Serie Ley y Pasión Te Robaste Mi Corazón Libro 2.5. © #CocoAdwards2018

Capítulo IV Robando el Corazón.

Al día siguiente...

Aprovechando que su madre ha dejado reposando la comida de la nueva huésped. Ana toma el salero y vierte la mitad en la comida.

-Ah mi amor, dame cinco minutos y nos vamos-habla al regresar Griselda.

-No hay problema madre.

Afuera por la salida del personal las espera Patrick.

-Señoritas...

Griselda sonríe por el piropo gratuito.

-Gracias Patrick por venirnos a buscar.

-Es un placer.

-¿Cómo le haces?-le pregunta Ana al hombre.

-Todo lo que viene de ti, me importa y lo sabes.

-Bien, vamos hay que abrir el Pub.

Patrick no se desanima con la actitud de Ana.

-Vamos.

En el Pub Griselda detiene al joven y lo alecciona.

-Patrick vas bien, siento que lo que le sucede a mi hija es algo ajeno a ti.

-Desde ayer está extraña.

-Si. Es cierto... porque no entras y la acompañas así sabremos que la tiene inquieta.

-Máthair (madre en gaélico), si lo haré.

-Gracias mac (hijo).

Más tarde el joven sube al apartamento que ocupa madre e hija con vino, helado y una caja de chocolates en una canasta de flores.

Toca el timbre y la joven abre la puerta encontrando a un repartidor de flores.

-¿Ana Mcheal?.

-Si.

-Esto es para usted.

La joven sonriente toma la canasta.

-Gracias Patrick, pasa por favor.

-No hay de que- entra en la estancia y se acomoda en el sofa-. Aquí están las copas.

Señala un par de copas en sus manos.

-Siempre en todo.

-No. No en todo.

La chica desvía su mirada al entender sus palabras.

-Están hermosas las flores. A ver que más trae aquí....Mmmm helado y chocolate.

-Quiero endulzarte la vida.

-Más bien darme un coma diabético.

-Tal vez si o tal vez no.

-Empecemos con el vino. Dame las copas.

Patrick camina hasta la cocina y mientras la joven sirve las copas, el toma un plato y dos soperitas pequeñas en las cuales sirvió el helado de vainilla y los chocolates.

Se sientan en el sofá mientras degustan el vino irlandés.

Toman el helado riéndose con las anécdotas del detective y pasan gran parte de la noche recordando sus infancias.

El chocolate siguió después.

-¿Te sientes mejor?.

-¿Porqué dices eso?.

-He aprendido a conocerte Ana. Y me gustaría que contaras conmigo siempre.

-No me pasa nada.