Jimin sabía que era un chico afortunado, pues había tenido la oportunidad de viajar muchísimas veces en su vida. Primero con su madre, algunas veces con sus abuelos maternos y luego, varios años más tarde, con su padrastro y el hijo de éste, tres años más grande que él. Tenía la teoría de que por esa razón su relación con esas dos nuevas personas era tan buena, porque se la pasaron de aventura en aventura, conociendo lugares, recorriendo, y así él, que por ese entonces solo tenía unos 10 años, no tenía tiempo de pensar en la separación de sus padres, cosa que había ocurrido a sus 5 años de edad y había dejado una gran marca. Logró sentirse parte de una familia conformada, amorosa y muy divertida a su parecer, aunque eso no era solo por los viajes. Algo tan simple como un desayuno en familia una vez que todos vivieron juntos también era una aventura llena de risas. Por ello no le costó llamar padre al señor Yoonho o hermano a Yoonsu, y estuvo más que de acuerdo en tomar el apellido de ellos una vez que los adultos se casaron.
Si, había sido un niño con suerte.
— Llegamos chicos, despierten. — dijo el señor Park, esperando que ambos jóvenes estuvieran descansando en los asientos traseros del auto, pero no era el caso de Jimin. Él no había podido pegar un ojo desde que habían bajado del avión, quedando encantado una vez más con la ciudad de Nueva York. No importaba cuántas veces la visitara, las mariposas en el estómago volvían cada vez, y parecía que ese año eran más fuertes aún puesto que habían viajado para pasar las fiestas allí. ¿Quién no había visto lo hermosa que se vestía Nueva York para navidad y año nuevo? Ese año, él tenía el privilegio de poder ver todo desde dentro, siendo parte de la postal.
Luego de mover levemente el hombro de su hermano, y de decirle nuevamente que ya habían llegado al hotel, bajó del auto y ayudó a sus padres con las valijas. Días antes de viajar, su madre les había dicho a todos que intentaran reducir las cosas que llevaban a una valija por persona, pero se declaraba culpable de haber terminado ocupando dos, y en ese momento se detestaba por haber tomado esa decisión.
Una vez que llegaron al piso que les correspondía, buscaron el número de habitación correspondiente, aunque eso era más bien un departamento enorme. Lo entendía, eran dos familias las que iban a habitar el lugar, donde había tres parejas conformadas que necesitaban su espacio y privacidad, así que no se sorprendió al ver que la sala de estar era enorme y espaciosa, y que el lugar contaba con cuatro cuartos. Además de su propia cocina, baños en cada habitación y uno más cerca de la entrada. Jimin no iba a negar que su familia tenía dinero, su madre era una abogada exitosa, y por dicho oficio había conocido al padre de Yoonsu, así que podía decirse que había sido un niño con suerte y varios lujos.
— Jim, tu cuarto es el que tiene dos camas individuales, o así se supone que debería ser. — escuchó a su hermano hablando detrás suyo.
— ¿Tengo que compartir cuarto? — No pretendía que su voz saliera con el tono de molestia que la había teñido, pero esperaba poder tener su propio cuarto, pues era a lo que estaba acostumbrado.
— Si, con el más joven de los Jeon. — No le respondió a su madre, tal vez por la mirada de advertencia que ésta le dirigió, o tal vez porque, si se trataba de ese chico, tanto no le molestaba compartir cuarto.
ESTÁS LEYENDO
Flowers & Snow - JJK;PJM
FanfictionUna flor y un copo de nieve se conocieron por casualidad. Y se enamoraron. Pero una flor no florece en invierno. Un copo de nieve no cae en primavera. O tal vez sí. Aquí sí es posible, pues es su historia de amor.