Capítulo 2

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— ¿Ya tienen planes para salir? — preguntó la señora Jeon mientras tomaba una porción de comida de su plato y lo llevaba a su boca. Los jóvenes presentes la miraron, para luego mirarse entre ellos en puro silencio.


— Con Miyeon queríamos salir a caminar por el centro, no muy lejos del hotel. — informó Yoonsu, con un tono que rozaba el que uno utiliza cuando quiere pedir permiso para hacer algo.


— Cariño, no tienes que pedirle permiso a mi madre para llevarme a caminar, vamos a casarnos. — La chica de cabello largo y castaño miró con verdadero amor al chico a su lado, y posó su mano delicadamente sobre la suya. Los demás presentes rieron ante esa escena, pues era cierto, sin importar que ya estuvieran comprometidos, Yoonsu seguía actuando como si solo fuera el reciente novio de Miyeon. Eso enternecía a los padres de la muchacha, además de dejarlos tranquilos ya que para ellos era una señal de cuánto respetaba a la familia y a su futura esposa. Para Jeongguk solo era una muestra de lo tonta que termina una persona al estar enamorada.


— Mis amigos de aquí me llamaron, van a estar en la casa de uno de ellos así que pensaba pasar a saludar. — dijo Jimin de forma relajada, con su atención puesta en su plato, ajeno a que con solo abrir la boca, ya tenía la total atención del más joven de los Jeon.


— ¿Por qué no llevas a Jeongguk contigo? Si es que a sus padres no les molesta. — sugirió la madre de los Park, provocándole al susodicho una oleada de nervios.


— Oh, si... supongo que mis amigos no tendrían problema en que vaya con él. — Jimin lo miró, cosa que le fue fácil al estar enfrentados en la mesa a la hora de la cena, atento a la respuesta que éste debía darle. Por su parte, Jeon lo miraba con sus ojos grandes y bastante asustado. ¿Ir con los amigos de Jimin? De pronto esa idea lo hacía sentir muy pequeño, en todos los sentidos, tanto que la diferencia de cuatro años que había entre él y el chico frente a él le parecía abismal. Era un niño, sería ridículo que fuera a ver a los amigos de su hyung, y no quería pensar en que el pelirosa seguro se sentía como el hermano mayor que debe cargar con su hermano menor para todos lados por pedido de su madre. No, él no iba a ser una molestia para su hyung.


— Oh no, por favor, dejemos que Jimin hyung salga con sus amigos de forma tranquila. — respondió con una sonrisa, mirando a la dulce mujer que había sugerido la idea. — De todas formas me siento algo cansado, así que pensaba acostarme temprano.


— No me molestaría que me acompañaras. — De verdad estuvo tentado a decir que sí cuando Park lo miró con una sonrisa amable mientras pasaba su mano por su cabello peinándolo hacia atrás, para luego sacudir su cabeza, logrando que los mechones rosados volvieran a enmarcar su frente.


— Gracias hyung, tal vez la próxima vez podrás mostrarme la ciudad.








Horas más tarde, estaba completamente instalado y cómodo en su cama, estrenando uno de los pijamas que había decidido comprar exclusivamente para ese viaje. Amaba los pijamas con temática, y siempre buscaba la excusa para comprar más. Estaba solo en el departamento, pues los adultos habían decidido bajar al bar del hotel a tomar algunos tragos y charlar, y tal vez disfrutar de la música que tocaban en vivo también. Su hermana y su prometido habían desaparecido por la puerta hacía tiempo ya, tomados de la mano y con sonrisas de emoción; y junto a ellos había salido Jimin también, con la excusa de que iban para el mismo lado, pues al parecer el lugar donde se reunían él y sus amigos era cerca del centro. Por su parte, él estaba bien disfrutando de una maratón de "The lion king", después de todo se trataba de su película favorita de Disney, aunque prefería la segunda, y eso había hecho que se ganara quejas de muchas personas a lo largo de su vida.

Estaba concentrado en la pantalla, no solo por la película, sino por el hecho de que estaba en inglés y, si bien entendía, le era increíblemente extraño estar escuchando a los personajes hablar en ese idioma, luego de toda una vida de escucharlos en su lengua materna. Además, era más lo que entendía por saberse los diálogos de memoria que por ser fluido con el idioma, aunque intentaría arreglar eso en ese viaje. De pronto, el sonido de su celular vibrando en su mesa de noche lo sacó de su trance. Por un momento se preocupó, por el pensamiento de que tal vez era alguno de sus familiares que lo llamaba por una urgencia, pero cuando vio la foto que tenía junto a su mejor amiga se tranquilizó y pudo sonreír.


— Hey, esperaba encontrarte en medio de la gran ciudad, rodeado de luces, personas y autos. Eso que veo es ¿tu cama?


— Hola Shu, también te extrañé.


— ¿Por qué estás pasando tu primera noche en esa ciudad estando acostado a las diez de la noche? Espero haber calculado bien la diferencia horaria.


— Todos tenían planes.


— Tú también podrías haberlos tenido, ¿por qué no estás con tu amorcito?


— ¡Silencio! ¿Y si alguien vuelve y te escucha? De verdad podría viajar de vuelta a Seúl solo para tirarte con algo.


— ¡Lo siento! — Jeon mantuvo su semblante serio, a pesar de que la risa al otro lado del teléfono le era contagiosa, pero es que no podía permitir que nadie allí supiera cuánto le gustaba el más joven de los Park. No porque fueran a tomárselo a mal, sabía que tanto sus padres como los de él eran personas modernas y abiertas de mente. Su hermana enloquecería y estaría más que feliz, Yoonsu era un caso difícil, no sabía bien qué esperar, pero era alguien tan bueno que seguro se alegraba mucho también. E incluso podía afirmar que si Jimin se enteraba que estaba enamorado de un chico lo felicitaría, pero no estaba seguro de su reacción si se enteraba que el enamoramiento era por él.

Una vez que "perdonó" a su amiga, aunque no estaba verdaderamente enojado con ella, se la pasaron charlando hasta que el reloj de su celular marcó la 01:08 am. o eso fue lo último que él pudo ver antes de cerrar sus ojos, a pesar de haber luchado por evitarlo, y quedarse dormido.








Jimin entró lo más silenciosamente posible al departamento, ya que no sabía si alguien allí estaba durmiendo. Sus padres y los señores Jeon seguían en el bar, los había visto al pasar, su hermano y Miyeon estaban viendo una película en la sala, y la muchacha le dijo que no importaba si hacía ruido, su hermano no iba a despertar. Pero él no quiso molestar al pequeño Jeon, por lo que abrió lentamente la puerta del cuarto que compartía con el peliazul, quedando más que enternecido ante la imagen que tenía frente a sus ojos. La habitación solo estaba iluminada por la luz de la televisión, donde podía ver dibujos animados, y el pensamiento de Jeongguk quedándose dormido mientras veía una película de dibujitos le parecía de lo más adorable. Creía que, en el fondo, seguía viendo a ese niño de 16 años que conoció cuando, en el primer año de noviazgo de su hermano y Miyeon, ambas familias se reunieron a cenar. Aunque sí que había pasado tiempo desde aquella vez, y sí que había crecido.

Se acercó hasta la cama del muchacho en búsqueda del control de la televisión, pero tal vez se quedó más tiempo del debido mirando al chico y la forma en la que sus pestañas descansaban en sus mejillas al ser tan largas, o cómo su cabello azul resaltaba sobre la blanca superficie de la almohada. A sus ojos, se veía muy bello y delicado tocado por los rayos de luna que ingresaban por la ventana, todo se veía en tonos fríos y azulados, pero a pesar de eso, y del verdadero frío que había sentido Jimin al estar fuera, en su pecho todo era calidez.

Flowers & Snow - JJK;PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora