Capitulo VIII El fin. 2da parte

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Alex y María E decidieron que debían hacer algo al respecto.

Que Alexandra era la única que podía resolver el malentendido.

Patrick estaba muy hundido y nunca lo habían visto de esa manera y que mejor forma de demostrarle que lo había perdonado era hablando con la joven. Se lo debía.

Fueron hasta el Pub.

El establecimiento está a medio llenar y no les fue difícil localizar a la joven. Se encontraba ayudando a su madre detrás de la barra.

Griselda fue quien las vió primero.

Dispuso a que la joven que habían contratado atendiera las mesas y ella pasaba a la barra y la caja. Para que su hija pudiera atender a las mujeres que habían llegado. Ya era hora que su hija fuera feliz y estas jóvenes lo resolverian.

La detective Alexandra le hizo un gesto a Griselda para pedir su confirmación.

Ella asintió. Deseaba que pronto sus hijos, porque así consideraba a Patrick, estuvieran juntos.

一Ana. ¿Podemos hablar contigo?一María E. habló

La joven le sorprendió la visita, pero igualmente aceptó el encuentro.

一Sigan me 一 Les pidió.

Las tres mujeres entraron al despacho en la partes de atrás del Pub.

La tensión era palpable de parte de Ana. No se explicaba la presencia de las mujeres de Patrick. Su hermana y su amante.

Alexandra fué la primera en hablar.

一No vengo a perder el tiempo, Ana.

一Entonces, ¿Qué hace aquí?

一¿Que hacemos aquí Ana? Estamos velando los intereses de mi hermano y amigo.

一¿Amigo? ¡Huh!

一Si señorita Mcheal. Un amigo一 responde Alexandra, molesta con la actitud de la chica.

一Siempre es malo escuchar detrás de las puertas, Ana.

一No era esa mi intención, María E.

一Entiendo. A veces escuchamos lo que no queremos.

一La verdad es que me están haciendo perder el tiempo.

一Trataré de ser concisa一 intervino la detective一. Va para las dos 一María E. Se sorprendió con la última frase. 一 Hace un poco más de dos años me trasladaron hasta esta ciudad, venía con un problema personal一 dirigiéndose a María E.一Tú ya lo sabes. Fuí asignada con Patrick, ambos traímos una herida.

一Mi hermano, ¿Tenía algún dolor?一Pregunta con la sorpresa en su cara.

一Si. Una pérdida.

一¡Dios!

一Si. Lo dejaste sólo, sin entender que te había alejado, que había hecho mal. Se culpaba de algo de la que no tiene la menor idea.

一Pero... pero 一 farfullo 一 nunca debió sentirse así.

一En ese momento así lo sintió. Por ello nos juntamos, para curar nuestras heridas. Fuimos amantes y digo fuimos tiempo pasado一 recalcó.

一Claro, por ello te pedía que regresaras con él 一dice Ana, sin dar su brazo a torcer.

一Ahí está el malentendido, señorita Mcheal.

一¿Cuál?

一Yo me había dado cuenta de su interés por ti. Desde mucho antes de tu desafortunado encuentro en aquella casa de Horacio Aritz. Estaba tan asustado por tu salud que no midió la manera en como me habló esa noche.

Serie Ley y Pasión Te Robaste Mi Corazón Libro 2.5. ©  #CocoAdwards2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora