LA HERIDA DE LA ROSA BLANCA

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*ALERTA DE «SPOILERS»* Si aún no has leído o todavía estás leyendo la novela: El Príncipe Bengalí, debes tener cuidado con leer más de la cuenta

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*ALERTA DE «SPOILERS»* Si aún no has leído o todavía estás leyendo la novela: El Príncipe Bengalí, debes tener cuidado con leer más de la cuenta... Cada capítulo de estos Jardines viene debidamente referenciado con el capítulo de la novela al que le sirve de extra para evitar que esto ocurra. Te recomendamos pues, que si estás leyendo la novela, acudas a visitar Los Jardines en el orden que se te va recomendando en dicha obra.

 Te recomendamos pues, que si estás leyendo la novela, acudas a visitar Los Jardines en el orden que se te va recomendando en dicha obra

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EXTRA PARA EL CAPÍTULO «LA ESPINA CLAVADA» de la obra «EL PRÍNCIPE BENGALÍ»

Estaba resultando una velada mucho más cómoda de lo que Hasin hubiera esperado. La cena había contado con un exquisito menú y la conversación fluía entre todos los comensales como si hubieran compartido la sobremesa toda la vida. Solo había un detalle que le hacía tensar la espalda y contener la respiración: la mirada cargada de amor ciego que Sundari le brindaba cada vez que sus ojos coincidían. Era una joven demasiado hermosa, su cuerpo voluptuoso atrapaba la atención de cualquier hombre que se cruzase en su camino, y, además, era educada, entregada y lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de que el corazón de su prometido estaba protegido por un extraño muro. Cuando estaban cerca, su instinto masculino pugnaba por ser liberado, pero una fuerza interior proveniente de lo más hondo del pecho detenía todo impulso natural enviándole imágenes de una joven rubia de piel de melocotón.

Los Radhav y los Bakshi llevaban unos meses planeando el compromiso de sus hijos, tal y como dictaba la tradición, y aquella cena significaba la formalización del pacto. Eran dos de las familias más influyentes en aquellos tiempos en Mumbai, con lo que su próxima unión sería festejada en la región a muchos niveles.

No era de extrañar que en la noche de celebración en casa de los padres del novio, todo encajara como si cada una de las piezas de aquel rompecabezas hubiera sido diseñada para cuadrar a la perfección. Todas menos una, que se empeñaba en limar las aristas que le impedían acoplar y que la hacían tan distinta que, por mucha fuerza que hiciera por amoldarse a aquellas formas conocidas, romas, agradables y sencillas, estaba claro que había sido tallada para encajar solo con una pieza que ahora estaba muy lejos, pero de la que conocía cada una de sus curvas y biseles con minuciosa precisión.

Los Jardines Secretos del Príncipe Bengalí [RELATOS EXTRA +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora