¿Quién eres?

capítulo 4

Danielle:

Dudas. Me pasé toda una semana con dudas. Pensando, recapacitando, planteándome supuestas situaciones, reflexionando sobre lo que había pasado y lo que yo realmente sentía. Creo que dudaba por miedo a la realidad. Tenia miedo, y tanto que lo tenía. Necesitaba soltarlo, hablarlo, ya que lo único que sabía que debía hacer era aclarar mi cabeza y centrarme. Había sido, aquel, un día fantástico, me lo había pasado como nunca. Se que fui yo la que casi, por decirlo de alguna forma, se abalanzó sobre ella, pero no lo hice a adrede, era como un imán que contenían nuestros cuerpos que no lo podía retener, la fuerza era tan grande que terminé cediendo y dejándome caer sobre ella.

Fue una semana tranquila. Grabamos todos los días algo. Mis escenas con Stefania se veían un poco más tensas y solo cuando ella me miraba y me susurraba que me relajara, era solo entonces cuando volvía a fluir todo, cuando volvía a como había sido desde un principio.

Una noche, harta de no poder dormir porque mi cabeza no me permitía pensar en otra cosa que no fuera la italiana, decidí que la mejor opción era llamar a alguien. No me lo cogió a la primera, de hecho dio tono unas cuantas veces, pero al final respondió.

-¿Qué pasa? ¿Estas bien?-Respondió con un tono de preocupación Jaina.

-Si, si estoy bien.- Le respondo para que se relajara y no se preocupara.

-Joder, me has asustado. ¿Qué querías que pensara? Son las 12 de la noche.

-Lo siento.- Le suplico.

-Bueno... uno, estoy tranquila porque estas bien; dos, ¿Por qué me has llamado?

-La verdad que no estoy segura.

-No te creo. Te conozco desde hace mas de un año. Soy tu amiga y se que no me llamarías si no tienes una buena razón.

¿Se lo digo? Le confieso que creo que me estoy empezando a pillar por mi compañera de trabajo? ¿Le digo que hace una semana pasamos un día maravilloso y que terminamos acurrucadas en su sofá? ¿Le digo que no puedo dormir porque no me la puedo sacar de la cabeza?

Respiro hondo, tan fuerte que creo que me puede escuchar desde la otra parte de la llamada, para dar lugar a mi super discurso de loca que llama por la noche.

-Antes que nada, no quiero que me juzgues ni te rías ni nada por el estilo ya que lo que te voy a decir es serio y no estoy de humor para que te rías de esta chorrada. Es una tontería... bueno, en realidad no lo es tanto, pero es que también le quiero quitar peso y no quiero...

-O hablas o te cuelgo Dani-Me responde cortándome.

-Creo que me gusta alguien, pero no es gustar gustar, es como pregustar, emplan, la fase antes de gustar.

-Te veo ingeniosa hoy.- Dice riéndose por lo mal que me explico.

-Te he dicho que no te rias.- Le respondo lo más seria que puedo. Debo admitir que no soy la mejor persona explicándome y una parte de mi también se estaba riendo.

-Vale, perdóname. ¿Quién te esta pregustando?-Hace una pausa y antes de que yo le pueda contestar nada, ella sigue hablando.- Ay no me digas que es Grey o Jay...

-No, no, no. En realidad...

-¿En realidad qué...?-dice ella ya con un tono más de preocupación.

-Es tan increíble. Tiene una sonrisa... Sus ojos brillan como la más grande estrella del universo... Su forma de ser es tan particular y a la vez es tan sencilla... Y su acento, eso si que me mata.

Creo que eso ultimo le hizo encajar todas las piezas del puzle. Se mantiene en silencio durante unos segundos meditando la respuesta, pensando en que responder, en como reaccionar.