Lazo roto

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Ahora los días pasaban tan lento, o era así como los empezaba a sentir Anne, y le gustaba que fueran así, Marcy se había empeñado en acompañarla a su respectivo edificio, para dejarlo allí he irse, eran acciones que Anne siempre apreciaba mucho, y no podía evitar compararla con su anterior alfa, y ahora debía admitir que todo era tan distinto que le gustaba, en verdad le gustaba que fuera así.

Marcy le ofrecía su mano cuando era necesario, le ayudaba a cargar sus cosas para evitar que se cansara, después de todo está en cinta y necesita reposar en muchas ocasiones, pero siempre no había día en que Marcy no se ofreciera en ayudarle.

En cambio, con su anterior alfa... ella no era así, a veces quería pedirle ayuda ya que casi siempre se veía demasiado cargada con sus cosas y no podía siquiera mantener el equilibrio y a veces terminaba tirando algo o terminaba ella en el suelo, nunca le dijo que le ayudaría.

Marcy no necesitaba de regalos para demostrar su interés en ella, después de todo Marcy mostraba su esfuerzo, le escucha atentamente, la hace reír de vez en cuando, esa alfa es como pocos, le gusta eso, le gusta ser tratada de esa forma, le gusta que ella lo escuche y que no trate de ignorarla con cualquier cosa.

Ahora que lo pensaba, no sabía cómo había sido posible que haya aceptado un mal cortejo, no sabía cómo había podido entregarse a un alfa que ni siquiera le prestaba la mínima atención y que solo lo buscaba para ayudarle con las tareas que usualmente ella terminaba solo.

Dicen que el amor te deja cegado de tus sentidos, ahora comprendía esas palabras, había estado enamorada cuando ni siquiera los sentimientos eran recíprocos, había caído en las garras del amor no correspondido, quizás solo quería sentir lo que muchos experimentaban, quería sentirse enamorada, se ilusiono falsamente creyendo que estaba enamorada cuando ni siquiera aquel alfa sentía algo verdadero por ella.

Miro hacia su vientre, casi tres meses, bueno parecía que tenía sobrepeso ahora, pero le gustaba como se veía, le recordaba a cuando era más pequeña, sonrió, ¿a Marcy le gustara como se ve?

Le hubiera gustado conocer desde antes a aquella alfa, posiblemente en un principio ni siquiera podría hablarle bien y seguramente se sentiría pequeña ante su presencia, Marcy es imponente, pero tiene un dulce carácter que hace que se sienta sumamente protegida y feliz al mismo tiempo, es algo que nadie logra a la primera con ella.

Conocer a Anne había sido lo mejor que le había pasado a Marcy, debía admitir que pensaba que la posibilidad de que Anne le dijera que no quería saber absolutamente nada de ella, era posible, pero ahora que lo conocía un poco más se había dado cuenta de que todo lo que pensaba no iba a ser posible.

Anne es muy especial, y no solo por el hecho de tener un lazo roto y un bebé en camino, si no que su personalidad puede variar un poco, Marcy trataba siempre de ver que aquella sonrisa que tanto le había gustado permaneciera por más tiempo en ese angelical rostro.

Es difícil, Marcy sabe que seguramente la tristeza aún inunda un poco el corazón de Anne, pero trataba de ser lo más cuidadosa posible al respecto, no quería asustar a la omega, y mucho menos hacerlo sentir de nuevo esa tristeza, pero por alguna razón, parecía que la omega se comportaba distinto con cada día que pasaba.

A Marcy le gusta observar todos esos cambios en Anne, y notaba todo lo que pasaba, cuando lo veía por los pasillos podía notar como a veces bajaba la cabeza, pero cuando ella le hablaba se la pasaba solamente mirándola y sin bajar la cabeza, de alguna forma ellla es parte de su protección, y por supuesto que le agrada que eso sea posible, pero le gustaría ver a Anne con la cabeza en alto y mirando al frente para después sonreírle, no quiere verla triste.

Es difícil poder soportar lo que Anne soporta, después de todo no muchos omegas podían salir adelante con la pérdida de su alfa, ya fuese porque los dejase o porque el alfa haya muerto, pero Anne es una omega fuerte.

Marcy sabe que todavía hay mucho por delante y que será un poco difícil estar dentro del corazón de la omega para por fin liberarlo de la tristeza y traerla a la felicidad completa, pero nada es imposible, y aunque puede haber la posibilidad de que termine siendo rechazada por la omega, no le importaba, lo que le importaba ahora era ver que Anne sea feliz, que mantenga esa sonrisa en su rostro que pueda estar bien con ella mismo y si era posible, cuidarla.

Después de todo, le gusta Anne, lo admite, quizás en un principio le atrae, pero le gusta, le ha tomado cariño, le gusta en todos los sentidos, la quiere, y no quiere que algo malo le suceda.