Bajo la lluvia [En proceso...]

Capítulo 4

Seguimos caminando en silencio por los caminos del campus. Mi cabeza no paraba de dar vueltas y pensar en qué podía decir para romper ese silencio. Y el extra de alcohol que había en mi sangre no me ayudaba precisamente.

Una de las cosas que más me incomodaban en el mundo era estar en silencio con alguien, y más con un desconocido.

Le miré de reojo, él no pareció incomodo. Caminaba fijando la vista al frente y las manos en los bolsillos del pantalón. Sus ojos expresaban tranquilidad, pero su mandíbula estaba tensa.

Jane, di algo.

—¿Estudias en esta universidad? — murmuré analizando su respuesta.

Él me miro confuso, pareciendo salir de sus pensamientos en los que estaba tan enfrascado. Siguió mirando hacia delante y contestó sin mirarme.

—Es obvio, ¿no? Que haría aquí si no — dijo acelerando un poco el ritmo de sus zancadas.

—Oh, perdón... — murmuré y alcancé su ritmo.

¿Qué mosca le había picado? Era él el que se había ofrecido a acompañarme, y yo solo quería ser amable sacando algún tema de conversación. Pero parecía ser que él no estaba muy a la labor.

Pensé en lo tenso que se había vuelto el ambiente entre Liam, Alison y Jake cuando apareció. ¿Habría pasado algo entre ellos?

Decidí no hablar más. Estaba cansada y lo que menos me apetecía era forzar una conversación, en la que claramente no era recíproca.

Se me iluminaron los ojos cuando vi un gran cartel que ponía residencial M. Se acabo la tortura silenciosa.

—Bien, es aquí. Gracias por acompañarme Matt — le dije subiendo las escaleras, no podía alargar esto mucho más — ha sido una charla interesante...

—Ya nos veremos — contestó sin quitar ojo al móvil.

¿Qué miraba tan interesado en el teléfono móvil durante toda la noche?

Pero verle con el móvil me hizo recordar que no me había despedido de los demás. Quizás se preocuparán si no volvía a la fiesta. Me di la vuelta y alcé la voz ya que Matt se estaba alejando.

—¡Matt! —exclamé y el miro saliendo de su burbuja tecnológica — ¿Les dirás que me fui? Se me olvidó y no tengo el número de ninguno.

Él al escuchar lo que le decía bajo la mirada y siguió a lo suyo avanzando.

—Si claro, no te preocupes — murmuró.

Entre en mi habitación y me dispuse a quitarme el vestido y ponerme un pijama. Me quité los restos de maquillaje y mi lavé los dientes. Era hora de descansar. Mañana sería mi primer día de clases en la universidad, y debo reconocer que me ponía un poco nerviosa.

Mientras me metía en la cama, pensé en el extraño comportamiento que había tenido Matt durante la noche.

Primero había sido seco, y se había quedado apartado. Cuando me vio fuera, parecía amable e incluso divertido y preocupado porque no me fuera sola. Y después otra vez distante. Obviando como se habían comportado sus amigos cuando apareció.

La pena que no había pedido el teléfono de ninguno. Habían sido muy amables conmigo y me lo había pasado muy bien. Y encima solo Matt sabía en que pabellón de la universidad me hospedaba.

•••

Vale Jane, tranquila, solo es tu primer día de universidad a unos cinco mil kilómetros de tu casa. No es para tanto.