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Sentía que los días se volvieron lentos, aburridos, sin color.  Sentí por un momento que nada ya no tenía sentido.

Al momento en que me quitaron el yeso sentí ese alivio de por fin mover mi brazo, habían una que otra cicatriz en mi cuerpo a causa del accidente pero eso no me detuvo a la sentirme aliviado de ya no tomar medicamentos.

Entré al lugar donde mis amigos me esperaban, ellos estaban metidos en un papeleo cosa que solo ignoro  caminando con rapidez a la puerta tomando ese libro.

Dejé una caja que tenía entre mis manos.

—A veces me sorprende como llegas y te sientas a dibujar.

Sonreí un poco por lo que dice Emma y me concentro.

—Por supuesto, es lo único que ahora me tiene en un mundo distinto a este.

Emma estaba vestida casi de gala al igual que mis otros dos amigos. Miré el calendario, hoy era el día de su graduación, apreté mis labios volviendo a mi trabajo.

—¿No vendras con nosotros? - pude ver la esperanza de Emma y niego.

—¿Puedes darle esto? - susurro dándole la Caja, ella asintió.

[. . .]

Corey

Papá peinaba mi cabello, mientras que mamá maquillaba mi rostro un poco, sabía que intentaba quitar aquellas ojeras pero no ayudaba mucho ya que mis ojos estaban enrojecidos y un poco hinchados.

—Anímate, hoy es tu graduación mi amor.

Hice un sonido, sin embargo no di ninguna muestra de felicidad, mi padre tomó mi rostro besando mi frente.

—Ya casi es hora, es mejor que salgas y nos hagas sentirnos más orgullosos.

Miré mi rostro unos segundos para salir de inmediato.

Miré a mi Alfa, quien acariciaba mi espalda de forma lenta.

—Cuando subas, yo estaré entre las personas viendote.

Rei un poco por eso.

—¿Y que harás después?

El besó mi boca, volviendo a subir sobre mi y mis manos se deslizaron sobre su piel.

—Te voy a llevar lejos, muy lejos.

Contuve el llanto al escuchar mi nombre y me levanté escuchando unos aplausos, miré al público con un poco de esperanza.

Pude ver a sus amigos pero no estaba el.

Soporto ese llanto en mi y sonreí de forma falsa al recibir aquel papel.

—Felicidades, tranquilo, es normal llorar.

—Muchas gracias. - susurro y limpio mis ojos, sabiendo que yo no lloraba por mi graduación, mi pecho dolía, sentía ese vacío.

—Estoy muy orgulloso - papá habló y asiento, viendo a Emma acercarse quien me abrazó, la miré correspondiendo aquel abrazo.

Ella sonrió acariciando mi cabello.

—Nuestro chiquito ya no esta chiquito - susurra.

Una pequeña sonrisa salió de mi cuando Vlad y Jaspe me abrazan ambos al mismo tiempo alzandome, no evité reír, aferrandome a esos dos Alfas. Miré a Emma quien sostenía una pequeña caja entre sus manos.

—El me pidió que te la diera.

Cuando me bajaron tomé aquella caja, sintiendo mis ojitos ponerse húmedos viendo esa letra que conocía tan bien.

Sentí como me abrazan, sabía que era Emma por su dulce aroma y abri la caja viendo varias cosas en esta en su interior, un sollozo escapó de mis labios.

Emma besó mi sien y se separó.

—Te estaremos esperando en el auto. - susurra —Claro, primero debes de leer eso.

Asiento un poco, dudando y los ví irse, me quedé solo, abri aquella carta.

"Se que debes de odiarme por no haber estado presente, felicidades mi amor, estoy tan orgulloso de ti, no sabes cuanto. "
"los días se volvieron muy horribles al no tenerte, al no sentirte, perdón, tal vez esto nunca tenga un perdón y no lo merezca de ti, mi amor, mi precioso Omega, la peor cosa que hice fue el dejarte ir, no quiero dejarte ir."
"¿sabes por qué? Por que eres mío, eres el amor de mi vida, eres todo lo que quiero en mi vida, ¿recuerdas nuestro primer beso?, te estaré esperando mi amor, por que ya no pienso romper ninguna otra promesa.

Justin.

Miré a mis espaldas, viendo a mi padre y miré de nuevo la carta, después hacia donde estaban los chicos.  Dejé salir un suspiro y corrí hacia donde Emma quien me recibió y subí de inmediato.

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RudeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora