Capítulo 8

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El platinado abría sus ojos sorprendido, estaba paralizado, incluso Giacometti lo estaba, conocían ese apellido y el peso que tenía en la orden militar - Leroy?... Me estas diciendo que... Son los mismos Leroy, que conocemos los que te trajeron aquí? - ella asentía entre lágrimas el chirrido de las llantas de un auto la hicieron saltar, corrió a los brazos de Viktor buscando refugio.

- Es tarde... Van a matarme, tenía que estar hace varios minutos en la guarida, van a exterminarme - aquella pelirroja estaba asustada, le temblaban las piernas, lucía desesperada, aquello no pasó por desapercibido por los alfas, ambos se miraron cómplices.

Corrieron por las calles, buscando su auto, en cuanto lo encontraron se subieron en el, Mila se acomodó bajo la ropa de los alfas, acostada bajo los asientos, temblaba asustada - Por favor Mila... Debes tranquilizarte, se que te pido demasiado, pero si sigues así tu aroma te delatara - aquella mencionada apenas pudo quejarse como respuesta.

Los Alfas estaban estacionados fumando, con las ventanas abajo, trataban de que aquel olor a tabaco, disimulara aquel aroma afrutado, que demostraba desolación, un auto negro andaba lento, mirando alrededor, como si buscarán algo, ambos cruzaban miradas, con sus manos listas en sus armas para ser desenfundadas.

Un hombre alfa, de más de 2 metros bajo, de aquel auto brindado, se paro fuera de la ventana de Viktor, queriendo intercambiar palabras pero sin dejar de ser intimidante, se sentía valeroso, su altura y su peso elevado, lo hacía ver intimidante, y el tipo con el que quería hablar, no era nada más que un niño bonito, era lo único que tenía en sus pensamientos - has visto a una mujer pelirroja caminar por la calle? - le preguntó.

- No... - fue la respuesta que el platinado dio, mientras fumaba, aquel enorme hombre, lo miraba con detenimiento.

- Voy a revisar el auto, quita los seguros.

- A ver... Idiota... Solo estoy intentando fumar un cigarro, después de un día de trabajo cansado, ya te he dicho que no la he visto, estoy de malas, lárgate!!, ningún estúpido vendrá a exigirme nada, ni tu ni nadie revisara nada, largo!!.

- No te estoy preguntando niño bonito, quita los seguros ahora!!.

- Yo tampoco lo hago, largo!! - el hombre estaba lleno de enojo, era un alfa con un temperamento incontrolable, bufo con molestia, esto ya se había convertido en algo personal.

-Richie... Vámonos... - su acompañante un beta, lo veía desde la acera de enfrente, en aquel auto brindado, que indicaba que era gente seria, conocia a su compañero, quería encontrar a la fugitiva e ir a dormir a su casa, no lidiar con los comportamientos psicoticos de su compañero - no busques problemas y vámonos.

- No... Hasta que ese idiota, aprenda a comportarse con sus superiores - el beta torció los ojos, era demasiado tarde, su compañero haría de las suyas.

- Tu vas a enseñarme algo? - dijo Viktor totalmente indignado - no tengo nada en mi auto, ni te dejaré revisarlo, hasle caso a tu compañero y deja de joder.

- Sal del auto!!, te enseñaré lo que es el respeto - Bingo!!, eso era lo que quería, un pretexto para dejarlo fuera del juego, sin verse demasiado obvio, no podía saltar a atacarlo, soltaría una obvia persecución, ni tampoco podía simplemente dejarlo revisar, Mila estaba escondida, temblando bajo su asiento.

Miró a Giacometti, ambos habían participado en varias tácticas de rescate, conocían como comunicarse, con sólo mirarse, el platinado bajo del auto, el alfa musculoso, se reía, aquel ojiazul era demasiado pequeño, el fue el primero que dio el golpe, estaba seguro de derrumbar a aquel niño bonito, pero el golpe que dio fue fácil de esquivar.

Viktor tomaba una bocanada más de su cigarro, tiro la colilla, en el zapato de aquel musculoso - no quiero pelear, solo lárgate.

-Imbecil! - dio varios golpes seguidos, Viktor dio varios pasos hacia atrás, para ganar impulso, y saltar hacia el, le dio en el rostro, después con una patada, le sacó el aire, el beta estaba impresionado, cómo es que un hombre más bajo, que su compañero, había logrado derribarlo?, no había respuesta clara.

Golpe BajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora