Hanagaki Takemichi es un omega de catorce años, quien tuvo la mala suerte de verse envuelto en una batalla perdida con Kiyomasa y sus lacayos, convirtiendose en uno de sus "esclavos".
Con las intenciones de proteger a su amigo, Takemichi decide enfr...
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Lo primero que puede sentir al recuperar la conciencia es el fuerte olor de la mezcla del alcohol con agua y otros químicos, su intento de removerse para poder mirar a su alrededor fue apartada de su cabeza al tratar de hacerlo y recibir una punzada enorme, que tuvo que reprimir una enorme queja.
Sentía que sus manos habían sido envueltas con algún material que no le permitía moverlos, de seguro y se trataba de yeso, en su cabeza tambien sentía un poco de presión por lo cual también debía de estar vendada, su cuerpo entero le dolía pero la zona que más le molestaba era en el estómago, ahí también habían vendajes. De reojo a penas pudo ver como de su muñeca izquierza conectaba una manguera delgada y ésta misma a una bolsa de suero, ya casi vacío, colgado en un perchero metálico. Si bien apenas había logrado despertar ya le empezaba a arder incluso para respirar, no sabía bien si era por la pelea o le habían hecho algo ahí en el hospital; dejo de observar las gotas caer desde la bolsa y desvió su mirar llevandola hasta el blanco material del techo, había sido un completo horror aquella noche, su ceño se fruncio levemente al recordar aquella amarga imagen que tuvo que ver, en la que Takuya estaba tirado en el suelo, desnudo. Las intenciones de Kiyomasa no fueron creadas para herir a Takuya, no originalmente, no, a quien quería haberle hecho eso era a él; el deseo y modo de "venganza" de los alfas solo le traían problemas a los de su casta, adiaba eso.
-T..Takemichi-kun...- susurró una dulce voz siendo quebrada ligeramente al pronunciar ese nombre, los azules ojos de Takemichi se encontraron con los castaños de Hinata. A pocos pasos detras de ellas aparecieron Atsushi, Makoto y Yamagishi, los cuatro visitantes estaban con las emociones al borde mas tenían que controlarse antes de poder expresarse de golpe.
-Llamaré a la enfermera- avisó Makoto antes de salir corriendo por el pasillo.
-Hola... Chicos...- murmuró tratando de así disminuir un poco el ardor, pero es algo inútil.
-Nos tenías preocupados, no tenías porqué actuar a solas Takemichi...- ganó la palabra el peli ciruela, quien se acercó primero al rubio -Yo soy la pareja de Takuya... y aún así...-
-Quiero hablar a solas, con Akkun, por favor-
Hinata fue quien asintió primero antes de salir del cuarto, siendo seguida por Kazushi. Atsushi se quedó parado unos segundos sin poder articular alguna palabra, debía ser fuerte y poder hablar con su amigo sin romperse o desquitarse con él, quien fue el que logró encontrar a Takuya. Avanzó más hacia la cama y jalo una silla que había para los visitantes, sentandose lo más cerca que pudo de Takemichi.
-Takuya despertó ayer, los efectos del afrodisíaco duraron hasta cierta hora y no tuve permitido visitarlo... Y cuando por fín me dejaron verlo...- encorvó su espalda hacía atrás, y cubrió sus ojos con su mano diestra, sobandolos ante el picor en señal de que empezaba a querer derrumbarse en lágrimas. Su voz disminuía cada vez y se quebraba lentamente -Takuya al verme... Entró en pánico... y empezó a gritar y llorar...- el recordar el rostro asustado de su novio solo le hacía querer tirarse desde cualquier parte alta, pero como consuelo tomaba las palabras que había dicho la doctora que cuidó de Takuya para la limpieza de ese afrodisíaco en el cuerpo de Takuya -Su omega, está traumado... y por eso ha tomado más control del cuerpo de Takuya, por cuidarlo... No puedo acercarme a él sin la compañia de otro omega que él reconozca, me dijeron que tengo que ser paciente y... "conquistar de nuevo" a su omega...-
