09

456 62 3
                                    





Había atrapado su cuerpo, soltando un sollozo, sintiendo como aquel familiar calor volvía a mi. Tomé su rostro unos cuantos segundos para después besarlo, lo besé de esa forma tan intensa que necesitaba hacerlo, demostrando esa falta que me hizo, sus manos se aferraron a mi pecho.

—¡Eres un idiota! - chilló golpeando mi pecho —¡Eres un estúpido! - dió otro golpe y solloza- un idiota al que amo.- susurra y lo abrazo fuerte.

Escuché su llanto, tomé su rostro con delicadeza mientras sus manos se ponían detrás de mi nuca, mi brazo se había enredado en su cintura.

—Perdón, no sabes en serio cuando lo sient. . . - su manita cubrió mi boca

—Juan, callate y besame.

Esta vez no interrumpi más, ví de atrás de mi Omega como Emma, Jaspe y Vlad alzaban sus pulgares y se iban corriendo, miré de nuevo esos bonitos ojos y junto nuestros labios, recorriendo su cintura.

Nuestros labios se sentía necesitados, se movían en sincronía, de esa manera armoniosa, sus manos fueron a mi pecho y jadeó cuando lo apreté. Ambos nos miramos en silencio y tomó mi mano con delicadeza.

Sentí como me guió a mi auto, ese auto que habían tardado en conseguir para dejar la motocicleta y entró, no dudé en hacerlo junto a él y subí sobre el, besando sus labios sintiendo sus labios moverse con rapidez al igual que los míos, sintiendo como nuestras lenguas se enredaban y jugaban entre estas.

Me separo para quitar mi camisa y sonreí viendo esos brillosos ojos.

[. . .]

Su mano se deslizó sobre el vidrio de la ventana, viendo como se había quedado marcada en el lugar, lo atraje despacio a mi moviendo los labios con rapidez escuchando un gemido de su parte.

—Te amo ¿lo sabias?

Sonrió un poco, sintiendo nuestras respiraciones un poco agitadas.

Cerró sus ojos.

—Lo sé, así como yo igual te amo - respondió, hice a un lado su cabellito, el cual estaba un poco húmedos y besé su frente no importandome lo sudorosos que estábamos.

Lo abrazo, mis brazos lo rodearon y quise desear que esto era verdad, y que mi mente no me estaba bromeando.

Sin embargo lo supe, supe que era tan real por que mi Omega me miró con esos brillosos ojos en lágrimas.

—Corey- su atención fue a mi y me inclinó sobre el asiento, tomando mi camisa sacando una cajita. — no soy el mejor,pero se que quiero una cosa, quiero ser ese afortunado de verte despertar cada día, verte envejecer junto a ti, mi amor ¿Quieres ser mi esposo? ¿Me harías el honor de casarme contigo?

 — no soy el mejor,pero se que quiero una cosa, quiero ser ese afortunado de verte despertar cada día, verte envejecer junto a ti, mi amor ¿Quieres ser mi esposo? ¿Me harías el honor de casarme contigo?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
RudeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora