Fase uno completada.

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-¿Cómo estás? - preguntó Naruto, acostado junto a su esposa en la cama.

-Mentiría si te dijera que estoy bien. - respondió la triste belleza mientras enterraba su rostro en el pecho de su amado.

-¿Aún no has tomado una decisión?

-No... Mi cabeza es un desastre en este momento. Me había prometido no volver a poner un pie en ese mundo, y aunque sabía que moriríamos sin volver a vernos, no esperaba que la realidad me golpeara así. Bathory dijo que tendría que irse en la mañana. No tienen idea de cuánto tiempo pueden dejar abierto el portal o si podrán abrir otro en el futuro, así que con ella podría irse mi oportunidad de despedirme de Sona.

-Tienes que ir. - respondió sus esposo con seguridad en sus palabras.

-¿Escuchaste lo que dije sobre prometerme no volver a ese lugar verdad?

-Siempre te escucho, cada palabra. Pero más que eso, yo te entiendo. Hiciste esa promesa en un momento bajo de tu vida en un intento por olvidarlo todo y continuar avanzando. Y lo hiciste, te has vuelto alguien muy respetada y querida en este mundo. Creo que tienes que volver ahí con la frente en alto y despedirte de tu mejor amiga, demostrándole que te encuentras bien.

-Quisiera decir que tus palabras me hacen sentir mejor, pero a pesar de que tienes razón, no puedo evitar preguntarme qué hubiera pasado si también hubiese estado yo ahí. Me pregunto si yo hubiera muerto también con ella, o si trabajando juntas hubiéramos derrotado a ese ángel caído.

-Cariño, no puedes torturarte así. Es una verdadera pena lo que sucedió, pero no fue tu culpa, no lo provocaste ni lo propiciaste con tus acciones.

-¿Cómo puedes estar tan seguro?

-Nuestros actos tienen consecuencias, es cierto. Pero también hay sucesos que son consecuencia de los actos de los demás y están fuera de nuestras manos. Y si un bastardo es lo suficientemente loco como para tener en mente acabar con la vida de la hermana de un gobernante del Inframundo para provocar una guerra, habría atacado de todos modos, sin importarle nada más, y no podrías hacer otra cosa más que conseguir justicia y seguir adelante por ti y por ella. Igual no puedes saber si hubieras estado en prisión por encontrar la manera de asesinar a quien hubiera sido tu esposo.

La chica miró al rubio fijamente y luego volvió a enterrarse en su pecho.

-... Creo... Creo que iré. ¿Podrás arreglártelas solo en la cumbre y unos días más?

-Soy el Hokage. No podría cuidar de la aldea sin tener al menos mi casa bajo control. Será complicado si tenemos que extrañarte todo el tiempo, pero estaremos bien.

La pelirroja se apretó más contra su esposo en su abrazo, sintiendo cómo era reconfortada por los dedos de su amado deslizándose entre su suave cabellera.

-Gracias. De verdad, gracias.

A las puertas de la aldea.

El sol llegó a su punto más alto.

La familia Uzumaki-Gremory, más la ex-nobleza de Rias, el resto del Escuadrón Trece, Shikamaru y Elizabeth Bathory, se encontraban en los límites de la Aldea de la Hoja, despidíendose por los viajes que emprenderían.

-De nuevo, ¿por qué es que no puedo acompañar a Rias-buchou a nuestro mundo? - cuestionó el portador del Dragón Emperador Rojo.

-Porque ahora eres parte de la aldea y yo soy tu jefe. - respondió el Hokage.

-Agh.

-Se dice, "sí, Hokage-sama".

-¡No me provoques, maldito rubio!

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⏰ Última actualización: Dec 20, 2022 ⏰

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