Capítulo 4

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— Jeongukie, despierta. — Llevaba intentando despertar al menor hacía varios minutos, pero eso era puramente su culpa, pues mantenía su tono de voz delicado, suave, igual que su tacto sobre el hombro del contrario. Sí, quería despertarlo, pero a la vez le daba pena interrumpir la paz en la que se encontraba sumergido. — Gukie~. — Un nuevo intento y por fin el otro muchacho le devolvió la mirada; él solo alejó su mano y se quedó observándolo mientras se estiraba e intentaba reaccionar.


— Hyung... — Su voz sonó sorprendentemente ronca, provocándole una sonrisa y gesto de sorpresa. — Lo siento, buen día hyung. — dijo luego de haberse aclarado la garganta.


— Buen día J. — Jeon se sentó en su cama con la mejor cara de dormido, y de verdad consideró quedarse horas mirando esa tierna imagen, pero no podía pues tenía otros planes en mente. — Lamento despertarte, pero quiero que vayamos a un lugar, abrígate. — dijo y, luego de cerciorarse de que el otro no fuera a quedarse dormido nuevamente, salió del cuarto para dejar que se vistiera.


Estaba increíblemente emocionado esa mañana, lleno de energía a pesar de que fueran alrededor de las 9am. No era una persona que durmiera hasta tarde, pero tampoco era de esos que disfrutaba de levantarse muy temprano y automáticamente comenzar a hacer cosas. Era una cosa intermedia entre despertar temprano, por su cuenta, quedarse en la cama y luego de un largo rato pensaría en desayunar. Pero esa mañana estaba despierto desde las siete, sin planearlo en realidad, fruto de su emoción por llevar a Jeongguk a un lugar que sabía le iba a encantar.







— Hyung, no quiero molestar pero yo necesito desayunar antes de caminar cuadras y cuadras. — Solo rió levemente.


— Lo sé, pero a eso vamos, no te preocupes.


— ¿Entonces por qué estamos parados en la puerta del hotel haciendo nada?


— Porque estoy esperando que traigan el auto que alquilé. — El departamento venía con ese servicio extra de poder pedir un auto de ser necesario, y en ese momento le parecía muy útil pues con un vehículo iban a llegar más rápido, y de paso también ya tenían la forma de ir a lugares más lejanos que sin dudas no pensaba visitar a pie. La noche anterior, cuando la idea de llevar a Jeongguk a ese lugar se le había venido a la mente, salió de la cama para no molestar al otro chico y contrató el servicio, teniendo suerte de que lo hubieran atendido, o todo se habría retrasado bastante esa mañana.


— ¿Park Jimin? — dijo de pronto un joven de uniforme bajando de un auto, uno muy brillante y negro. Se acercó con su identificación y todos los papeles para constatar que se trataba del titular de ese auto, y una vez que todo estuvo en orden, tomó las llaves y le indicó a Jeon que podía subirse. Luego de poder introducirse en las calles neoyorquinas, encendió la radio y dejó que la música inundara el ambiente.


— Me gustaría saber a dónde vamos, hyung.


— Si me dices hyung, no pienso decirte nada. — bromeó con el chico, dirigiendo por unos minutos la mirada en su dirección, y sonriendo por la cara de molestia que el otro tenía. — Prometo que valdrá la pena.

Flowers & Snow - JJK;PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora