Bajo un cielo oscuro, ambos chicos caminaban lado a lado por las calles del centro de Nueva York. Charlaban con sonrisas en sus rostros, mientras iban decididos hacia el parque que habían visitado el día anterior, pues Jimin había hecho la promesa de llevarlo a ver el árbol de navidad en la noche, cuando se podía ver todo su esplendor. Sabía que a Jeongguk le gustaría poder verlo en vivo, y a decir verdad, a él le hacía ilusión poder verlo con él. Una vez que el menor terminó de tomar fotografías, entre las cuales había varias de ellos dos juntos que esperaba poder imprimir para tenerlas de recuerdo, decidieron tomar asiento en un banco y solo quedarse viendo el lugar. Estaba repleto de familias con sus niños pequeños, también de parejas quienes parecían estar envueltas por el aura mágica de la navidad, pues todas estaban especialmente acarameladas tomadas de la mano o dándose tiernos besos.
— Odio ver a la gente besándose. — soltó el menor de repente, sacándole una risotada.
— ¿Por qué? ¿Acaso eres un anti romántico?
— No, pero es muy incómodo de ver. — le respondió haciendo muecas de lo más adorables a su parecer. — Y es peor si hacen ruido.
— Solo déjalos en su burbuja de amor, estoy seguro de que sabes lo que se siente. — Pero algo en el silencio de Jeon lo hizo voltear a verlo. — ¿Qué sucede?
— En realidad no sé qué es esa burbuja de amor, jamás estuve en una. — Intentó no verse sorprendido y terminar por hacerlo sentir incómodo, pero la idea de que en toda su vida Jeongguk no hubiera salido con nadie le parecía de lo más increíble.
— ¿Quieres decir que nunca estuviste en una relación seria?
— Jamás salí con nadie en ningún sentido, aunque supongo que sí hubieron personas que lo intentaron, yo nunca salí a una cita siquiera. — Se veía tan pequeño y tímido a su lado, que no pudo contener el impulso de pasar su brazo por sus hombros, como en señal de ánimo, aunque no creía que necesitara animarlo por un tema así. Si él no había querido salir con nadie, era totalmente válido y respetable.
— Tal vez por eso odias ver a la gente besarse, pequeño anti cupido. — bromeó mientras picaba su mejilla con su dedo, provocándole una bella sonrisa de ojos arrugados.
— ¿Qué hay de ti, hyung? ¿Conoces esa burbuja de amor? — Jimin estaba encantado con la forma en que los ojos de Jeongguk brillaban esa noche, gracias a las estrellas, las luces del árbol, o tal vez solo era el brillo que ese chico llevaba dentro, por ello demoró más de lo debido en responder.
— Si, en realidad vivía en una hasta hace unos cuantos meses. — No había tenido intenciones de volver a hablar de su relación luego de que ésta había terminado hacía 5 meses, pero tal vez era momento. No le dolía, lo recordaba como algo lindo que había vivido, a pesar del horrible final que había tenido. Tampoco quería entrar en detalles sobre su ex con él, así que solo le relató que su relación había durado 1 año, y terminó por una infidelidad hacia él.
— Siento mucho eso hyung, no lo merecías, nadie merece algo como eso. — Aunque no necesitaba consuelo, las palabras de Jeongguk le parecieron de lo más lindas y dulces, así que por supuesto las agradeció y lo abrazó, trayéndolo hacia su pecho.
— ¿Crees que es cómodo estar así incluso ahora? — decidió soltar de repente, rompiendo el agradable silencio que se había instalado. La mirada confusa que le dirigió el menor lo hizo sonreír nuevamente, y estaba listo para ver sus mejillas tornarse rosadas. — Así terminamos dormidos, y fue tu culpa. Así que dime Gukie, ¿crees que es cómodo estar así?
— ¡Hyun! Silencio, es vergonzoso. — A él en realidad le había parecido adorable y cálido despertar así esa mañana, con la cabeza de Jeon en su pecho y un brazo cruzado sobre su abdomen, como si hubiera sido su peluche. Pero decidió dejarlo tranquilo, pues sabía que en realidad era muy tímido, y lo que menos quería era incomodar.
Luego de un rato, decidieron caminar un poco, compraron una bebida caliente y, juntos, emprendieron su regreso hacia el hotel. Aunque sentían que había sido la peor decisión, pues el frío esa noche era demasiado, y aunque sus ropas eran abrigadas y habían bebido algo caliente hacía unos minutos, no alcanzaba para combatirlo. Por suerte, ya estaban a unos cuantos metros, así que en forma de aliento, Jimin tomó su mano y, con una mirada, intentó transmitirle su idea y deseo: correr. Y eso hicieron. Corrieron tomados de la mano, con enormes sonrisas en sus rostros, sintiendo que tenían toda la libertad del mundo en ese instante. Esquivaron algunas personas que se cruzaban por el camino, las cuales los miraban al pasar, pero a ellos no les importaban, solo seguían sujetando la mano del otro y corrían hacia su destino, aunque ese podría haber sido cualquier lugar en el mundo, pues estaban dispuestos a seguir corriendo junto al otro por mucho tiempo más, si la otra persona lo pedía. Pero por el momento, solo corrieron hasta la puerta 313; incluso decidieron subir por las escaleras hasta el tercer piso, presos de esa adrenalina que les recorría el cuerpo.
Por supuesto sus padres y hermanos los miraron extraño cuando entraron de forma atropellada al departamento, y no se libraron de un reto por haber estado fuera con ese clima. Pero ellos siguieron en su pequeña burbuja de risas, incluso cuando se estaban cambiando sus ropas por unas más cómodas y un poco menos abrigadas. Y esa noche, decidieron no devolver sus camas a sus lugares originales. Esa noche siguieron durmiendo juntos, y una vez que el sueño se apoderó de ellos, se buscaron para poder dormir más pegados.
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Flowers & Snow - JJK;PJM
Hayran KurguUna flor y un copo de nieve se conocieron por casualidad. Y se enamoraron. Pero una flor no florece en invierno. Un copo de nieve no cae en primavera. O tal vez sí. Aquí sí es posible, pues es su historia de amor.