1. Veneno | Tom Riddle ✔️

3. Conocimiento.

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A medida que pasaba el tiempo, Cassiopeia se adentraba más y más en el misterio que era Tom Riddle. Prestando mucha atención a Riddle y a su pandilla de Slytherins, fue testigo en repetidas ocasiones de cómo uno u otro de su pandilla, normalmente el tipo de chicos que tendía a intimidar a los demás, se alejaban de Riddle.

Bastaba una mirada severa de Riddle o una ceja levantada para que se acobardaran ante él. Para los que prestaban suficiente atención, la jerarquía era evidente.

Una tarde, Cassiopeia se dirigía a la torre de astronomía para asistir a la clase de astronomía a altas horas de la noche. Había decidido tomar un atajo que conducía por un pasillo bastante desierto. Acababa de pasar por un aula vacía cuando oyó que la puerta del aula se abría.

Pudo esconderse en un hueco justo a tiempo para ver a Riddle y Avery salir del aula. Avery se encontraba en mal estado y abandonó la escena apresuradamente, cojeando ligeramente.

Cassiopeia pudo ver bien la cara de Riddle y era evidente que estaba contento. Una pequeña sonrisa adornaba sus rasgos y esta vez parecía genuina. Estaba claro que Riddle había conseguido lo que quería.

No se podía negar que Riddle era el responsable de las heridas que había sufrido Avery, pero no había piedad en las facciones de Riddle ni signos de remordimiento; sólo un brillo en sus ojos que hizo que Cassiopeia se estremeciera ligeramente.

Sin embargo, no pudo evitar pensar que, a pesar de lo malo que era, eso lo hacía aún más único.

Cuando Avery se fue, Riddle se dirigió a la clase de Astronomía. Por un momento tuvo la impresión de que no estaba solo en el pasillo, pero como ya iba bastante tarde a su clase no se molestó en investigar. Estaba satisfecho consigo mismo. Había que darle una lección a Avery.

El idiota había actuado con demasiada despreocupación, intimidando a los Sangre Sucia, lo que probablemente atraería un tipo de atención que Riddle no necesitaba ni apreciaba. Les había dicho a esa panda de inútiles al menos mil veces que debían ser discretos. Y seguían sin entenderlo. Tenían sangre pura, pero desgraciadamente no tenían cerebro. Riddle sonrió.

Ahora Avery se acordaría de tener más cuidado. Había sido una gran oportunidad para probar los últimos hechizos sobre los que había estado leyendo. Para entonces, Riddle había tomado asiento en la clase. Acababa de extender sus tablas de Astronomía frente a él cuando la puerta del aula se abrió de nuevo. Riddle se giró en su asiento y vio a Cassiopeia entrar en el aula.

Estaba a punto de darse la vuelta cuando le llamó la atención. Sus miradas se cruzaron sólo durante un breve segundo; luego, Cassiopeia se deslizó en su asiento y sacó los gráficos de su bolsa. La mirada de Riddle se detuvo en su rostro un momento más y tuvo la impresión de haber visto algo en sus ojos que no había estado allí antes.

Por desgracia, en ese momento el profesor decidió aparecer y la clase comenzó. Riddle se volvió de mala gana a sus tablas. Estaba deseando que llegara la segunda parte de la clase, cuando saldrían a la plataforma para observar el cielo y completar sus gráficos.

Cuando el profesor finalmente les indicó que obtuvieran un telescopio, Riddle se aseguró de que el telescopio estuviera junto a Casiopea. El profesor les había dicho que debían buscar una aberración estelar.

Tras un momento de mirar por su telescopio, Riddle susurró en dirección a Casiopea:

- "¿Ya has visto algo importante esta noche?".