Capítulo 9

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—¡Tú! ¡Tsubasa Ozora de la Cruz!

—¡Ese soy yo... Creo! —El asiático miraba un tanto extrañado a la morena que tenía frente a él en una pose extraña mientras lo señalaba.

—Yo soy Verónica Alsamarrai. Y he venido desde el Olimpo a desafiarte.

—¿Olimpo dice?, ¿Qué demonios? —Los demás estudiantes que salían de la escuela en ese momento comenzaron a mirar la escena y a murmurar cosas.

—¿A desafiarme? —Titubeó Tsubasa aún confundido.

La chica asintió frenéticamente.— Afirmativo soldado, te ví jugar ayer y quiero desafiarte.

Tsubasa hizo una gran “o” con su boca y luego la señaló de vuelta— ¡Te recuerdo! Eres la amiga de Sanae, la chica del otro día, de Shutetsu.

Ella volvió a asentir.— Entonces, ¿Aceptas mi desafío?

—Espera, ¿Juegas fútbol?

—Claro que juego, y soy la mejor. — Ella se jaló el cuello de su uniforme en un gesto arrogante.

El chico la miró pensante durante unos segundos y luego asintió— Bien. Acepto tu desafío.

—Sígueme, soldado.

[...]

—...

El castaño se sentía un tanto— muy —extrañado en ese momento, la chica lo había llevado a su casa y ahora se encontraban sentados frente a una consola de videojuegos con sus respectivos mandos en mano.

—Yo... Creí que hablabas de fútbol.

Ella lo miró sin entender durante unos segundos y luego sonrió— Aún no.

—¿Aún... No?

El asiático sólo se confundió más con eso.

Pov's Verónica.

—Aún no puedo mostrarte mi forma de jugar, sólo te traje aquí porque quería conocerte. —Expliqué.

—¿Y por qué?

—Porque... No. Mi entrenadora me mataría.

—¿Entrenadora?

Asentí— Se llama Ximena Rodríguez.

Él pareció pensar durante unos segundos, largos segundos. Este chico me recuerda mucho a Raissa cuando le dan sus lapsus mentales.

Su boca se abrió en una enorme “O” y me miró exaltado. Me asusté y alcé mis manos dispuesta a darle un manotazo en caso de que fuese necesario.

—¡ESE ES EL NOMBRE DE LA ENTRENADORA DE LA SELECCIÓN FEMENINA DE BRASIL QUE PARTICIPARÁ ESTE AÑO EN EL TORNEO! —Gritó con un brillo en sus ojos.

Lo miré incrédula y luego aclaré mi garganta.— ¡¿Y POR QUÉ GRITAS?!— Grité tan fuerte que lo aturdí al punto de que se tapó ambas orejas.

—Perdón, me emocioné.

Rodé lo ojos e hice un gesto con mi mano restándole importancia.

—Pero, eso significa que tú eres parte de esa selección. —Sus ojos volvieron a brillar.

Asentí temiendo por mi vida, y por mis oídos.

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2022 ⏰

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The Queen's Of The Football. - E D I T A N D O Donde viven las historias. Descúbrelo ahora