Hasta el fin del mundo

CAPÍTULO 07: Tortura Mental

Título:HASTA EL FIN DEL MUNDO.

Autora:Enide-Kant

Parejas: Severus/Harry y otras

Clasificación: M

Disclaimer: Todos los personajes y sus derechos son de J.K Rowling, sólo los utilizo por mero disfrute personal y el de los lectores.

Advertencia: Slash, o sea que hay relaciones entre dos hombres (Snarry).

CAPÍTULO 07: Tortura Mental

Un “clak” sonó fuerte en medio del bosque.  Harry se tambaleó y calló de rodillas al suelo de tierra. Rápidamente miró alrededor en busca de mortífagos.

Estaba solo.

Se levantó y corrió hacia la cabaña, suspirando aliviado cuando se encerró dentro, a oscuras.
Harry se preparó para pasar una larga noche en vela esperando por Snape y aunque el hombre no estuviese en peligro en estos momentos seguramente se la pasaría en vela pensando en lo ocurrido esa noche entre ellos y el otro tipo. Tenía muchas cosas que consultar con la almohada.

No podía dejar de pensar en esos labios finos y fríos que lo besaron con tal pasión hacía apenas un rato, esos dedos largos enredados en su pelo y su cadera. Esa lengua normalmente tan venenosa y mordaz que en ese momento sintió tan ardiente como el propio fire whisky. Se sonrojó de nuevo al notar que volvía a excitarse ante el recuerdo.

“No es el momento para esto, Potter, ¡contrólate!” se regañó a sí mismo en ese tonito tan de Snape, y se dispuso a preparar las cosas para llevarse al día siguiente  o en cualquier momento que fuese necesario, no sabía si podrían llegar a torturar a Snape hasta sonsacarle que él está aquí; Mejor prevenir.

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Severus se apareció a las puertas de la mansión Riddle, donde se encontraba Voldemort y el resto de mortífagos. No sabía qué podría querer el psicópata, pero seguro que tenía algo que ver con la mayoría de edad de Harry. Era demasiada casualidad que lo llamase justo hoy.
Antes de entrar transfiguró sus ropas en sus habituales túnicas para evitar preguntas incómodas sobre su vestuario muggle.

Entró en la mansión y se dirigió al salón donde habitualmente se reunían. La gran mesa de madera oscura en medio de la habitación, Voldemort estaba al frente de la mesa, presidiéndola. Su lugar estaba a su derecha así que se fue a sentar allí.

-          Bienvenido, querido Severus. Te has retrasado un poco, ¿qué te ha retenido?

-          Una poción mi señor, tenía que estabilizarla primero sino quería que explotara en mi ausencia, alertando a los muggles.

-          Bien, como has llegado empezaremos con la reunión.

Todos los mortífagos quedaron inmediatamente en silencio, esperando saber los motivos de ser convocados.

-          Hoy el maldito Potter ha llegado a su mayoría de edad y seguimos sin saber de su paradero. Pero se me ha ocurrido una cosa… - sonrió malicioso y esperó un poco, causando en sus siervos nerviosismo. – Tenemos él y yo, de alguna manera, una conexión que nos une y voy a aprovecharla.
Como todos sabemos, en la mayoría de edad un mago no debe estar alterado y debe pasar un día feliz, pero esté donde esté el maldito crío no voy a dejar que termine el día en paz. Lo voy a torturar a través del vínculo. Así que hoy, mis queridos amigos… ¡vamos a tener una fiesta de muggles! Hemos secuestrado unos cuantos y nos esperan en las mazmorras, seréis libres de torturarlos como mejor os plazca, uno por uno, y yo le enviaré mentalmente todas las escenas de lo que ocurra. Vincularé a algunos de ellos para que el mocoso sienta las torturas. ¿no creéis que es maravilloso? – dijo entusiasmado.