Hasta el fin del mundo

CAPÍTULO 13: El secreto de La Gran Pirámide

Título: HASTA EL FIN DEL MUNDO.

Autora: Enide-Kant

Parejas: Severus/Harry y otras

Clasificación: M

Disclaimer: Todos los personajes y sus derechos son de J.K Rowling, sólo los utilizo por mero disfrute personal y el de los lectores.

Advertencia: Slash, o sea que hay relaciones entre dos hombres (Snarry).

CAPÍTULO 13: El secreto de la gran pirámide

El fin de semana había pasado y el trío dorado tenía que dejar el impresionante hotel. No tenían noticias de Severus y Harry estaba al borde de un ataque de nervios.

La primera noche, cuando bajó a la hora que había quedado con sus amigos para cenar estos se sorprendieron de verlo solo, él les explicó que lo habían convocado y todo lo que le dijo antes de partir.

- Harry, no podemos esperar más tiempo. Él te dijo que si no estaba para hoy lunes por la mañana que nos fuésemos sin él. Nos encontrará, no te preocupes. – intentó animarlo Hermione.

- Vamos compañero, tenemos que partir.

- ¿Y si lo ha matado?... las otras veces no había estado tanto tiempo fuera... - preguntó con un hilo de voz el moreno, retorciéndose las manos, nervioso.

- Lo hubieses notado por la cicatriz. El día que quien-tú-sabes descubra la verdad sobre él va a arder Troya, su odio te llegará a través de vuestra conexión.

- Es verdad, si no has notado dolor en todo el fin de semana es que está seguro y bien.

Harry suspiró agobiado, no quería irse sin él, de repente se sentía muy vulnerable y perdido. Ni siquiera la presencia de sus mejores amigos lo confortaba.

Cuando estuvieron listos se cogieron de las manos y Hermione los aparató a todos de nuevo en pleno desierto. Durante el fin de semana se habían estado repartiendo los libros copiados de la biblioteca de Alejandría, leyéndolos en busca de pistas para los horrocruxes. Por lo que decidieron que el primer sitio al cual irían a mirar sería la gran pirámide de Guiza, a las afueras del Cairo, en Egipto.

Cuando aparecieron en su destinación abrieron los ojos como platos. Sabían que las pirámides eran enormes, pero se sentían tan pequeños frente a ellas que se quedaron con la boca abierta y ojos grandes, mirando todo embobados. Era de noche, pero los faros que alumbraban el lugar turístico y las excavaciones cercanas daban suficientemente luz para ver todo bien.

Hermione fue la primera en despertar de su ensoñación y picó de manos para llamar la atención a los otros dos, para empezar a montar el campamento, y levantar las protecciones contra muggles y magos.

- Si levantamos la barrera anti-magos Severus no nos podrá ver – dijo Harry parando a Hermione para que no lanzase el hechizo.

- Tenemos que hacerlo Harry, es muy peligroso, estaríamos a merced de cualquier mortífago, espía o mago en general. Por no decir que esto es un sitio privado y no podemos acampar aquí.

Harry suspiró y apartó su mano para dejar a Hermione terminar las protecciones. Ron le palmeó la espalda, en un gesto de apoyo.

- Tranquilo, pronto vamos a estar tan ocupados que ni siquiera tendrás tiempo para pensar en él.

Por la mañana tomaron un desayuno rápido y frío, no querían entretenerse más, cada minuto que pasaba más muggles llegaban a la zona para visitar el interior de las pirámides, con sus respectivos guías turísticos.