Un lazo forjado por los traumas psicológicos de un asesino buscado por todas las naciones y una Kunoichi de elite llamada anko mitarashi, el cual, se ve fortalecido por situaciones enfermas y perturbadas pero enteramente mutuas.
La incertidumbre de...
Me encontraba en mi habitación acostada, mientras un ninja médico me revisaba. Después de lo que había pasado con mi marca Kakashi me trajo a mi departamento.
— Listo, parece que vas a estar bien Anko, solo te he dado un calmante para que logres descansar.
Yo me mantenía completamente perdida, mirando hacia el vacío, pensando en lo que había sucedido hace unos momentos...
— Anko, vamos a retirarnos... Descansa, yo me quedaré todo el día de hoy en la aldea solo en caso de que haya alguna señal de orochimaru cerca —dijo Kakashi de cuclillas frente a mí.
Yo solo asentí sin decir nada y sin mirarlo.
—Bien, te dejamos para que puedas dormir.
Ambos dieron media vuelta y salieron de mi apartamento.
Me quedé allí, esperando a que cayera la noche, mientras el calmante que me había dado perdía el efecto.
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De cualquier forma, no habría podido descansar ni aunque me dieran cien pastillas...
Después de lo que había visto, lo último que quería era dormir.
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Fue como si orochimaru quisiera mandarme una amenaza a través de la marca de maldición... ¿Eso es lo que debo entender?
No, no lo creo, es imposible...
Y de ser cierto ¿Por qué me habría mostrado esas imágenes?
¿Qué es lo que quiso decirme con eso?
¿Quiso advertirme lo que va a pasar si dejo que Kakashi se acerque a mi...? Eso es estúpido.
