ver algunas prendas de vestir que fueran más holgadas.
- ¿Qué te parece esto? -pregunto Marcy a lo que la omega la miro, la alfa traía algunas playeras holgadas, esas estaban perfectas.
- Son perfectas -menciono acercándose a Marcy para mirarlas.
Anne escucho unos murmullos y después pequeñas risas, miro de reojo y allí pudo ver cómo eran algunos omegas, estaban viendo a Marcy, pero también a ella, parecían estar burlándose, o seguramente se preguntaban lo que hacía aquella alfa con ella.
- Ignóralas -menciono Marcy llamando la atención de la omega-, solo son unas tontas -le sonrió.
Anne había comenzado a ser un poco molestado en clases, y es que algunos habían descubierto sobre su embarazo además de que sabían de su lazo roto, no sabía cómo se había extendido ese rumor, y lo peor era que siempre le mencionaban lo desafortunada que era al no haber podido estar con su alfa, que seguramente ella es una omega que no sabe cómo satisfacer las necesidades de una alfa y que simplemente los aburre y ellos lo desechan como una basura.
- No sé si podre -menciono Anne cabizbaja.
- Bien, entonces yo me encargo -hizo que Anne sostuviera las prendas de vestir y miro hacía las omegas quienes seguían murmurando-. ¡Hey, ustedes! -las omegas se sorprendieron al escucharla-. Si tienen algo que decirnos dejen de murmurar como brujas escondidas y díganmelo en la cara.
Anne no pudo evitar querer reírse por el comentario y la comparación que había hecho Marcy, y más al ver la cara de ofensa que habían puesto aquellas omegas, quienes estaban a punto de responderle, pero Marcy les soltó un gruñido en advertencia.
- Más les vale que no les vuelva a ver mirándonos o comentando algo con respecto a mi omega, así que será mejor que se larguen.
¿Su omega? Anne le miro curiosa, ¿en verdad había dicho aquello? Algo se removió dentro suyo, podía sentir a su lobo agradecido y feliz, pero no era solo por el hecho de haber escuchado como le defendía, sino que también era por decir que es su omega, eso había sido lindo, y algo que sinceramente no se esperaba.
Ni siquiera su anterior alfa se había colocado en defensa suya de ese modo Anne de vez en cuando era fastidiada por las personas a su alrededor, y se había acostumbrado a esos tratos, ya no les tomaba mucha importancia, después de todo solo eran personas que no sabían que hacer y solo se la pasaban la eternidad fastidiando como si fuese a lo único que venían después de haber nacido.
- Vaya personas que uno se encuentra por aquí -soltó un bufido, Anne no dejaba de mirarla-, ¿estás mejor?
- Sí, ¿dijiste que soy tu omega? -Marcy sintió un nudo en su garganta, definitivamente había perdido mucho el control en su persona, ni siquiera se había percatado de que había soltado sin querer aquellas dos palabras.
- L-lamento si eso te llego a molestar...
- No me molesto para nada, Marcy -sonrió hacía la alfa-, me gusta cómo se escucha.
Bien, la alfa había caído de nuevo en esos encantos que seguramente Anne ni siquiera sabía que tiene, demonios, se sentía tan bien la sensación cálida expandirse en su cuerpo de solo escuchar aquella aprobación de parte de la omega, que solo quería seguir diciendo que es su omega para poder observar aquellos hermosos ojos brillar y esa preciosa sonrisa suya en su rostro.
- ¿Quieres algo de comer? -pregunto la alfa.
- Me encantaría.
- ¿Qué es lo que quieres? Creo que por aquí cerca hay restaurantes.
- Me encantaría un helado con algo de queso encima -Marcy soltó una pequeña risa, esperaba que algo como eso le sucediera, los antojos son normales, y es divertido escuchar algunos, y otros solo te preguntabas si acaso eran comestibles o si sabrían bien.
- Bien, entonces, vayamos a por ese helado.
Definitivamente era la primera vez que Anne estaba dejando de lado sus pensamientos, dejando ver aquella marca que poco a poco iba desapareciendo de su piel, teniendo aquella confianza que antes creyó haber perdido desde que le habían abandonado de tal forma, Marcy parecía tener el poder de hacerlo olvidar su pasado y mantenerla en un presente lleno de sonrisas y calidez, y por más que ella no quisiese estar en ese precioso paraíso, no podía evitarlo, le gusta ese paraíso, le gusta no pensar más en problemas, le gusta la compañía de esa alfa.
Le gusta Marcy, definitivamente le gusta, y su lobo está de acuerdo.
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Lazo roto
FanfictionNo todos los alfas son malos, no todos te rompen el corazón, no todos te dejan a la deriva con un bebe y un lazo roto. Anne Boonchuy aprendió de la peor manera el amor, ahora con un cachorro en su vientre, y un lazo roto por un alfa quien lo ha desp...