Capítulo 10

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El azabache temblaba, abrazándose a sí mismo, tocó sus labios, lo había besado una vez más, y aquella primera vez juntos, llegó como una brisa, caminaba por las calles de la ciudad con las lágrimas bajando, se puso una mano en su boca, tratando de ahogar sus sollozos, aquel alfa platinado, era lo que más amaba, aún después de todo.

Quería ir al lado de su pequeña abrazarla a él, para hacerla dormir, deseaba una tranquilidad para su apresurado corazón.

Aquel alfa no estaba en una mejor condición, estaba sentado bajo aquella alianza, la miraba, como giraba y eso le molestaba, recordaba el día que su pareja, se la puso en su dedo anular, se miraba hermoso con aquel traje hecho a su medida, sus ojos caobas le dedicaban una mirada llena de amor, todo eso era difícil de sobre llevar.

Un mensaje llegó a su móvil, una junta extraordinaria se había puesto en marcha, no tardaron demasiado en reunirse, el equipo nipon y lo que quedaba del equipo ruso, JJ, había sido mandado a otra misión, tratando de no levantar sospechas sobre su posible incriminacion, Nikolai presidía la reunión - logramos investigar con ayuda de Otabek y Seung Lee, en efecto, lo que dijo Mila, sobre los negocios ilícitos, es real, me emociona decirlo, pero incluso la sospecha de que podamos encontrar al desaparecido Ymir es grande - todos asintieron - se adentraran a una misión, buscarán lograr penetrar su guarida, puede que nos esperen, la traición de Mila debe ser ya conocida para ellos, fuerza a la nación!.

- Fuerza a la nación!! - todos gritaban en unísono, mientras sus líderes intercambiaban, miradas incómodas, aquello no fue dejado de lado, por Phichit gran amigo del nipon, quien no perdió la oportunidad de esperar que rompieran filas, para hablar con su culpable amigo.

El nipon ya sospechaba de las intenciones de su amigo tailandes, el pretexto de compartir un tiempo juntos antes de iniciar una misión peligrosa, no era demasiado creíble.

La televisión de su cuarto estaba prendida, apenas se percataron de lo que sea que se estuviera transmitiendo - vi las miradas que te dedicabas con Viktor... No juegues con fuego, te vas a quemar, se te olvida que Mar no se hizo sola...

- No entiendo de que hablas - decía el nipon, mientras dibujaba trazos inexistentes en su pantalón.

- Quieres que te recuerde como te engendraron a Mar? - el contrario negaba frenéticamente.

- Ambos sabemos que tuvo que pasar para que eso sucediera, no es necesario entrar en detalles.

- Parece que si necesitas que te lo recuerde, cuando llegamos aquí dijiste que querías hacerlo pagar por lastimarte, a estas alturas lo más seguro es que antes, hagas algo de lo cual te arrepentirás.

-Está tan mal hacerlo!?.

- No, no lo está... Digo... Es tu gran amor, el padre de tu hija y... Quieras o no... Siempre sera tu alfa, tu lobo lo decidió así, a diferencia de un omega, aunque no estés junto a tu alfa, puedes vivir como si nada, pero, siempre estarás ligado a él, para siempre, te convertiste en Delta por el, recuerdalo.

-Entonces si no está tan mal, porqué debo tener cuidado?.

- Porque... Van a lastimarse de nuevo, no dudo que las cosas entre ustedes están inconclusas, y por ello de pronto verse, les dio el empujón que necesitaban para correr a los brazos del otro, eso es más que obvio, pero... Cuando todo se aclaré solo quiero que no se odien más.

- Creo que me doy cuenta... Que no lo odio... Puede que esté resentido, pero... No lo odio.

- Eso siempre lo he sabido, se que no podrías lastimarlo, aunque te empeñes a ello, aunque digas que lo harás pagar, te lastimarias a ti mismo antes de ello, me alegra demasiado que seas honesto con ello.

Golpe BajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora