Narra Aizawa.
— ¿Sabes?, antes yo buscaba a toda costa evitarte, y ahora mírame, rogando poder volverte a ver — dije observando fijamente el cristal que encerraba las cenizas de mi amada — no sabes la falta que me haces...
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Flashback.
Narración general.
En una mañana donde el sol resplandecía calentando con sus rayos todo lo que iluminaba, los pajaritos cantaban, no había tanto embotellamiento, bueno los domingos normalmente no son para trabajar, si no para descansar, pasar con la familia, amigos o solos relajándose en sus hogares, mas cierto azabache era el único que se encontraba solo y haciendo ejercicio. Algunas personas le veían extrañadas pero le restaban importancia cuando le perdían de vista. Entrenar le despejaba la mente para relajarse de todo lo malo de la semana y lo ayudaba a empezar de cero la semana siguiente. El joven nunca le paso por la cabeza encontrarse con una pelimentosa, en la misma actividad. La mujer portaba un top deportivo de color negro y unos legines a la cadera del mismo color con una linea al costado de sus piernas de color azul turquesa, estaba completamente distraída se amarraba su cabello en una cola de caballo. Aizawa a penas la vio freno en seco, la observo unos cuantos segundos intentando procesar el ¿que hacia allí?, ¿por que? y ¿a quien se le ocurre hacer ejercicio un maldito domingo?...aparte de el. La chica termino de peinarse y volvió a trotar hacia su dirección, el joven solo cerro los ojos con fuerza esperando algún chiste de citas, matrimonio o quien sabe que otra broma se le ocurriese, pasaron los segundos y así se fue incrementando el ruido de las pisadas de la chica, se hicieron mas fuertes y así como llegaron se alejaron, rápidamente abrió los ojos con sorpresa e incredulidad. ¿No le vio?, eso fue mucha suerte, algo malo debía pasar con ella, había tenido la experiencia de que ella tenia la habilidad de reconocerlo aun con mares de gente rodeándolos.
Era extraño eso en ella, ¿debía seguirla y preguntarle si se encontraba bien?, no, ¿para que? de todas formas ella es un ser humano, puede tener días malos. El azabache debía admitir que no la veía sin una sonrisa en sus labios, jamas quitaba esa sonrisa maquiavelica, sonrisa cual siempre tenia el infortunio de ver. Pero por alguna extraña razón (narradora) sintió que debía seguirla y hacerse el loco y hablar con ella. No, el no haría eso, ya tenia suficiente edad para estar actuando como un adolescente y así mismo hizo. Por mas que en su pecho tuviese una sensación de que debía seguirla no lo hizo, ademas de que si ella estaba mal ese no era su problema, tampoco la vio mal tal vez no quiso saludarle eso podía pasar y ya, ella estaba bien.
Al día siguiente ella no asistió al trabajo, eso preocupo un poco el azabache, pero desecho toda idea de que algo malo le hubiese ocurrido. Así paso la semana, sin noticias de ella, sus patrullas era solitarias y monótonas, tal y como el las quería, pero si así las quería ¿por que no las disfrutaba? ¿siempre quiso paz y tranquilidad no?, ¿por que ahora le parecía extraña y desesperante?, le hacia falta una broma...¿broma?, de verdad eso había pasado por su mente, el no lo creía posible ¿que le había echo esa mujer?
El lunes siguiente, justamente cuando creía que estaría solo en otra de sus patrullar esa risa estridente se colo por sus tímpanos, una pequeña sonrisa en sus labios fluyo y aun mas cuando esta le llamo.
— ¡Oi, Eraser!, ¿que tal todo por aquí en el tiempo que no estuve?, ¿nos casamos? — tan ella como siempre, volvió todo a la normalidad — ¿me extrañaste mi futuro esposo? — nunca cambiaba.
— No...— jamas admitiría eso, jamas.
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Fin del flashback.
— No sabes cuanto te extraño — dijo suspirando con pesar y desgano.
— ¡Papa! ¡Ya es hora de irnos, Koemi esta vez va a comprar la comida, aprovechemos! ¡recuerda que es una tacaña! — grito Katashi quien después se quejo, seguramente Koemi le había dado un golpe.
Reí ligeramente por eso.
— Otro día te volveré a visitar, mi amor.
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Capitulo algo corto (mucho) lo se pero no quería dejar de lado esta historia así que decidí hacer un capitulo basado en una película (no recuerdo el nombre) en fin, espero que le guste nos vemos pronto.
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Memories
FanfictionLa vida es corta ¿no lo creen? y ahora Shota Aizawa en su lecho de muerte quiere recordar todo lo que le ha pasado en su vida, ¿cómo que?, bueno un excelente ejemplo sería su amigo Oboro Shirakumo, quien murió ¿dos veces?, si, dos veces la primera t...