¿Cuál es el costo?

¿Guerra? Pt. 1.

-Ah, aquí estás.

-¡Gremory! ¿C-cómo me encontró? ¿Está cazándome? ¡Soy un noble, no un callejero! - gritó un desesperado, roto y aún sangrante Raiser.

-Ya cállate, Raiser. Ya se encargarán de ti cuando todo esto termine, mientras tanto, escucha con cuidado y tal vez no te vaya tan mal en tu... situación.

El ave herida sólo asintió en resignación y fijó su mirada en Zeoticus.

-Regresarás al inframundo, directamente a la Plaza de Lilith, no hables con nadie, ni siquiera con los Maou, y en cuanto te asegures que no hay nadie en los alrededores, colocarás esta insignia en la fuente principal abriendo un pasadizo secreto. Ahí encontrarás a los líderes de clan de los Setenta y dos Pilares y les mostrarás la insignia. A partir de ahora serás mi porta-voz, les contarás todo lo que sabemos de este mundo. ¿Entendido?

Raiser sólo asintió.

Zeoticus sacó el estuche de madera de su saco, mientras lo abría, se llevó el dedo meñique de su mano izquierda adentro de su boca, lo presionó con sus dientes y tiró de su mano. La sangre brotaba a chorros.

-¡¿P-pero qué está haciendo?! - preguntó Raiser, sorprendido, viendo a Zeoticus limpiarse la sangre de los labios mientras guardaba su dedo recién cercenado en el estuche de madera.

-Más te vale que lo cuides bien. - dijo Zeoticus en respuesta a la vez que le extendía el estuche a Raiser.

Con un gruñido y disgusto en su cara, el Phoenix tomó el estuche y lo guardó en su bolsillo. -¿Ahora qué? ¿Cómo se supone que iré al inframundo si no podemos usar magia?

-De la misma forma en que vinimos, preguntando. ¿Hagoromo?

-Ah, Zeouticus-san, Raiser-san. ¿Puedo ayudarles en algo? - cuestionó el Rikudou Sennin.

-Sí, Raiser ya no es muy bienvenido ni siquiera entre nosotros, creemos que debería regresar a nuestro mundo... por favor. - explicó el Gremory ocultando su mano herida.

-Ya veo. Bueno, espero puedan arreglar sus diferencias en el futuro próximo.

Dicho esto, sin previo aviso, el Rikudou Sennin abrió un portal por debajo de Raiser por el cual cayó.

-Te quedarás más tiempo, espero.

-Así es, aún tengo que aclarar algunas cosas con mi hija. - dijo Zeoticus al tiempo que el portal se cerraba. -Pero antes que se marche, hay algunas cosas que quisiera preguntarle, Hagoromo.

-¿Es así? Por favor, siéntase libre de hacer las preguntas que desee.

-Gracias. ¿Por qué no podemos usar nuestra magia?

-Les coloqué un sello supresor al momento de cruzar el portal y una vez que lo crucen de regreso el sello se romperá. Sólo es por precaución, claro.

-¿Precaución? ¿Dejándonos indefensos en un mundo desconocido, en el cual, ciertamente los humanos son más fuertes que los que conocemos?

-Ciertamente son más poderosos, y si ustedes se hubieran mostrado de una manera más hostil de la que supongo hicieron, el joven Raiser estaría regresando a su mundo en... otro estado. Además intentaba proteger a Rias, créame es fuerte, pero jamás respondería a un ataque de su familia. ¿Alguna otra pregunta?

-Mencionó que tomaríamos una decisión, ¿en qué momento tomaremos esa decisión?

-Si aún no lo sabe es porque aún no es el momento. ¿Alguna otra pregunta?

-... No, es todo por ahora.

-Bien, entonces me retiro.

Con esto el Sabio de los Seis Caminos se desvaneció dejando a Zeoticus con su rabia solos en el bosque.