7

59 4 0
                                    

Desperté con un intenso dolor en las sienes por la resaca pero feliz, muy feliz.
Hace mucho no me sentía de esta manera y es emocionante volver a sentirlo.
Por un momento creí que todo fue un sueño pero confirmé que no lo era al ver a mi lado el sweater de Mateo.
No pude evitar soltar un gritito de alegría y rodar por mi cama, esto aumentó un poco el dolor de cabeza pero la felicidad que recorría mi cuerpo era más fuerte.

Me levanté un poco mareado y fui a lavarme la cara y los dientes.
Verme en el espejo no fue tan difícil como los días anteriores, hasta sonreí a mi reflejo, pero no quería abusar de ello por miedo de llamar a las inseguridades.

Me vestí con unos Jeans azules y un hoodie verde ambos de tonos claros, y las mismas Vans de ayer.

Al bajar escuché que sonaba Judas de Lady Gaga así que bailé tontamente sabiendo que nadie me veía, al terminar la canción le dejé un WhatsApp a Andrés para saber si estaba disponible para juntarnos y contarle sobre lo de anoche, se que va a saltar de la alegría cuando se entere.

Me dijo que en 15 minutos tenía descanso así que nos podríamos ver en la cafetería del primer piso, y ya que voy pasaría a saludar a mi padre si es que se encontraba en su oficina.

Un cosquilleo hizo camino desde mi garganta hasta mi estómago al darme cuenta de que existía la posibilidad de ver a Mati, una serie de emociones se apoderó de mi, por un lado quería verlo y sentir sus labios sobre los míos y sus brazos rodeandome, por otro lado quería esconderme, tengo miedo de que se haya arrepentido.

Pero ya era tarde, ya le había confirmado a Andrés que iría así que pedí un Uber hasta la oficina.
Mientras lo esperaba miré cauteloso cada detalle de atuendo, mi cabello y hasta corrí a cepillar mis dientes.
En el Uber fui charlando con el conductor, Walter un joven de 26 años muy simpático que me contó mil cosas distintas pero de forma entretenida.

Y finalmente llegué, pagué y bajé del auto, caminé tembloroso hasta el edificio, intentaba mostrarme tranquilo pero no estaba funcionando, entré, saludé a las personas que estaban allí y me miré nuevamente en el espejo, llamé al ascensor y dentro volví a mirarme en el espejo mientras ensayaba parecer calmo aunque el nudo en la garganta producto de los nervios me tenía tenso, con ganas de vomitar y sin poder respirar bien.
Cuando llego al piso, entro directamente a la oficina de mi padre, sonriente lo saludo y el a mi, saludo a Andrés sin interrumpir demasiado pues ví que está concentrado en su trabajo pero no ví a Mateo, eso me tranquilizó un poco pero también me decepcionó, quería preguntarle a mi padre por él pero no queria que sospeche ni que Andrés se una como vieja chusma que es.

Fue a buscar café, la cafetera de esta oficina se averió- me dijo mi padre, creo que se dió cuenta de que lo estoy buscando con la mirada, me sonrojé y me senté junto a el que me miraba con burla.

Terminé- dice cansado Andrés, estirándose luego de estar sentado tecleando en la computadora.

Mi padre y el conversaron un poco sobre el trabajo que estaba haciendo mi amigo y se retiró dejándonos en la oficina.

Entonces ¿Tienes algo para contarme?- Preguntó pícaro mi amigo y allí dimos iniciada la charla sobre Mateo y el fin de semana.

Parecíamos dos adolescentes fantaseando y me lo permití solo porque me hacía sentir feliz ilusionarme, prefería no pensar en cosas negativas.

Mientras le volvía a contar a Andy el momento del beso, la puerta se abrió de golpe y una pila de hoja ingresó.

Andrés ¿Me puedes ayudar?- Esa voz, causó reacciones en mi cuerpo con cuatro palabras que ni siquiera eran para mí.

Andrés se levanta a ayudarlo, yo no podía hablar, ni moverme estaba quieto y no podía hacer nada más que sonrojarme.

Oh, Hola Diego- Dijo sonriendo una vez que me vio, luego su rostro cambio a preocupación-¿Te sientes bien? Estás muy rojo- se acercó y colocó su mano en mis mejillas calientes y luego mi frente, su cara hizo una muñeca de confusión y volvió a preguntarme si me sentía bien, solo asentí, seguía sin poder hablar, el me sonrió y si es posible creo que me sonrojé más.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 20 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ubaldo cupido - matiegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora