¿Guerra? Pt. 2

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En el Inframundo.

Una fisura se abrió en el techo de la sala de reuniones de la mansión Gremory, y conforme la fisura se extendía y se abría, esta revelaba un portal.

El portal escupió a un hombre cuyo cuerpo magullado y aparentemente sin vida, repentinamente se envolvió en llamas para después mostrar al mismo hombre ahora sin rastro de herida alguna.

-Asqueroso fantasma. - se quejó Raiser, levantándose del suelo y sacudiendo su traje desgastado. -Creo que puedo tener un baño y comida decente antes de ir a Lilith.

Residencia Uzumaki.

Como suele suceder en ese tipo de historias, y sin que el relato de Naruto sea la excepción, los oyentes se encontraban helados, principalmente los más jóvenes, quienes apenas podían imaginar lo que sería cargar con el destino del mundo en sus hombros, tener que ver caer a sus amigos y al final quedar sin otra opción mas que terminar con lo que pudieran pudieran conocer como familia con su propia mano.

-Uh... supongo que no fue una buena idea contar esa historia a la hora de la cena. Quita el apetito. - dijo Naruto rompiendo el silencio y levantándose de la mesa. -Y estoy seguro que sabía estupenda. En cualquier caso, gracias por la cena. Creo... que iré a recostarme, mañana hay muchas cosas que hacer, debemos planear la próxima cumbre entre los líderes y esas cosas. Que tengan buena noche.

Vieron a Naruto marcharse de la habitación y tan pronto su imagen desapareció, Rias volteó con el ceño fruncido hacia su hermano.

-¿Q-qué? - el super demonio levantó sus manos nerviosamente tratando de apaciguar a su hermana.

-¡Eso fue de muy mal gusto, Sirzechs! ¡Había dicho que les hablaría de ello en su momento! ¿En qué estabas pensando?

-P-pero él dijo que estaba bien, que el pasado es pasado-.

-¡Por supuesto que el pasado es pasado! ¡Es por eso que no se puede cambiar y aunque puedes vivir con ello, las heridas causadas no se borran!

-Lo siento, Ria-tan. Yo sólo quería saber si vivían las tensiones que existen en las pos-guerras.

-Con todo respeto, Onii-sama, ¿qué hubieras podido hacer tú aquí si fuera así?

-Entiendo lo que hablas, aquí no tengo magia y mi poder como gobernante no es reconocido por los líderes de este mundo, ahora mismo soy un civil, pero tal vez así hubieras vuelto con tu familia a nuestro mundo.

-¿Qué?

-Sé como suena y créeme, estoy de acuerdo con tu deseo de haber venido aquí, he hecho cambios ¿sabes? En el inframundo. Yo sólo quería-.

-Ichigo, Mito. ¿Qué les parece si llevan a su primo Millicas al estanque? Está oscureciendo y tal vez puedan ver algunas luciérnagas.

-Está bien, Oka-san. Vamos Millicas-niisan, Mito. - respondió Ichigo al llamado de su madre dirigiendo a los otros dos pequeños a la salida del hogar.

-¿Puedo pedirte por favor que los vigiles, Grayfia?

-Por supuesto, Rias-sama. - la sirvienta peliplata hizo una reverencia a los presentes y salió tras los niños.

-Por favor escuchen. Yo en verdad estoy feliz de verlos después de "tantísimo tiempo", más de lo que en realidad puedo demostrar. Y sé que nuestra despedida no fue la más correcta, o mejor dicho no hubo tal, pero hay una cosa que les pido sobre todo y es que entiendan que no volveré a esa dimensión. Todo lo que tengo, mi vida entera se encuentra aquí.

-¡¿Tu vida entera dices?! ¡Tu vida entera está en el inframundo! ¡Sólo pasaste diez años aquí, pero nosotros te criamos diecisiete años allá! ¡Te dimos un futuro allá! ¡Tu deber con los demonios está allá! - rugió Zeoticus explotando de ira y golpeando la mesa.

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