• 3. Intruso

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Capítulo resubido. 130524

NARA—————:.•

Hace tantos años me concedieron una nueva oportunidad para vivir, y desde entonces no he hecho más que tratar de subsanar mis errores. Cuando conocí a Yesasha para casarnos, supe que era una valiosa oportunidad para redimirme y no lo echaría a perder

Kohako sería coronado Rey del pueblo de Giora. Somos reconocidos por nuestra producción de plata y minerales, pero su principal característica siempre fue la personalidad divertida y pacífica de mi esposo.

— ¿Madre? — la voz de Kohako me sacó de mis pensamientos.

Le hice una seña de que continuara, invitándolo a pasar a uno de los jardines del palacio. Era de noche y aproveché para disfrutar de la corriente fresca.

— ¿Está todo bien? — preguntó genuinamente preocupado.

— La verdad es que, he estado pensando mucho en todo ¿Sabes? Aún recuerdo cuando llegué aquí — confesé

— No recuerdo haber escuchado la historia completa, al menos no por ti — comentó acomodándose mejor a la orilla de la fuente de agua.

— Fue hace años, cuando tu madre falleció tu madre en la guerra contra el ejército de demonios. En aquel entonces eras un bebé, un bebé demasiado juguetón —

«Ella era conocida por ser una excelente guerrera, una mujer admirable. Sólo que esa vez, no sabía que se enfrentaría contra uno de los demonios más poderosos que existen. El demonio blanco le hizo frente y aunque ella lucho con todo, él ganó.

Tu padre no podía con la tristeza, sin embargo sabía que tenía un hijo en casa al cual proteger. Tenía que dar la cara por todo su reinos pesar de que el dolor lo consumiera. Así que, para asegurarse de que su hijo quedara en buenas manos, mandó a varios hombres leales en cubierto a pueblos cercanos para encontrar a una mujer que pudiera hacerse cargo de su primogénito.

Ahí fue cuando mis padres ofrecieron mi ayuda y yo acepté. Me trajeron al palacio, y a pesar de que tu padre estaba en la guerra yo siempre me aseguré de informarle de cómo estaba su pequeño bebé.

Nunca quise tomar un lugar que no me correspondía por respeto a todos ustedes y la pérdida de la Reina, sin embargo, lo tomaron de muy buena manera. Decían que yo era un ángel enviado del cielo para cuidar del legado de los Reyes.»

La historia que le contaba a Kohako omitía ciertas cosas pero en sí todo era verdad. Llegué sin saber nada, sin conocer lo que hacían y aún así me propuse hacerlo bien y lo logre.

— Entonces, así fue como mi padre te conoció. Él siempre dijo que fuiste una salvación para él y el reino, como su rayo de luz — mencionó él a lo que yo no pude evitar un sonrojo que calentó mis mejillas.

— Sí, supongo que eso fui...—

— Nara, yo sé que no eres mi madre biológica, pero siempre te has comportado como una. Eres la que me ha cuidado todo este tiempo a pesar de todo, siempre has reconocido la importancia de mis padres y nunca te has valido de eso para imponerte. —

— Kohako, yo solo quiero que sepas que no soy tan perfecta... —

— ¿De qué hablas? Tu historia es única, gobernaste como nadie este reino además de cuidarme como a un hijo. Por favor, no vuelvas a decirlo, porque para mí si lo eres —

"Me refiero a que soy una traidora y cobarde" pensé.

— Gracias Kohako —

Después de esa plática él se retiró, ya era tarde como para que siguiera despierto. Mañana sería un día demasiado atareado para todos. Mañana él heredaría el trono que siempre le perteneció y yo lo cedería con gusto.

Akura el Asesino CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora