Bajo la lluvia [En proceso...]

Capítulo 1

Abrí los ojos y suspiré. Jane ha llegado el momento, debes ser valiente.

Sin darme cuenta había activado mi modo drama queen.

Me levante de la cama suspirando y me quede mirando mi cara de pánico ante el espejo. Llevaba un moño mal hecho escapándose los pelos que aún no me llegaban. Había sido una locura lo de cortarme el pelo tan corto, pero ya habían pasado unos meses y empezaba a crecer poco a poco. Iba vestida con mi pijama retales, que consistía en un pantalón de chándal corto antiguo, y una camiseta grande de Disneyland.

Sí, una vestimenta muy digna para abrir la respuesta a la solicitud de la universidad. Pero había llegado el momento.

Avance despacio hacía el escritorio de la habitación y cogí el sobre que llevaba ahí desde la mañana anterior.

Vamos Jane, ha llegado el momento, no lo puedes alargar más, es tu última oportunidad.

Sin darle más dramatismo del que ya le había dado, abrí el sobre a toda prisa, incluso tuve miedo de poder romper el contenido. Cuando tuve la respuesta ante mis ojos hice una vista general muy rápida. Vi rápidamente un: enhorabuena. Di una risotada nerviosa y todo mi cuerpo se relajó. Aunque nunca lo admitiría ante Rachel, llevaba todo el verano nerviosa por las respuestas de las universidad, todas habían sido negativas y había perdido cualquier esperanza de salir del pueblo. Esta última no era la que más ilusión me hacía, pero era una buena oportunidad y debía cogerla.

Por fin podría estudiar Psicología, o quizá ¿Marketing?

Aún no lo tenía del todo claro. El primer año cogería algunas asignaturas generales y me tomaría el tiempo para decidirme.

Salir del pueblo, conocer gente nueva, y sobre todo alejarme de James, me ayudaría a verlo todo con una mejor perspectiva.

­­—¡JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAANE! — se escuchó una voz masculina que surgía de la planta baja.

Vale, alejarme de mi familia tampoco me iba a venir mal. No me malinterpretéis, los adoraba, pero a veces podían ser muy fastidiosos.

Bajé a toda velocidad por las escaleras y me asomé a la cocina, donde, como sospechaba, estaba mi padre terminando de hacer una gran fuente de tortitas. Sí, además de ser fastidiosos, les encanta comer, y debo confesar que en eso me parezco mucho a mi familia.

—Jane, son las 12 de la mañana y encima sigues así y en pijama, ¿cuándo pretendías bajar? Es verano, sí, pero pronto tendrás que volver a la rutina. — esto último lo dijo bajando el volumen y mirándome de reojo— ¿Pasa algo?

—Papá, prepara más tortitas porque... —agite la solicitud como una loca — ¡Me han admitido!

A mi padre se le cayó la tortita que estaba sacando en ese mismo momento y se abalanzo para abrazarme.

—Hija... NO ME LO PUEDO CREER – exclamó mientras me levantaba por la cintura.

—Tampoco hace falta que te sorprendas tanto — le mire de manera ofensiva.

Los dos estallamos en risas, cuando mi hermano se asomó por la puerta.

—¿Qué pasa aquí? ¿Nos ha tocado la lotería o qué? — dijo con cara de desconfianza.

Mi madre y mi hermano también se alegraron de que por fin una universidad me hubiera admitido.

No sé si por mí, o por perderme de vista.

Pero hicimos una comida de celebración y empezamos a hablar de los preparativos. Faltaba a penas una semana para prepararlo todo, tendría que buscar una residencia, y oh, oh... Contárselo a Rachel, y quizás a James...