Ophelia se movió inquieta en la cama, al amanecer llegarían las sirvientas para despertarla y empezar a empaquetar sus vestidos para ir a Turkesh a la fiesta anual de puesta en sociedad. Este año era su año de presentación, ya tenía 17 años, después ya podrían hacerle propuestas por su mano a su padre. Podía ser cualquier noble de su reino o cualquier miembro soltero de las otras familias reales.
En Turkesh estaban sus primos Mael y Fergal y también llegarían sus primas Zaelia y Olympia con sus padres poco después de que ella llegara. Zaelia y Fergal también tendrían su presentación en sociedad, así que no estaría sola.
La puerta se abrió y entró una sirvienta.
- Princesa Ophelia, debe levantarse y prepararse para el desayuno. Su alteza la reina consorte no quiere retrasos.
- Buen día, June. Me levanto ahora. Estoy nerviosa, casi no he dormido.
- No debe estarlo, princesa. Cientos han echo su presentación en sociedad antes y no ha pasado nada, no va a pasar ahora.
Ophelia suspiró y se levantó de la cama, antes de que pudiera dar un paso hacia el arcón dónde se guardaban sus vestidos entró por la puerta Betsabé, la jefa de las sirvientas y los ojos y oídos de su padre en el castillo.
- Princesa Ophelia, la comitiva saldrá hacia el Reino Turkesh al mediodía. Su padre le ruega que no se retrase y ponga en mal lugar al Reino Ebel.
- De acuerdo, Betsabé. No me retrasaré, puedes volver a tus tareas.
Cuando la mujer salió por la puerta de la habitación Ophelia y June suspiraron aliviadas.
- La ayudaré a cambiarse, princesa. Así su padre no volverá a mandar a esa arpía.
- Eres mi salvación, June.Al mediodía Ophelia y June se dirigieron a los carros que los llevarían hasta el Reino Turkesh. Había cuatro grandes carros idénticos aparcados en fila. En el primer carro irían los guardias reales que los acompañarían, en el segundo iría la familia real, en el tercero iría el equipaje y en el último irían los sirvientes y los cuatro mozos de cuadra que cuidarían de los caballos.
- Princesa Ophelia, su equipaje ya está en el carruaje-dijo un sirviente antes de ir a cargar con otros hombres algunos baúles que reconoció como propiedad de su madre,eran de madera de Isgorf, un árbol que solo crecía en los jardines reales del Reino Turkesh.
- Nos vemos al llegar, June-dijo Ophelia apretando el brazo de su sirvienta y amiga.
- Descanse, princesa-dijo June antes de correr hacia el carruaje de los sirvientes dónde la esperaba Ödel, su madre y sirvienta de la madre de Ophelia.
Ophelia se dirigió hacia el carruaje de su familia, dónde estaban su hermano Brent y su madre Sheena.
-¡Cielo!¿Que tal, mi niña?¿Emocionada por ver a tus tíos y primos?-preguntó Sheena con un sonrisa brillante mientras se abanicaba con un bonito abanico adornado con dibujos de árboles, plantas y animales típicos de Turkesh con el escudo del Reino en el centro, su madre nunca se había acostumbrado al calor de Ebel al haber crecido en el clima neutro de Turkesh.
- Claro que estoy emocionada,madre. No veo a mis primos desde la fiesta de compromiso del primo Briccio con la princesa Karma.
- Hablando de compromisos. Brent, hijo, ¿tu prometida se unirá a nuestro banquete familiar antes de la semana del evento o llegará con su familia?
- Espero que se una a nosotros, madre. Le escribí al primo Erwin para preguntarle si él y la princesa Alhena podrían recoger a Portia, me contestó que si. Deberían haber llegado ayer si no hubo problemas.
- Me alegro, hijo. ¿Alguno ha visto a Kirstie? Vuestra hermana es cada día más traviesa, vuestra tía Ornella era igual de pequeña.
- ¡Princesa Kirstie!¡Princesa Kirstie!¡Espere, princesa!- gritó una voz a lo lejos. Poco después oyeron las risas infantiles de la menor de los tres hermanos.
Hazel, la hija mayor de Ödel y nana de Kirstie, perseguía a la niña de 11 años colina abajo intentando alcanzarla. Con ellas iban Hunter y Honey, los hijos mellizos de Hazel. Al ver el apuro de la hija de su amiga de la infancia Sheena bajó del carruaje para ayudarla. June había tenido la misma idea desde el carruaje de sirvientes.
-¡Kirstie de Manek y Treidell! ¿Crees que esta es manera de comportarse para una princesa?Eres descendiente de la dinastía Treidell, no puedes hacer pasar esos apuros a alguien leal como lo es Hazel.
June llegó en ese momento y cogió a Hunter y a Honey de las manos para que dejaran de desordenar.
- Lo siento por mis sobrinos, alteza. La abuela Ödel no está nada contenta con vosotros, está pensando en dejaros todo el viaje al lado de Betsabé-dijo June antes de arrastrarlos al carruaje de los sirvientes.
-¿Estás bien, Hazel? Sé que Kirstie es traviesa y debe ser difícil de cuidar también a Hunter y Honey al mismo tiempo que evitas que mi Kirstie se meta en problemas.
- Está bien, alteza. Es una buena práctica para cuando tenga más hijos y Kirstie es cada vez mayor, pronto necesitará una sirvienta y no una nana, y espero que mi Honey esté preparada en ese momento y que usted la considere para el puesto.
- Lo tiene casi asegurado, Hazel. Son amigas de la infancia, como Ödel y yo y como Ophelia y June.
-¡¿Ya estamos todos?!-preguntó el Rey Avon llegando desde el interior del castillo con Betsabé a su lado.
Hazel se escabulló al carruaje de los sirvientes antes de que Betsabé pudiera decir algo y Sheena apretó los labios con frustración al ver a Betsabé al lado de su esposo.
- Solo faltabas tú, querido. Pero supongo que las comprobaciones de última hora con Betsabé te han echo perder la noción del tiempo.
- Tú misma lo has dicho, querida. Soy un Rey ocupado y es muy fácil perderse en los detalles.
- Betsabé, ya puedes retirarte al carruaje de los sirvientes. No creo que mi esposo necesite ayuda para llegar a nuestro carruaje¿o si, querido?
- Claro que no necesito ayuda, querida. Betsabé, ya has oído a la Reina, retirate ya a tu carruaje.
Betsabé frunció los labios con desagrado y se marchó.
- Avon, sabes que no me gusta Betsabé.
- Es una sirvienta como cualquier otra, Sheena. No debes molestarte por nada.
Ophelia vio a sus padres caminar cogidos del brazo hacia el carruaje y suspiró. La cara de su madre delataba que habían discutido.
-¡Hermano!No pensarías dejarme aquí¿verdad?-gritó alguien mientras salía corriendo del castillo poniéndose una chaqueta de seda.
-¡¿Ilán?!¿Quién ha dicho que podías venir?
-Vamos, hermano, no quiero perderme la presentación en sociedad de mi querida sobrina Ophelia-dijo el alegre hombre rubio subiendo de un salto al carruaje.
- Sabes que cuando la gente te ve cerca de Brent y Ophelia hablan.
- Vamos, hermano, eso es rumor antiguo. Cuando eras joven eras igual a mi, es normal que al parecerse a ti también se parezcan a mi. Sólo que el parecido se nota más en mí, tengo 30 años, no tengo canas ni arrugas y tú tienes 50 años, tienes el pelo blanco y la cara llena de arrugas. Llevas mal la vejez, hermano.
- Cállate, Ilán. ¡Conductor, adelante, nos vamos!
- Que mal carácter, hermano. ¿Que tal están mis pelirrojas favoritas?- preguntó Ilán mirando a Sheena y Kirstie.
- Estamos bien, Ilán, gracias-dijo Sheena asintiendo con la cabeza con indiferencia.
- Eres gracioso, tío Ilán-dijo Kirstie riéndose del hombre.
- Es un halago, sobrina. Y tú, Ophelia, ¿que tal está mi sobrina rubia favorita?¿Estás nerviosa por tu presentación en sociedad?
- Algo, tío Ilán. Pero me calma saber que Zaelia y Fergal estarán conmigo.
- Me alegra que tengas compañía, sobrina. Te lo dice alguien que no tenía a nadie en su presentación en sociedad, ni siquiera a su familia.

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Queen Story
Historical FictionLa vida de la princesa Ophelia de Manek y Treidell cambia completamente después de su presentación en sociedad a los 17 años, después de rumores, sospechas y una reunión con su madre y su hermana menor acaba siendo la única que puede reclamar la cor...